El próximo 30 de noviembre, la artista franco americana Josephine Baker, conocida como la “Diosa de Ébano”, estará en el Panteón Nacional en Francia, 46 años después de su muerte, gracias a una iniciativa de Laurent Kupferman.

Baker saldrá del cementerio de Mónaco, donde reposan sus restos, para ser la sexta mujer en llegar al Panteón Nacional – además de ser la primera mujer negra en alcanzarlo, la primera de origen norteamericano, y la primera artista de variedades.

La pantenización de Josephine tiene eco a nivel internacional, aunque las nuevas generaciones la desconozcan. Valdría la pena recordar que se trata de uno de los personajes más emblemáticos y apasionantes del siglo XX: su llegada al Panteón Nacional es un homenaje a la valentía de una mujer que se comprometió con la lucha de la resistencia francesa, además de ser un símbolo de la lucha antirracista, mujer con rostro múltiple por todas sus facetas de compromiso. Su entrega la llevan a ser un símbolo de la fraternidad universal – por su riesgoso papel jugado durante la segunda Guerra Mundial y lo que fuera la ocupación alemana.

La artista que salió de Estados Unidos en 1925 con apenas 19 años, trabajó y vivió el esplendor de los años locos, siendo fuente de inspiración de artistas, aplaudida, aceptada y reconocida en la sociedad francesa, donde se nacionalizó en el año 1937. Tras su compromiso con la resistencia francesa, al servicio del General De Gaulle y otras figuras, le fue otorgada la Medalla de la Resistencia y la Cruz de Guerra.

Su papel desempeñado en la lucha por los Derechos Civiles en Estados Unidos, y sus vínculos con Martin Luther King y su esposa son prácticamente desconocidos por el resto  del mundo. Junto con otros intelectuales y artistas norteamericanos como el poeta y activista James Baldwin, ella fue acogida por la sociedad francesa de aquel tiempo, reconocimiento que los Estados Unidos nunca les dio, ni reconoció su éxito internacional.

Tuvo una extensa familia conformada por 12 huérfanos de diferentes partes del mundo, hijos adoptados por los cuales volvió una y otra vez al escenario, para mantenerlos y educarlos. Lo que da un toque universal a su concepción de la familia.

La pantenización en Francia es un evento impregnado de una carga política. El presidente Enmanuel Macron ha querido enviar una señal de universalismo a la sociedad francesa – y al mundo tal vez -, con todos los desafíos que enfrentan, las sociedades ante la plurietnicidad y pluriculturalismo. Se celebra la fascinante personalidad y vida de Josephine Baker, una mujer salida de las entrañas de la pobreza, el racismo y la injusticia de la sociedad norteamericano, que venció todas las limitaciones en tanto que mujer, negra, artista, inmigrante.

Hoy saludamos la iniciativa, en la memoria de esta mujer tan extraordinaria que se ganó el respecto y amor del pueblo francés.