Jacques Maritain se hizo socialista a los 13 años de edad. En esa época estaba emocionado con los artículos que publicaba Jean Jaurés. Jaurés fue un político y sociólogo francés que llegó a tener una gran fama e influencia entre la clase trabajadora por su interés en las cuestiones sociales, era además un gran orador.
A esa edad Maritain tenía como periódico favorito “La Pequeña República”, uno de sus libros preferidos era “El Derecho al Producto Integral del Trabajo”, de Antón Menger.
A los 17 años escribió una carta a un obrero llamado Francisco Batón, marido de la cocinera de su casa, donde explicaba:
“viviré para la revolución.”
“Si hay alguien a quien yo deba gratitud por los progresos que puedo realizar, es precisamente a la muchedumbre inmensa de los proletarios que sudan mientras yo me deleito en la lectura, de manera que yo tengo pan y vino, vestidos, un techo, una cama, fuego, libros y tiempo para leer, también puedo gozar libremente y libremente también puedo apropiarme de todo el trabajo de la humanidad, de toda la labor intelectual acumulada por las generaciones anteriores y contemporáneas.”
“Pero, No crea que no me siento avergonzado cuando pienso en los hijos del pueblo trabajando, a mi edad, sin interrupción, a veces once horas al día (ayer todavía doce, trece y catorce horas diarias), y que sólo gracias a su trabajo no remunerado en su valor, yo, inactivo, sin hacer nada, sin crear nada, sin dudar, me alimento, con una tibia satisfacción, de pan del cuerpo y de pan de la ciencia!”
“Ciertamente, esto no será inútil, pero es una deuda enorme y nunca será y nunca puede ser pagada, la que yo contraigo con el proletariado”
“He aquí por qué en estos momentos una inquietud y un remordimiento se mezclan a todo lo que hago, se mezclan a la alegría que siento en instruirme. Y aseguro que todo lo que pueda pensar y saber lo consagraré al proletariado y a la humanidad: lo emplearé totalmente en preparar la revolución, en ayudar por poco que sea a la felicidad y a la educación de la humanidad.”
De 1900 al 1905 estudió botánica, geología, fisiología y otras disciplinas, buscaba la clave de los enigmas del universo. En esos tiempos de estudios conoció a Raissa, quién nació el 12 de septiembre de 1883, en Rusia y había llegado a París en julio de 1893.
También conoció a Charles Péguy, un rebelde espiritual que fue quien lo relacionó con Henri Bergson, su primer gran profesor, cuando Maritain tenía un deseo profundo de buscar la verdad.
Henri Bergson (1859-1941) fue un famoso filósofo francés que mantuvo la importancia de la intuición; Según él, la vida del hombre no podía ser medida matemáticamente como lo hace la razón.
Para Bergson el impulso vital (la vida) está relacionada con el tiempo, pero no el tiempo físico de meses, semanas, días, horas, etc. Sino con aquel tiempo que siente el hombre como continuidad y duración.
Bergson planteó una nueva sociedad gobernada por héroes y santos, seres que no están dominados por la razón, sino por la intuición.
Después de estudiar en La Sorbona, Maritain fue al Colegio de Francia a estudiar con Bergson.
“A qué conduce este poder sobre el universo físico, si la razón misma de la vida, si todo el universo moral tenía que quedar en un enigma indescifrable.”
El 26 de noviembre de 1904, a los 22 años, Jacques Maritain se casó con Raissa Umansoff, rusa-judía. Ambos eran protestantes liberales, pero llevaban una vida de cuestionamiento y de búsqueda.
A principios de junio de 1905 Maritain escribió una carta a León Bloy.
Esa correspondencia la recibió Bloy el 11 de junio. Esta relación sirvió a Maritain como un puente para llegar al Cristianismo. De ahí en adelante Raissa y Jacques crearon una amistad imperecedera con León Bloy y su esposa Juana, además con un círculo de amistades de Bloy y sus ahijados, que más tarde sirvió a Raissa para escribir “Las Grandes Amistades”.
León Bloy fue la salvación de Jacques Maritain, para encaminarlo por el camino del Cristianismo, que nunca se apartó.
“En el orden espiritual, que es supra político, la libertad del cristiano, exige que él sea de todos y que lleve a todos los sitios su testamento y su palabra.”
Durante dos años se fue a Hindelberg, Alemania, donde siguió los trabajos biológicos de Hans Driesch.
Maritain fue convertido al catolicismo gracias a la amistad e influencia de León Bloy, quién fue su padrino y orientador.
Tan grande fue esa influencia que Jacques Y Raissa siempre vivieron confiados en que la aparición de Bloy en sus vidas definió su vocación al servicio, su dedicación al estudio y la investigación y la profundización del Cristianismo.
El 11 de junio de 1906 Jacques Maritain, Raissa y su hermana Vera fueron bautizados en la religión Católica, su padrino…León Bloy.
El 15 de septiembre de 1910, por sugerencia de Raissa, Maritain comienza a leer por primera vez la SUMA TEOLOGICA, de Santo Tomas de Aquino. El gran impacto para él como filósofo fue sacado “de su casillero histórico de los manuales de seminarios”. Maritain se enraizó en el Tomismo (La filosofía de Santo Tomas de Aquino), para hacerlo algo viviente y actualizado.
El 22 de febrero de 1911, se encuentra en la casa de León Bloy, con Pierre y Cristina Van der Meer, y el hijo de ellos, el pequeño Pedro, quienes fueron bautizados dos días después, su padrino: León Bloy.
En 1912 la “Revista Tomista” publicó un artículo de Maritain sobre filosofía. Bloy que era poco aficionado a los filósofos lo leyó y quedó emocionado, luego escribió:
“No esperaba ver salir un brazo tan potente entre los andrajos filosóficos”