El concepto de hermenéutica significa y refiere siempre a interpretación. El mismo parte de un tratado escrito por Aristóteles, titulado Peri-hermeneias o De la interpretación y que sus alumnos y seguidores del Liceo asumieron como base de lectura marcada en tanto que propósito gramatical, categorial y conceptual. Con toda su huella y con su recorrido interno o externo el concepto alude a signos, símbolos, cosas, objetos, sentidos, imágenes y significados.
Dentro de la historia y la antropología de los signos artísticos el proceso de hermeneusis, o, de traductibilidad comprensiva, aspira a una interpretación y “entendimiento” de los signos y sus significados.
El conocimiento y estudio de los signos artísticos invita a descifrar y a un modo de establecer el sentido en un marco textual y significante propio de un proceso de codificación y decodificación verbal o visual, consistente en un orden y en una instancia que casi siempre se entienden en el contexto de la productividad textual.
En este caso, la hermenéutica de los signos artísticos y literarios conduce por diversos caminos a una sociología de los símbolos y de las imágenes en la hechura, forma y significación de un espacio estetizado. De ahí que la historia misma de la interpretación y de la comprensión de los signos e imágenes artísticas implique una decisión del intérprete y del artista, ambos a su vez responsables del acto de interpretación de sus objetos y líneas intelectuales de trabajo.(Véase Hans-Georg Gadamer: Estética y Hermenéutica, Ed. Tecnos, Madrid, 1996(1998).
Todo acto hermenéutico y artístico parte de un objeto y un sujeto del conocer, del entender y del comprender las formas y los contenidos artísticos en un contexto nivelar.(Ver Hans Georg Gadamer (1960,1974,1992, 1993).
La clave de un proceso hermenéutico de la significación y de los significados remite siempre a un “interpretable” semiótico que tiene una base y un nivel de comprensión. Este último existe como confirmado en su infinitud, lo que quiere decir que una pintura, un dibujo, una escultura o una fotografía de arte motiva una explicación y a la vez un proceso de reconocimiento, interpretación, comprensión de la forma expresiva y de la sustancia-forma de los signos artísticos y verbales.
La confirmación hermenéutica y semiótica de los signos artísticos se produce en un proceso reflexivo como el siguiente:
- Posicionamiento verbal y visual del signo objeto
- Focalización del mismo
- Estructura en propiedad del signo artístico
- Función espacial del signo
- Determinación en el vocabulario hermenéutico y semiótico
- Valor del signo o texto artístico
- Valor de la interpretación del signo artístico o literario
- Motivación de la artisticidad dinámica
- Finalidad-objeto del texto verbal o artístico-visual
- Presentificación del componente estético
- Policulturalidad-tx
- Verticalidad
- Horizontalidad
- Particularidad del valor hermenéutico
- Circularidad interpretativa y objetiva del signo artístico-visual y literario
Este proceso que tiene que ver con la interpretación y comprensión de la significación y los significados provenientes de la artisticidad y la textualidad se expresa y entiende en los consecuentes de base de los signos artísticos y su enmarque textual determinado por la movilidad del objeto, del sujeto y la subjetividad.
Se podría decir entonces que aquello que se hace visible y posible en este proceso de interpretar, reanalizar y comprender los signos artísticos y literarios conduce en proceso y paulatinamente a toda una historia del análisis de los signos artísticos en textos y contextos, en gesto y visibilidad, en signo y significado y en objeto de arte y recepción. (Véase Hans- Georg Gadamer: Elogio de la teoría, Ed, Península, Barcelona, 1993; y también, Poema y diálogo, Ed. Gedisa, Barcelona, 1993).