Al Ministro de Industria y Comercio le ha tocado uno de los tantos paredones diarios que se encuentran en las redes. En parte se lo ha buscado por un video de Perogrullo durante la campaña. Una obviedad que se deriva de cada aviso de los combustibles, la proporción que en el precio final tienen los impuestos, la convirtió en una fórmula con un ejemplo explica que las cargas fiscales representan la mitad del precio.
Que son una alta proporción del precio final es un dato harto conocido. Eso arranca desde el primer aviso del MIC hace, nada menos, que 20 años. Quienes vieron el video no imputaron al candidato a la presidencia en ese momento la calidad de un maestro de escuela repasando el abecedario a personas alfabetizadas. En el recordatorio que el sol brilla lo que vieron fue a un político con aspiraciones y oportunidades para modificar o ajustar el termostato.
He ahí el lado positivo del paredón lo hace tendencia en redes sociales: el público valoró el video y su designación con la esperanza de ver cambios en una actividad donde predominan privilegios mercantilistas, impuestos lacerantes y precios administrados que deberán tomar unos meses desmantelar. Ese oasis socialista debe ser sustituido con la eliminación de monopolios y barreras de entrada, reducción de cargas impositivas, libre competencia en la intermediación y precios al consumidor final. El actual ministro no dijo de eso nada en su video, pero parece creó expectativas de esa naturaleza en vista de sus lineamientos más vinculados a reformas de mercado que a mayor control estatal de la actividad.
Ahora bien, el presupuesto de la nación se formuló a la carrera y no dio tiempo presentar cambios en la estructura tributaria de los hidrocarburos. El gobierno cuenta con los ingresos que van a generar el mismo 16% ad-valorem y el impuesto específico por galón que se estableció en la Ley 112-00. Es probable, y tal vez es algo que se debe agradecer al Ministro, las estimaciones de recaudaciones por el impuesto específico luce que se realizaron sin cambio en la violación de la ley que obliga a su indexación trimestral. Desde diciembre 2015 viene ocurriendo esta situación que comentaré en otros párrafos con datos sobre la magnitud del desfase.
Tampoco creo que en un mes se ha tenido el tiempo para reducir márgenes de intermediación o dejarlos a la libre contratación de los participantes. Acabar con el monopolio del transporte, privatizar la refinería y liberalizar la importación de productos terminados se hace en un abrir y cerrar de ojos en condiciones que no están presentes. Si el valor para hacer reformas en esa línea es real, hay que ser indulgente y darle tiempo.
Mientras tanto con impuestos y márgenes sin cambio, el precio final de las gasolinas y el gasoil dependerá de lo que pasa con su precio de paridad. Al subir con respecto a la semana anterior al publicarse el último aviso, los internautas han explotado con una ola de frustración desproporcionada. Esa será la realidad por varios meses y el único poder que tiene Ito Bisonó sobre los precios ahora es crear una situación peor que la que denunciaba si ajusta el específico a la inflación. El video ahora lo obliga a violar la ley como lo hicieron los ministros le precedieron desde finales del 2015.
Componentes del Precio Final
Gracias al consejo de un joven colega sobre la facilidad que tienen los “power query” de Power BI para importar datos desde reportes en pdf, logré actualizar la base de datos de Access que tenía de los avisos de precios de los combustibles hasta el 2015. Importé todos los avisos que me faltaban y combiné ambas series en una visualización dinámica permite ver la importancia de los componentes en el precio final, reproducir avisos específicos, comparar en gráficos combustibles y otras facilidades.
Esta gráfica de los componentes del precio final para la gasolina premium muestra que desde noviembre 27 del 2015, el impuesto específico que establece la Ley 112-00 se mantiene fijo en RD$71.85 por galón hasta el día de hoy. Desde esa fecha no se ha indexado como manda la ley. En el caso del total de márgenes (mayorista, minorista y transporte), desde el 8 de diciembre del 2016 es RD$41.59. El precio de paridad sube y baja por la influencia de los componentes variables que lo determinan, entre ellos el precio del barril de petróleo o los productos finales, y con una tendencia similar está la línea del impuesto ad-valorem, que es un porcentaje fijo de 16% sobre el precio de paridad.
Es decir, lo que ha pasado durante las semanas que Ito Bisonó ha sido ministro es lo mismo que viene ocurriendo desde diciembre 2016: los precios de los combustibles varían en la misma dirección que lo hace el precio de paridad de importación.
En el segundo gráfico, desde esa misma fecha, se muestra el porcentaje que representan los impuestos en el precio final para la gasolina premium, gasolina y gasoil regular. El promedio del período es menor que el 50% estimó en su video. Los valores promedios reales de la participación de los impuestos en el precio final han sido 40.3% para la Gasolina Premium, 39.1% para la Gasolina Regular y 26.5% para el Gasoil Regular. Son menores, no hay duda lo sabía, pero las campañas son épocas para licencias poéticas y ésta es una mucho menos grave que pronosticar un viernes que el lunes quiebra un banco estatal o que el gobierno estaba engañando inversionistas con emisiones de bonos chatarra.
Mi sugerencia, en conclusión, es que dejemos trabajar al Ministro en reformas que dejen una impronta a beneficio de los consumidores cuando el sector opere con la mismas reglas de competencia y libertad encontramos en la oferta del Plato del Día. No atacarlo más por el cambio de unos precios que dependen del precio de paridad de importación y alegrarnos que también se esté haciendo de la vista gorda a favor de nosotros, porque indexar como manda la ley obligaría aumentar el específico por galón de las gasolinas premium y regular en 5.20 y 4.30 pesos, respectivamente. ¡Zafa!