Julie Ares Guzmán fue una entusiasta y consecuente defensora del Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), no sólo por convicción democrática, sino por  su ejercicio profesional. Mi simpatía y admiración por ella provino mucho antes. En el 1984, fui contratado por la Dra. Ligia Leroux, Directora General, como asesor al IDSS. Allí conocí y trabajé junto a la Dra. Clementina Guzmán de Ares, Asesora Farmacéutica del IDSS. En varias ocasiones, mi esposa y yo compartimos con su esposo y con sus hijos.

Por encargo de la Dra. Milagros Ortiz Bosch, entonces Vice-Presidenta de la República, y Secretaria de Estado de Educación, Julie nos ayudó, con el entusiasmo que siempre le caracterizó, en aquellos años difíciles de la puesta en marcha de la Ley de Seguridad Social. Recuerdo dos grandes etapas.

En el 2002, coordinó un grupo de técnicos de la Secretaría de Educación y de la Gerencia General del Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS) para diseñar y elaborar los módulos educativos sobre el nuevo sistema, en cumplimiento del Art. 6 de la Ley de Seguridad Social. Fue así como conocí muy de cerca a esa leal profesional,  capaz e incansable.

Un año después, la Dra. Ortíz Bosch, preocupada por las sucesivas posposiciones del Seguro Familiar de Salud (SFS) del Régimen Contributivo, me solicitó elaborar un Plan Básico de Salud (PBS), que sería aplicado como plan piloto en el Seguro Médico para los Maestros (SEMMA). Durante ese largo e intenso proceso Julie y yo, con nuestros respectivos equipos, volvimos a trabajar y a compartir inquietudes sociales.

Hace unos meses, Julie comenzó a recibir mis mensajes semanales y con frecuencia me daba sus opiniones y sugería ideas. En dos ocasiones me invitó al programa “Milagros en la Z” donde, junto a Milagros y Julio Cordero, revivimos aquellos inolvidables y tormentosos inicios, reafirmando nuestro compromiso inquebrantable con la seguridad social.

De manera silenciosa y sin pretensiones, Julie Ares Guzmán, dejó un legado de apoyo e impulso a la protección social de todos. Ante su lamentable y prematura partida, me siento en el deber de compartir con nuestros lectores su valioso aporte a la transformación social más trascendente desde la constitución de la República. QEPD