Como parte de las Antillas, en el centro del Caribe, la República Dominicana en su condición de media isla, es más vulnerable, por lo que presenta mayores riesgos ante los fenómenos atmosféricos. Eso impone grandes retos a los organismos responsables de prevenir y mitigar catástrofes. Para ello nada mejor que promover orientaciones y educación ciudadana, con el fin de integrar a toda la sociedad a la participación activa en el manejo adecuado de esos fenómenos y aportar a una cultura de prevención.
El primero de junio de cada año comienza la temporada ciclónica para el Caribe y se extiende hasta el 30 de noviembre. Aunque con los cambios climáticos y el calentamiento global han surgido verdaderos ciclones o tormentas tropicales fuera de temporada, cada vez más poderosos e inusuales.
“Según el investigador Philip Klotzbach de la Universidad de Colorado, en su pronóstico está la formación de 11 ciclones nombrados, de los cuales cuatro alcanzarían la categoría de huracán, y de estos, dos serían intensos.”
La temporada ciclónica de 2017, está siendo menos activa que la del año 2016. A pesar de estas predicciones, el huracán Irma categoría 5, mantiene fuerza e intensidad de 300 kilómetros por horas de velocidad y amenaza las Antillas Menores, Puerto Rico, República Dominicana y Florida.
Como nuestro país está ubicado en la ruta de esos huracanes, es necesario que los ciudadanos no se acuerden de Santa Bárbara cuando truena y hagamos nuestras previsiones ante el anuncio de las autoridades, léase el Comité Nacional de Emergencia, presidido por la Defensa Civil, confiar y obedecer las disposiciones de los organismos que forman el COE, para evitar hechos lamentables.
La prevención sigue siendo el aspecto fundamental ante esos casos de desastres naturales. Hay que estar preparados, especialmente los que viven en localidades de alto riesgo por deslizamiento de tierra y de inundaciones en las barriadas a orillas de ríos y cañadas. Si aplicamos la psicología, la población dominicana posee el mayor grado de resiliencia, pues afortunadamente nos reponemos rápidamente de los daños.
Pero lo relevante de todo esto es que debemos hacer conciencia del escaso respeto a las normas, ya que aumenta los riesgos. Los cambios climáticos nos muestran la necesidad de hacer cultura en el cumplimiento y respeto a las leyes, ya que cada vez más sorpresas presentan estos fenómenos.
Nuestra sociedad es escasa en planificación y mucho menos en seguir reglas, pero en los actuales momentos de las grandes variables climáticas fruto de los gases de efecto invernadero que han llevado a calentar el planeta y derretido los glaciales, alterando y agravando los fenómenos atmosféricos, como El Niño.
Es importante, planificar con la familia y amigos todas las medidas preventivas recomendadas por expertos y organismos oficiales, almacenar de manera moderada productos que no necesiten refrigeración, y enlatados o disecados, linternas, baterías, etc., desconectar los electrodomésticos, evitar la contaminación, recoger la basura y escombros, respetar y cuidar la flora y la fauna, estableciendo los refugios de los animales, reparar cualquier edificación o espacio físico que esté en deterioro para controlar desprendimientos, especialmente puertas, ventanas, paredes, columnas o vigas, no desafiar los fenómenos naturales y permanecer en lugares seguros y recomendados por las autoridades, entre otras medidas no menos significativas.
Debemos reflexionar y redireccionar nuestra cultura a la planificación y al cumplimientos de las normas y protocolos que resulten de ello. Como los programas de planificación de prevención llevados a cabo en los periodos de Semana Santa, fin de año, y otras temporadas en las que actuamos más protocolarmente y las experiencias que muchos cuentan de lo respetuoso que somos cuando visitamos otros países.
La salvaguarda del Medio Ambiente, evita considerablemente los fenómenos atmosféricos, garantizando mejor calidad de vida, seguridad y convivencia pacífica a las personas y la naturaleza.
Las autoridades, los medios de comunicación y cada persona individual, debemos trabajar por una cultura de prevención, mitigación y control de desastre, ya sean estos naturales o provocados por las personas.
“La Cruz Roja Internacional proporciona un listado de acciones y medidas precautorias para saber cómo actuar en las tres etapas de estos desastres naturales (huracanes, tormentas tropicales, etcétera). Tómalas en cuenta para que tu vida y la de tu familia no corran riesgo.
MEDIDAS A TOMAR EN CUENTA ANTES DEL FENÓMENO:
Si tu casa es frágil ten previsto cual es el sitio destinado por las autoridades para fungir como albergue.
Realiza las reparaciones necesarias en techos, ventanas y paredes para evitar daños mayores.
Procura un lugar para proteger a tus animales y equipo de trabajo.
Ten tus documentos importantes (actas de nacimiento, matrimonio, títulos, papeles agrarios, etc.) guardados en bolsas de plástico y dentro de una mochila que dejes libres brazos y manos.
Si tu hogar es lo suficientemente seguro permanece en él, pero si recibes el llamado de evacuación de las autoridades HAZLO!!!
Si decides quedarte en tu casa, ten a la mano los artículos de emergencia y mantén un radio de pilas encendido para recibir información e instrucciones de fuentes oficiales.
Cierra puertas y ventanas, protegiendo internamente los cristales con cinta adhesiva colocada en forma de equis (X) y corre las cortinas, ya que pueden protegerte de las astillas de los cristales en caso de ruptura.
Asegura todos los objetos sueltos que pueda lanzar el viento y retira antenas de televisión, rótulos u otros objetos colgantes.
Ten a la mano ropa de abrigo o impermeable.
Limpia la azotea, desagües, canales y coladeras. Barre la calle y limpia bien las alcantarillas.
Almacena alimentos enlatados que te ayuden a sobrevivir en caso de un desastre de grandes proporciones. Entre tus reservas incluye agua embotellada, esta puede salvarte la vida.
MEDIDAS A TOMAR DURANTE EL FENÓMENO:
Desconecta el interruptor de energía eléctrica y cierra las llaves de gas y agua.
Continúa escuchando la radio de pilas para obtener información o instrucciones acerca del fenómeno.
Mantente alejado de puertas y ventanas. Si el viento abre una puerta o ventana, no te acerques hacia ella en forma frontal.
Vigila constantemente el nivel del agua cercana a tu casa.
No salgas hasta que las autoridades indiquen que el peligro ha pasado. En caso de huracanes, el ojo crea una calma que puede durar hasta una hora.
MEDIDAS A TOMAR DESPUÉS DEL FENÓMENO:
Cuida que tus alimentos estén limpios, no comas nada crudo ni de procedencia dudosa. Bebe sólo el agua potable que almacenaste o hierve la que vayas a tomar.
Usa los zapatos más cerrados que tenga.
Limpia cuidadosamente cualquier derrame de medicinas, sustancias tóxicas o inflamables.
Si tu casa no sufrió daños, permanece allí.
Mantén desconectados el gas, la luz y el agua hasta asegurarte que no hay fugas ni peligro de corto circuito.
Cerciórate que tus aparatos eléctricos estén secos antes de conectarlos.
Desaloja el agua estancada para evitar plagas de mosquitos.
Mantente alejado de las áreas de desastre.
Evita tocar o pisar cables eléctricos.
Retírate de casas, árboles y postes en peligro de caer.
Comunícate con equipos de socorro y brinde la información necesaria.” Fuente: CruzRoja.org
Dios les bendiga siempre, pueblo dominicano. http://rescaterd.org.do/