Ahora que vivimos la Era de la Comunicación Instantánea a través de las redes sociales de la internet y sus aliados el tweeter, y el facebook primordialmente, la función de las Relaciones Publicas y el cuidado de la Imagen Corporativa de las empresas y las instituciones que operan en el ámbito nacional, adquiere más que nunca características de imprescindibles para su sostenimiento y sano desarrollo en la sociedad.
Así lo confirma la velocidad con que se han venido desarrollando los casos más connotados de esta naturaleza en los últimos tiempos. Las informaciones servidas por esas vías, verídicas unas y otras que requieren confirmación, vienen afectando la imagen y el buen nombre de varias reconocidas empresas, organizaciones e instituciones tanto del sector gubernamental como el privado.
Uno de los casos de mayor connotación es el que afecta la imagen de la empresa Barrick Pueblo Viejo y el contrato suscrito por ellos con el Estado Dominicano ante la avalancha de opiniones y exigencias para que los miembros del Congreso procedan a la revisión de las condiciones originales del contrato en cuestión.
A raíz de este reclamo la Barrick ha tenido que hacer uso de todos los recursos de Relaciones Publicas, opinión periodística y de lo que los norteamericanos llaman “Damage Control”, a fin de minimizar los efectos negativos infringidos a su imagen, como consecuencia de la amplia penetración alcanzada por esta gestión en su contra, mediante el uso masivo de las redes sociales.
La campaña “Mito y Verdad” auspiciada por esa empresa es una buena muestra de ello y procura hacer consciencia en el publico sobre aspectos que a su entender se mantienen ocultos siendo parte de su contrato con el Estado y de amplio beneficio para la nación.
Del mismo modo, a través de las redes sociales se ha pretendido hacer daño a la imagen del gobierno, obligando en algunos casos a que sea el propio Presidente de la Republica, quien ofrezca una reacción inmediata ante el rumor. La falsa noticia sobre la destitución del Jefe de la Policía, el Director de la DNCD y el ocupante de otra alta instancia militar es un ejemplo de ello.
Con cerca de dos millones de cuentas de internet que impactan e influyen el criterio y la opinión de más de 3.4 millones de personas en el país, de acuerdo con datos suministrados por esa institución, se hace imperiosa la necesidad de contar en estos tiempos con estrategias de comunicación agiles, certeras y convincentes, ya que en muchos casos el daño puede ser irreversible sin la posibilidad de una “segunda oportunidad”.