El viernes pasado fui al cine a ver este documental sin saber realmente lo que encontraría ni lo mucho que el mismo me impactaría. Realmente me di cuenta de lo poco que sabía sobre el problema de la basura y del plástico en nuestra bella isla.

Los productores de este documental expresaron que con el mismo buscan crear conciencia en la población dominicana. Presentan la realidad tal cual es y las distintas caras e intereses frente a esta situación tan compleja que nos afecta a todos. ¡Los felicito por esta excelente iniciativa!

Al salir del cine me hice varias preguntas: ¿Por qué se hace tan difícil lograr que todos y cada uno aporte a la solución? ¿Qué puedo hacer yo?

Definitivamente no es fácil, pero tampoco es imposible. Muchos países ya han avanzado en la clasificación de la basura con voluntad y acción. Y esto se logra a través de la educación. Somos indiferentes por la falta de conocimiento y comprensión. Si nos enseñan y aprendemos sobre estos temas seremos capaces de prevenir el problema y de aportar a la búsqueda de soluciones en vez de esperar que otros hagan. Y podemos comenzar con pequeños pasos que tendrán gran impacto: evitar el uso de sorbetes, separar el plástico de la basura orgánica, usar termos de agua en vez de botellas, dejar de tirar la basura y reusar, clasificar, entre otras muchas iniciativas posibles y realizables. La idea no es abrumarnos, sino actuar.

Este documental presenta el arduo trabajo que actualmente realizan diversas organizaciones y personas para proteger el medio ambiente, inspirando a los demás con sus acciones. También se comparte el ejemplo de una comunidad y como ha logrado mejorar el problema de la basura con la disposición y el esfuerzo de un grupo de mujeres comprometidas. Esto demuestra que es posible hacer la diferencia si nos lo proponemos. Es un verdadero referente.

La perspectiva empresarial y gubernamental también se ponen en evidencia, ayudándonos a ver que el plástico surgió y se usa para responder a múltiples necesidades y resolver diversos problemas, pero a su vez se ha convertido en una amenaza para la biodiversidad marina y para nuestra salud y calidad de vida. En otras palabras, es urgente encontrar un sustituto, pero mientras tanto nos debemos hacer conscientes y lograr un uso y un destino apropiado para el mismo.

Ver y conocer de una forma tan clara las consecuencias de nuestro comportamiento como consumidores nos lleva a la reflexión y nos permite tomar mejores decisiones ante el uso del plástico y el reciclaje de la basura. Se necesita un cambio en el hábito de consumo y esto se logra a través de pequeñas acciones y de la formación de las nuevas generaciones. Mucho mejor si se comienza lo más temprano posible. Requiere de un esfuerzo y compromiso diario de todos.

Si se enseña y se practica el uso apropiado y el manejo de la basura y del plástico en los hogares y en las escuelas con niños pequeños y jóvenes, tendremos mayor probabilidad de alcanzar el resultado deseado.

Considero que todo dominicano debe ver este documental y, de manera especial, los jóvenes. Será más fácil motivarnos y unirnos a los que están haciendo algo. En lo personal, me queda mucho por hacer para ser parte de la solución. Estoy dispuesta a comenzar. Nuestra isla va a agradecer el dejar de ser una isla de plástico para continuar siendo una isla de gran riqueza natural que todos podamos disfrutar.