Tantas veces me enojo, tantas veces armo pleitos internos…Otras veces lloro de impotencia en las oficinas públicas y vieran la cara que ponen los que allí trabajan y vieran también la compasión de los compañeros, que como yo salen a coger lucha al tratar de hacer algún trámite.

No todas las mujeres son propiedad de su marido. Solo las que así lo creen y actúan conforme a esta convicción lo son. Particularmente, esta mujer que escribe, no es propiedad de nadie, más que de mi misma, estoy casada pues así lo deseo y ejerzo mi libertad de estar en el estado civil que elijo estar. ¿Por qué en mis documentos legales debo llevar un ”de”? ¿Por qué mi esposo, no tiene que cambiar su apellido a “de Español”?

En fin, que voy a dejar de pelear un poco y voy a enumerar a continuación las etapas de mi odisea (el por qué y otros comentarios) que tuve que seguir persiguiendo el cambio de apellido:

  • Ya mi pasaporte tenía el famoso “de”, pues hace 10 años en una lista que suministraba la Dirección General de Pasaporte con la información acerca de los documentos a presentar para la renovación, solicitaban un acta de matrimonio (a las mujeres) y sin consulta o consentimiento previo, te cambiaban el apellido.
  • Luego de aquella primera vez, había renovado el pasaporte (con apellido de casada) una nueva vez, sin mayor problema.
  • Si va a renovar su pasaporte recuerde que debe llevar acta de nacimiento legalizada, información suministrada en la página web. Igualmente, la de sus hijos, aunque en este caso no aparezca en ninguna lista, pues se la van a pedir.
  • Aunque su pasaporte tenga el apellido de casada, en el día de hoy, si su cédula no lo tiene, disculpe, ya no le pueden renovar con ese apellido (el cual ellos mismos adjudicaron sin permiso). Si no desea conflictos entre visas extranjeras, nombres y otras hierbas aromáticas… No le queda otro remedio a la rebelde Denisse, quien representa en esta ocasión a toda mujer dominicana, que cambiar el único documento legal que lleva el apellido que desea tener.
  • En la Dirección General de Pasaporte le dicen (y es cierto) no necesitas llevar acta de matrimonio para hacer ese cambio en la cédula de identidad, pues ellos, en la JCE (y es cierto) verifican en el sistema su estado civil y le hacen el cambio de inmediato. Esta es la opción A. Pues, solo sucede si la simpática secretaria que le recibe en el departamento correspondiente está en el estado de ánimo correcto. A mí, por ejemplo, me tocó la opción B de este quinto acápite. Pues, sin siquiera hacer el intento de verificarme en el sistema, la amable joven me solicitó traer un acta de matrimonio legalizada. Pero por suerte no todos corren con la misma suerte, pues tres días después, cuando regreso con mi acta de matrimonio en mano, a una simpática señora, casada, le verificaron su estado civil en el sistema, en mi presencia y la encontraron. Ella, se ahorró esos tres días perdidos y los calores que pasé, pues estamos en RD, donde el verano no tiene fin.

No voy a continuar con las enumeraciones, ya tengo mi cédula con mi no deseado apellido. He revivido ese amargo momento en el cual muy claramente les hice saber la injusticia que cometían tratando de forma distinta a dos mujeres que tiene exactamente los mismos derechos.

Particularmente entiendo que el país desea organizarse en estos términos, que todos tus documentos legales tengan el mismo nombre lo veo correcto. En mi experiencia todos los empleados públicos de las oficinas visitadas estaban concentrados en su labor y ejerciéndola propiamente (con algunas metidas de pata que de seguro irán mejorando). Pero, si las reglas no están claras y no se aplican a todos por igual, el desorden se va trasladando desde un aspecto a otro.

Algún día los hombres tendrán que llevar apellidos de casados e iremos todos en familia de pasadía a las oficinas públicas y las mujeres no extrañaremos más a nuestros maridos, ni nuestro hogar (¡carajo!).