Queremos insistir en que  la incorrecta interpretación de las leyes aleja inversiones y empobrece zonas. Hablamos de la Ley 202-04, sobre áreas protegidas que permite el desarrollo del eco-turismo en los parques nacionales, incluyendo la instalación y/o construcción de  infraestructuras  de facilidades para  el desarrollo de diversas actividades recreativas, de observación y estudio, sin embargo en muchas zonas no se permite la construcción de una infraestructura tan elemental y esencial para el desarrollo como la carretera de acceso. Una vía de comunicación.

Específicamente la ley menciona que en la categoría II, de Parque Nacional, están permitidos los siguientes usos: investigación científica, educación, recreación, turismo de naturaleza o ecoturismo, infraestructuras de protección y para investigación, infraestructuras para uso público y ecoturismo en las zonas con las características especiales definidas por el plan de manejo y autorizadas por la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Es obvio que no tengo que ser un egresado de la universidad de Harvard con un PHD en física nuclear  para entender que dentro de un Parque Nacional puedo desarrollar un proyecto eco-turístico que cumpla con las normas y regulaciones establecidas  por el Ministerio de Medio Ambiente.  Pues no, en nuestro país no es así.  Técnicos del Ministerio tienen sus propias interpretaciones de lo que debe ser un Parque Nacional y lo que debe permitirse en materia de desarrollo eco-turístico, aunque sea contrario a lo establecido en la propia ley.  Aunque la ley establece el tipo de actividades que se puede desarrollar, ellos tienen otra interpretación, y es el caso de la construcción de vías de accesos,  carreteras que lleven a diversos puntos dentro del Parque o a las parcelas que serían desarrolladas.  Por cierto, el tema de carreteras o vías de acceso no está mencionado taxativamente en la ley, pero es obvio que si se permite la construcción de infraestructuras, la carretera es una de esas infraestructuras, y además indispensable para el transporte de los materiales de construcción de las demás infraestructuras ecológicas  de uso público permitidas y luego para el transporte de los turistas, científicos y personas interesadas que ocuparán dichas instalaciones. Pues estas interpretaciones incorrectas han alejado por muchos años grandes inversiones en diversas zonas, y por ende han retrasado el desarrollo de las comunidades cercanas.

En tal sentido, y basado en este razonamiento, desde hace muchos meses hemos estado proponiendo  que se permita este desarrollo en el Parque Nacional  Cotubanamá  (Parque Nacional del Este). Este desarrollo sería controlado por un patronato conformado por los propietarios de parcelas con costa,  los Ministerios de Medio Ambiente y de Turismo, así como las Municipalidades de Bayahibe y Boca de Yuma.  Proponemos la construcción de una carretera sencilla que bordee el Parque y a la vez sirva de limítrofe, dejando el Parque y áreas protegidas concentradas en la parte interior. También se construirían senderos peatonales para accesar a los observadores de plantas, animales, enterramientos indígenas y cuevas con pictografías, haciéndose cargo este patronato del co-manejo, restauración y conservación del Parque en su conjunto.

Estas construcciones no están en contra de lo permitido por la Ley No. 202-04, por el contrario, han sido especificadas y además fueron recomendadas por la empresa Benchmark, Inc. que elaboró el diseño y manejo del Parque en su estudio de 1973 y que sirvió de base para la creación de dicho Parque.

 

Imagen del Parque con propuesta de carretera y senderos

Mi intensión con este artículo y esta propuesta es llamar la atención de las autoridades y expertos en medio ambiente y turismo, para copiar modelos de desarrollo turísticos protegiendo la biodiversidad de la región, tal como lo han hecho otros países, como Costa Rica, Cuba, Ecuador, España, Brasil y Estados Unidos, entre otros.

Hemos escogido el Parque Nacional del Este para que pueda servir de modelo para el futuro desarrollo de Bahía de las Águilas y otros, ya que en el Parque del Este no existen los problemas legales sobre la titulación que tiene Bahía de las Águilas, y la implementación de esta idea podría ser muy rápida, de manera inmediata, ya que  cuenta con las infraestructuras públicas necesarias para su acceso, como aeropuertos y autopistas.

La idea central es presentar al turista una opción diferente a las que tenemos en la actualidad, y a la vez aprovechar las ventajas comparativas que nos brinda la naturaleza en esta región insular.

En los parques que han puesto al servicio del turismo los países mencionados, han construido una red de senderos que llevan al turista a todas las áreas de interés histórico-cultural y observadores, además de carreteras asfaltadas, hoteles, restaurantes, hostales, pensiones, etc. En adición, se han construido dentro de los parques atracciones de aventuras, lo que hace más interesante y atractiva la visita.

Para muestra basta un botón. En Brasil,  en cuya costa con el océano Atlántico tienen un archipiélago que convirtieron en parque en el año 1988 y es patrimonio de la humanidad desde el 2002,  han desarrollado uno de los polos turísticos con mayor cantidad de visitas. Han demostrado que la naturaleza puede convivir con el ser humano, y que  todo  depende de la protección que se provea a través de un buen plan de manejo.

Hacemos nuevamente la solicitud  de estos permisos para que aprovechemos nuestros recursos naturales y las ventajas comparativas de la mejor manera posible, a fin de presentar algo nuevo y diferente.  Este es el tiempo de hacerlo para  sentar las bases para alcanzar en corto plazo la meta de 10 millones de turistas al año.

Esperamos que las autoridades permitan este desarrollo y le tomemos la delantera a Cuba y Costa Rica que en estos momentos están iniciando grandes desarrollos eco-turísticos, importantes para la región y que serán de mucha competencia para el país.