La Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo se encuentra en una fase de rediseño de la estructura de sus planes de investigación.
La investigación en los saberes humanísticos (filosofía, crítica literaria, historia, antropología) siente el embate de un modelo económico que valora todas las actividades humanas en function de su capacidad para generar riqueza material, por lo que prioriza los saberes instrumentales, como los distintos tipos de ingenierías.
Esta situación genera un clima de hostilidad hacia la investigación en humanidades. No aparecen las fuentes de financiamiento y no se comprende muchas veces la importancia de las mismas, debido al ambiente generalizado de alienación.
Pero a la vez, la investigación en humanidades ha sufrido en embate del desarrollo de la revolución científica moderna, con su consiguiente secuela de redefinición de los saberes y su función en la sociedad.
De modo paulatino, dominios que durante siglos fueron objeto de la reflexión humanística pasaron a ser objeto de la investigación empírica. Esto obliga al profesional de las humanidades a replantearse el quehacer de su disciplina en la era de la ciencia y la tecnología.
El avance de la ciencia exige del investigador humanista nutrirse de los conocimientos científicos de nuestro tiempo, para a partir de ellos trabajar los fundamentos de esos conocimientos, así como sus implicaciones.
Creo que la crisis de legitimidad del modelo económico que nos gobierna permitirá un resurgir de las humanidades. Pero, a su vez, este resurgir exigirá del profesional que se dedica a ellas una actitud y competencias de las que careció durante siglos, pero de las que no puede seguir prescindiendo en la era de la ciencia y la economía global.