A pesar de lo que muchas personas piensan, en la República Dominicana hemos ido avanzando, sacando las escorias del Poder Judicial,  no quizás con la rapidez que ameritan los tiempos, pero todo en la vida y las sociedades, forma parte un proceso.

Desde hace unos meses y ante la denuncia responsable de ciudadanos y ciudadanas que se han empoderado de este tema de vital importancia, la Procuraduría General de la República y el Consejo del Poder Judicial, han decidido tomar el toro por los cuernos y tratar de poner la casa en orden, enfrentando de manera firme y decidida a las  mafias muy bien orquestadas entre abogados y jueces, para otorgar de manera alegre la libertad de personas ligadas al narcotráfico,  al crimen organizado y a la corrupción en el país.

Para nadie es un secreto, que desde hace años se venían denunciando  la facilidad con que estos delincuentes, en muchas ocasiones internacionales, ligados al crimen organizado, al narcotráfico, lavado de dinero y otros delitos penalizados por el Código Procesal Penal de la República Dominicana, obtenían la libertad o en su defecto una variación de las medidas de coerción impuesta por los Jueces de la Atención Permanente, a solicitud del Ministerio Público.

La Procuraduría General de la República, a través de la Procuraduría Especializada en lavado de activos, al igual que la Especializada en delitos de alta tecnología, conjuntamente con otros departamentos, desde hace meses viene realizando investigaciones profundas, que han arrojado luz a lo que la voz populis decía, que todo este andamiaje respondía a Jueces, que conjuntamente con los abogados de los imputados, chantajeaban y extorsionaban a los mismos para canalizarle la libertad pura y simple como en muchos casos, en otros la variación de las medidas de coerción, para en vez de prisión preventiva, fuese una garantía económica,  arresto domiciliario, como el caso de los pilotos franceses que lograron escapar del país, entre otras modalidades.

Esto ha creado un precedente en la República Dominicana y esto era necesario, los Jueces que los hay de carrera y Jueces designados, al parecer se consideran inamovibles y eternos en sus cargos, amos y señores, Rey de Reyes, que pueden hacer y deshacer lo que le venga en ganas y estas creencias, son parte de los factores que lo hacen caer en la corrupción, a recibir sobornos, compra de sentencias y quien sabe cuántas diabluras más, pero la realidad hoy día le ha demostrado otra cosa.

Le ha demostrado que son perseguibles, vigilados, destituidos, trasladados y en otros casos sometidos a la acción de la Justicia, para ser Juzgados en vez de permitirles que ellos  sigan Juzgando de manera descarada y corrupta, haciéndole un gran daño al Poder Judicial y a nuestra sociedad.

La cancelación, el sometimiento a Juicios disciplinarios y porque no a los tribunales ordinarios, de los Jueces imputados como parte de una mafia bien estructurada que se lucraba económicamente y a través de otros mecanismos ya puestos al desnudo por las autoridades de la Procuraduría General de la República y el Consejo del Poder Judicial, debe de servirle de ejemplo a aquellos Jueces que han estado pensando dejarse vencer de las tentaciones del mal y dañar no solo su imagen, la de su familia y la del Poder Judicial, para que se blinden y actúen de manera correcta, aplicando justicia con equidad y justeza para todos y todas y en igualdad de condiciones como lo establece nuestra Constitución de la República y nuestras Leyes, respetando claro está el legítimo derecho al debido proceso a cada imputado o imputada.