En junio de 1966, se organizaron las elecciones estando el territorio dominicano ocupado por tropas extranjeras, bajo despiadada represión e inseguridad para los opositores, y a favor del Dr. Joaquín Balaguer, quien representaba los interés de la oligarquía rancia y conservadora, así como de los interventores llamados en el aquel momento Fuerzas Interamericana de Paz (FIP), tutelada por la Organización de Estados Americanos (OEA), la cual obedecía a los intereses y dictámenes del gobierno de los Estados Unidos.
Al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y su candidato, Prof. Juan Bosch le fue imposible hacer campaña electoral. Las condiciones represivas ponían en riesgo su vida. Declarándose ganador de la contienda al Dr. Joaquín Balaguer, continuador del sistema político represivo del trujillismo, e impuso una nueva Constitución, en cuyo artículo 4 establecía:
“El gobierno de la Nación es esencialmente civil, republicano, democrático y representativo. Se divide en Poder Legislativo, Poder Ejecutivo y Poder Judicial. Estos tres poderes son independientes en el ejercicio de sus respectivas funciones. Sus encargados son responsables y no pueden delegar sus atribuciones, las cuales son únicamente las determinadas por esta Constitución y las leyes”.
El enunciado de que el gobierno de la Nación "es esencialmente civil", en los hechos, se correspondió con las preeminencias de jefes militares represivos, no permitió la independencia de los poderes, no fue democrático y mucho menos representativo. De manera que el propio Dr. Balaguer consideró públicamente que la Constitución era un pedazo de papel, que la corrupción se detenía en la puerta de su despacho, impuso congeló los salarios e hizo 300 nuevos millonarios. Le dio viso legal al 10% en las compras del Estado, herencia que aun hoy persiste magnificada.
En 1972 intentó realizar una fracasada reforma agraria y prácticamente entregó el país a la "Inversión Extrajera". Su gestión de Estado estuvo enfocada hacia políticas anti-insurgentes, justificó la represión política y social, toleró el grupo terrorista llamado la “La Banda Colorá”, que llamó los “Incontrolables. El estilo personalista, autocrático y autoritario se impuso durante sus 12 años de gobierno, (1966 a 1978). Se estima en más de tres mil los dominicanos y dominicanas muertos y desaparecidos en ese periodo. Aún está pendiente hacer justicia y establecer la verdad histórica.
El Partido Reformistas (P.R.) fundado en 1964, fue su aparato político de sustentación, más tarde Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), cuyos dirigentes y miembros acuñaron la frase “Lo que diga Balaguer es lo que va”, muestra de incondicionalidad y subordinación al líder, negando toda expresión y posibilidad de democracia interna, fenómeno que consolidó la cultura caudillista, los remanentes trujiliistas y la tendencia autoritaria y conservadora en segmentos importantes de la sociedad dominicana, sobre todo en los sectores de mayor ingreso. En mayo de 1971, moría asesinado en Bruselas Bélgica, Maximiliano Gómez (El Moreno), líder del Movimiento Popular Dominicano, muerte que se atribuye a los Servicios de Inteligencia Dominicanos y a la Agencia Central de Inteligencia Norteamericana. (CIA).
En enero de 1972 caen en desigual combate el Estado Mayor de los Comandos de la Resistencia compuesto por Amaury Geman Aristy, Bienvenido Leal Prandy, Ulises Cerón Polanco y Virgilio Perdomo Pérez enfrentando a las Fuerzas Armadas Balagueristas, y en febrero de 1973 cae prisionero y luego fusilado en las montañas de la Cordillera Central el Comandante de la Revolución de Abril del 65, Francisco Alberto Caamaño Deñó junto Eberto Lalane José y Alfredo Pérez Vargas.