De origen humilde y acompañado de una pobreza familiar que lo obligó a trabajar en las calles de la ciudad capital desde muy temprana edad en los barrios populosos de Villa Francisca, Villa Consuelo y otros sectores de la ciudad, se hace cantante y se convierte en un intérprete popular del merengue dominante en los años 60 y 70 del siglo pasado, y en uno de sus más destacados símbolos junto al gran Joseíto Mateo.
No era un tocador especialmente de instrumentos musicales, pero se destacó sobre todo por su melodiosa y contagiosa voz, su habilidad para con el baile y su capacidad comunicativa y de animación de sus propios espectáculos y presentaciones que lo convirtió, junto a sus Caballos, como se conoció a su orquetas o combo, por ser él un show man, y a su orquesta también llamada comboy show, por hacer de sus presentaciones, una escenificación perfecta entre sus músicos, sus actuaciones y el público.
Su militancia al lado de las mejores causas nacionales también es parte de significación social, y su compromiso con los sectores populares hizo que se le estigmatizara como el merenguero del pueblo, creando coreografías para muchas de sus canciones, imitadas con entusiasmo por la gente de todas las edades.
Su genio fue acompañado de un interés de superación
La política le granjeó enemistades y reconocimientos, sus canciones fueron en algunos casos, símbolos de la lucha social del pueblo como “los indios” y “El tabaco”. Junto a Félix del Rosario se creó una combinación en que el primero era más demandado por la clase media y e gusto refinado de ella y la segunda, lo quería por el bullicio de sus canciones y ritmos menos reprimidos corporalmente, lo pegajoso de su melodía, lo rítmico y cadencioso de su danza y lo alegría de su voz. Introduce los cambios que impactan sobre el merengue como el saxofón, el piano, los tambores, los timbales, la trompeta, y una coreografía que dio innovación y más movimiento al merengue.
Ganador siempre, triunfador y destacado en el plano nacional e internacional, Johnny Ventura (Juan de Dios Ventura Soriano), acompañó al Centro Cultural Eduardo León Jimenes, al Ministerio de Cultura y al INEC, en las convocatorias del Congreso Internacional de Música, identidad y cultura en el Caribe en sus diferentes temáticas, sobre todo la dedicada al merengue. Homenaje merecido a esa gran figura de la música dominicana.
Con una trayectoria de éxitos y compromisos con su país, El Caballo Mayor como también se le conoció, desarrolló desde muy joven el talento por la música y el canto actuando en las veladas escolares y ganando el primer lugar como cantante en el programa La Voz de la Alegría en 1956, pero también estudió un técnico de contabilidad, archivo, taquigrafía y mecanografía para buscar un trabajo que le permitiera desarrollar su vocación profesional: la arquitectura. Su inquietud por la superación profesional se hace visible cuando recibe el título de abogado por la Universidad de la Tercera Edad con honores de Summa Cum Laude.
Su genio fue acompañado de un interés de superación e ingresa a la Escuela de la Voz Dominicana y estudia canto y música. rápidamente se desarrolla en estos ambientes y trabajó con la Super Orquesta San José de Papa Molina y graba su primer disco en 12961, período caracterizado por la apertura que vivió el país a la muerte del sátrapa Rafael Trujillo.
Cantante, arreglista, director de orqueta y compositor, Johnny Ventura culmina una vida de extraordinaria cosecha artística con más de 4800 reconocimientos y placas, declarado 9 veces Combo del Año por la Revista norteamericana Record World; además 28 discos de oro, 2 de platino, 105 producciones y un Grammy Latino en el 2004, terminando con 2 Soberano, y con el mérito de ser el merenguero del siglo declaratoria hecha por el Congreso Nacional. Finalmente, en su vida pública fue alcalde de Santo Domingo, vicealcalde, diputado y Embajador. Honor a quien Honor merece. Descasa en paz, ya tu obra te inmortaliza.