El río Nigua recoge las aguas de una de las principales cuencas hidrográficas de la República Dominicana; de suma importancia para las más de 300,000 personas que habitan las 4 poblaciones que se encuentran en la cuenca del Nigua, incluyendo el municipio cabecera de la provincia de San Cristóbal.

Históricamente, en las inmediaciones del río Nigua, se han desarrollado varias actividades, desde la llegada de los europeos a su pequeña cuenca de aproximadamente 200 kilómetros cuadrados, como son el establecimiento en su parte baja de numerosos trapiches y de cuatro de las primeras y más notables industrias azucareras de la parte este de la isla Hispaniola.

Este río fue de mucho interés para Dixon Porter, quien le prestó suma atención porque estaba informado de las riquezas minerales, supuestas o reales, que podían encontrarse en sus partes media y alta; a pesar de que en su mapa, importante herramienta de su recorrido, no figuraba este río, pero si conocía de referencia a El Tablazo, una comunidad campesina ubicada en la zona montañosa de la provincia San Cristóbal poco poblada para la época.

VISITA DE DIXON A EL TABLAZO 1846

El Tablazo, que pertenece en la actualidad al municipio de Cambita Garabito, es una de las poblaciones más viejas que se formaron en la parte este de la isla La Hispaniola entre los siglos XVII y XVIII; y como sección está conformada por 1862 habitantes y 413 en el paraje que lleva en mismo nombre, de las 31,052 que tenía el municipio, según el censo del 2010.

“Trepando como Gatos”

Llegar a El Tablazo, desde el pueblo de San Cristóbal, “Después de cinco horas de hábil viaje a caballo”… fue “… la oportunidad deseada de presenciar la manera de vivir entre los naturales”, y el inicio del inverosímil periplo por tierra dominicana del joven marine, quién a los 14 años había tomado parte de los ataques a los puertos cubanos de Banes y del Mariel en 1828 por parte de la marina mexicana, cuando Cuba era colonia del reino español y donde fue hecho prisionero a su temprana edad por las tropas monárquicas de La Habana en la polémica “Batalla del Mariel”.

En El Tablazo probó la resistencia de sus caballos: “Nuestros caballos estaban completamente agotados por el viaje del día, hecho casi todo el tiempo sobre piedras ásperas y agudas y trepando como gatos por las laderas de rocas que parecían inaccesibles” (Diario… pág. 65).

En este pueblo pequeño, se entrevistó con don Nicolás Juliet, un minero, “…quien estaba ansioso por enseñarme él mismo las minas… y dueño de más de cuarenta leguas cuadradas de tierra con minerales” (Diario…pág.58).

El Tablazo era un “…poblado de 6 o 7 viviendas de tabla de palmas y pencas de las mismas…”, de gente muy generosa según su apreciación“La gente recibe al visitante y se hace cargo de su caballo buscándole comida… es costumbre universal del país” (Diario…pág. 58).

La casa, donde almorzó al día siguiente de su llegada a El Tablazo, la describe: “…con una gracia que sería adorno de una morada menos humilde; encontré que eran más sinceras en sus atenciones que mucho que se jactan de más suntuosa mesa”.(Diario… pág. 59).

De la hospitalaria morada de El Tablazo dijo “…Y en verdad pensé cuando me sentaba ante todo aquello que ésta era la tierra de leche y miel…” (Diario… pág. 64).

Para escribir que “Esta es una fiel pintura de una pequeña comunidad cuya hospitalidad nunca olvidaré”. (Diario…pág. 60).

La riqueza minera de la zona era reconocida internacionalmente y según Juliet, viajaría en esos días a Europa con planes de buscar a quienes podrían explotar dicha riqueza, según le manifestó a Dixon Porter. ¿O fue esta una tirada del norteamericano Dixon Porter para motivar a los suyos a buscar el reconocimiento de dicha riqueza antes que los europeos?.

Describe a los arroyos de El Tablazo (Afluentes del Nigua), llenos de minerales, como el Alberto y Victoria bautizados con esos nombres por los ingleses dueños de minas; ríos que no he podido identificar en la cartografía, porque tal vez cambiaron sus nombres, pudiendo ser algunos de sus pequeños arroyos, como el  Manuel, Bellaco  o el Sánchez. Sobre ellos escribe el marine que “grandes cantidades de mineral yacían esparcido por el terreno…” y no tuvo dificultad de tomar muestra con el martillo.

En esta foto el lector puede apreciar la belleza de las monumentales piedras del río Nigua. Foto Ángel Luís.

Y luego agrega “…Grandes vetas de sulfuro de cobre se ven correr bajo las rocas y el agua del arroyo Majagual están tan impregnada de él que es imposible beberla, especialmente en la cercanía de las venas”.

El Tablazo es hoy una localidad con grandes encantos naturales, pero golpeada por las prácticas agrícolas y ganaderas insostenibles ambientalmente, que han degradado sus  suelos y la cantidad y calidad de las aguas.

Dixon Porter estuvo interesado en la supuesta abundancia del cobre que poseía la cuenca alta del río Nigua y decía que eran “…dignas de llamar la atención de mis paisanos y expertos en minas que pudieran hacer el más favorable contrato con el gobierno dominicano o los propietarios” (Diario…pag.61. Negritas, pt); dice que sacó muestras del mineral sin ninguna dificultad de las rocas de las laderas. Y la gente que no anduvo con él buscando evidencias del cobre, se fueron a otros lugares a buscar muestras de lo que decían que era oro, pero resulto ser cobre. Apreciaba que todo “…el distrito montañoso es un inmenso lecho de cobre”.

Escribió sobre la complejidad de la explotación del oro y la plata, y subrayó que el cobre era más rentable que el oro “…a pesar de la superioridad (El valor) del oro y la plata… (El cobre) ofrece…una fuente de riqueza más cierta que los primeros metales mencionados, por la inmensa capacidad de producirse en estas minas”. (Diario… pág. 60 y 61. Paréntesis, pt).

Haciendo referencia al recurso minero de la zona apuntó: “…estas pueden considerarse como los futuros recursos del país y como puede ser de importancia para los americanos que se sientan dispuestos a venir aquí en busca de fortuna, daré una relación tan detallada de ellas, las facilidades de alcanzarla…” (Diario… pág. 60. Negritas, pt)

Hace 175 años la gente vivía del bien natural, sin esfuerzo ni trabajo porque la naturaleza ha dado todo. “…Todos reconocen que la naturaleza lo ha dado todo para ellos, –para reprocharlespero nadie se atreve a decir que ha hecho algo por la naturaleza”. (Diario…pág. 56, negritas, pt), palabras que, salvando la diferencia de las concepciones que sobre los recursos naturales se tenía para la época, tienen un alcance pleno en la actualidad.

Dixon Porter parte hacia Baní con su reducida comitiva, despedido por el viejo general, jefe de San Cristóbal, para enfrentar, sin la temeridad ni el agotamiento, uno de los peores caminos de su recorrido hacia el sur pobre y polvoriento del 1846: “… Partimos, luego de decir adiós al viejo general, quien se despidió de nosotros con tanta indiferencia como nos había recibido.  Del ayudante y los otros recibí la atención más afectuosa y muchos deseos de feliz viaje, al que consideraban lleno de peligros e incomodidades” (Diario… pág. 65)

Fuente: Diario de una misión secreta a santo domingo (1846), Traducción por P. Gustavo Amigó Jensen, S. J. Editora de Santo Domingo, S.A. Santo Domingo, República Dominicana 1978. Presentación de la Sociedad Dominicana de Bibliófilos, INC.