“La clase media dominicana, en cambio, es como una nube que cambia de forma cada cinco minutos, que se deshace, se diluye, se aleja, se acerca, se carga de agua y cae en lluvia o se pierde en el horizonte llevada por el viento”

Inicio esta  entrega con la cita anterior sobre la metamorfosis (transfuguismo) de la clase media dominicana en la concepción boschiana. Esta  es la segunda entrega de la serie de cinco trabajos que arrancamos en esta columna el domingo pasado. Las  reflexiones  siguen siendo tomadas de la fuente preestablecida: Crisis de la Democracia  de América  y en República Dominica, esta vez del Capítulo VI, págs. 61-70, dedicado al análisis de la Composición Social Dominicana y de manera particular a la llamada clase media dominicana, que de forma retrospectiva en la historia, dice Bosch, es llevada por el Viento de la corrupción a su antojo, cito:

“La clase media dominicana era muy pequeña cuando se lanzó a establecer la República en 1844; era todavía pequeña cuando combatió a España en 1863 para restaurar la República. ¿Por qué ahora no tiene fe en su país?”. Juan Bosch, recuerda que a pesar de la asimetría numérica  ante los acontecimientos ya citados, la actitud era otra, para explicarlo, hace un paralelismo con  Trujillo, que cito a continuación.

“A la muerte de Trujillo debía comenzar a producirse un movimiento de ordenación de las fuerzas sociales: a un lado la alta clase media y parte de la mediana; a otro lado, parte de la mediana, la pequeña clase media y las masa de obreros, campesinos sin trabajo”, continúa Bosch:

“Este era un proceso demasiado tardío para un país de la América Latina, pero era de tal grado la arritmia histórica dominicana, que esa ordenación vendría a producirse en el país ya avanzada la segunda mitad del siglo XX”, toda esta falta de coherencia para alcanzar un proyecto firme, dice Bosch, que tienes sus raíces, en que :

“En conjunto, los dominicanos de la mediana clase media son un sector inseguro.  Ahí están la mayoría de los profesionales, los comerciantes medianos, la mayoría de los funcionarios públicos, los que no tienen profesión pero viven como si la tuvieran. ¿Cuántos pueden ser? ¿Ciento cincuenta mil, doscientos mil? Por pocos que sean, no pueden bajar de un cinco por ciento de la población. Entre ellos los hay miembros de la casta de “primera”, sobre todo en las poblaciones y las ciudades del interior”. Esta fenomenología explicada con el método socrático de la ironía  de forma magistral por  don Juan,  llega a la conclusión de ese “Ti enti” (Por qué) que da como respuesta en la cita a continuación:

“La falta de sentido patriótico de la clase media dominicana, en conjunta, es algo desolador. Uno no puede comprenderlo. Yo, por lo menos, no puedo entender que no se ame a  la patria como no puedo entender que no se ame a la madre. Me digo que esa ausencia de amor a la propia tierra se debe a su inseguridad, a su insatisfacción, a la angustia en que viven los dominicanos de clase media; pero no lo acepto. Sin amor es imposible hacer algo creador.”

En la entrega anterior establecimos la influencia de la filosofía moderna de la ideología alemana  hegeliana en Bosch, con su infinito malo; en esta entrega, visto  desde  la perspectiva socrática de la escuela helenística clásica, en el que se destaca este método de la mayéutica de forma y manera “en el que se dice una cosa afirmando otra”, método cuyo eje es  el diálogo  impersonal interlocutorio o frontal de “Ti enti” (¿por qué?), de Sócrates. El pensamiento socrático en  Bosch  lleva al Gran Maestro a construir  el sentido moral de la vida social y política como ideal personal, tal como lo expresa en el siguiente texto con que pongo término  a esta nueva entrega, cito:

“Como consecuencia de esa actitud, los dominicanos medios no han establecido todavía una escala de valores morales; no tienen lealtad a nada, ni a un amigo ni a un partido ni aun principio ni a una idea ni a un gobierno. El único valor importante es el dinero porque con él pueden vivir en el nivel que les pertenece desde el punto de vista social y cultural; y para ganar dinero se desconocen todas las lealtades”. (Tesis doctoral, Juan Bosch: Dimensión Política, Filosófica y Jurídica, “como razón Sistémica”-jtof-)