Los datos existentes sobre el costo del consumo de servicios de atención médica por los inmigrantes haitianos, sus descendientes nacidos en RD y los transeúntes transfronterizos son muy controvertidos y están muy desactualizados, pese a que el Ministerio de Salud (MSP) cuenta desde la pasada década con una unidad especializada en la materia, la Unidad de Cuentas Nacionales en Salud (UCNS).
Extraña y desconcertantemente, el MSP ha excluido desde 2013 dichas informaciones de sus publicaciones y más recientemente de su página web. La publicación anual Gasto Nacional en Salud ha sido descontinuada, y en una publicación más reciente del pasado año 2017 titulada Serie homogénea del gasto sanitario para el período 2004 – 2014, aplicando el Sistema de Cuentas de Salud (SCS) 2011 tampoco aparece el gasto o inversión en salud en pacientes extranjeros.
La última publicación de los datos sobre el gasto en salud de los extranjeros publicados por el MSP corresponde al año 2012, los que presentan enormes diferencias con las cifras que divulga la dirección del Servicio Nacional de Salud en los medios de comunicación y con otras estimaciones basadas en datos de consumo de servicios de la Encuesta Nacional de Inmigrantes de 2012.
De acuerdo al reporte Informe del Gasto Público en Salud República Dominicana 2012, el monto total del gasto para la atención a pacientes extranjeros realizado por el Ministerio de Salud Pública en el año 2012 fue de RD$1,288.86 millones, el cual equivale a un 3.87% del gasto total del MSP y al 2.02% del total general de la inversión en salud del sector público. Los servicios otorgados incluyen consultas, emergencias, internamientos, servicios de laboratorios, partos, cesáreas, control de embarazos, cirugías, transfusiones de sangre y vacunación.
Otra estimación cercana, de RD$1.264.7 millones, es la que realiza el economista Antonio Ciriaco, actual director de la escuela de Economía de la UASD, para el Fondo de población de las Naciones Unidas (UNFPA) en el año 2014, aplicando a los datos de servicios derivados de la ENI-2012 el gasto per cápita de la UCNS del MSP.
Sin embargo, una estimación realizada en el marco del estudio Características y análisis de salud de la población de origen extranjero basado en los datos de la ENI-2012 sitúa el gasto en salud de los extranjeros en apenas 506.02 millones de pesos (http://dominicanrepublic.unfpa.org/es/publicaciones/caracteristicas-y-analisis-de-salud-de-la-poblacion-de-origen-extranjero). ¿Por qué esta diferencia con las dos estimaciones anteriores? Ella se debe a una discrepancia con los datos sobre servicios que utiliza del MSP. Veamos.
En lugar de los reportes mensuales de servicios de los establecimientos hospitalarios (Formulario 67-A) que sirven de base a las estadísticas que elabora y publica el Departamento de Información y Estadística de Salud (DIES) del MSP, la Unidad de Cuentas Nacionales utiliza para la estimación del gasto en salud de los extranjeros los datos reportados por las regionales de salud en sus memorias anuales, datos mucho menos rigurosos que los primeros. Así, por ejemplo, mientras la DIES publica que en 2012 los extranjeros recibieron 324,475 consultas y emergencias, 28,260 internamientos, 15,948 partos y cesáreas y 288,268 análisis clínicos, las regiones de salud reportaron en sus memorias anuales 1,542,053 consultas y emergencias. 54,223 internamientos, 24,744 partos y cesáreas y 957,001 análisis clínicos. Es obvio que estas últimas cifras son insostenibles, si se comparan con el total de esos servicios otorgados a la población general.
En el caso de las atenciones obstétricas, que constituyen el foco de atención de las alarmas sobre el consumo de servicios de salud de los haitianos y descendientes, si bien es cierto que estos representan en promedio el 17% del total de partos atendidos en los centros públicos de salud y que en la mayoría de los hospitales de la zona fronteriza y de la región este del país superan el 50% (por ejemplo, 82.8% en Restauración, 86% en Bánica y en Guayubín, 80% en Pepillo Salcedo, 84% en Polo-Barahona-, 67% en Higuey, 65% en Dajabón y en Elías Piña), debe tenerse muy en cuenta que un número significativo de esas parturientas son trabajadoras haitianas, esposas de trabajadores inmigrantes o de descendientes de inmigrantes nacidas en RD que no poseen seguro de salud porque sus empleadores que evaden el pago a la Seguridad Social.
Ya sea que se asuman como válidas las estimaciones del gasto obtenidas con las cifras de la DIES o las de la UCNS del MSP, lo cierto es que las mismas están muy distantes del monto de RD$5,300 millones que difunde el director del Servicio Nacional de Salud, cifra que validó y también divulgó el actual Presidente Danilo Medina en 2014 en la reunión ordinaria de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en La Habana con posterioridad a la Sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional.
En todo caso, el gasto per cápita en salud de los haitianos está muy por debajo del de los dominicanos, y el monto total y porcentaje consumido en servicios de salud con respecto al gasto total en salud está muy distante de los 89 millones de RD$ ó 116 millones de RD$ que aportan al Producto Interno Bruto de RD los trabajadores inmigrantes haitianos, montos equivalentes a al 4.1% o al 5.4% del PIB, de acuerdo a las estimaciones realizadas por los economistas dominicanos Jeffrey Lizardo y Carlos Gratereaux en el estudio Aporte de los trabajadores inmigrantes la actividad económica: una aproximación (http://dominicanrepublic.unfpa.org/es/publicaciones/el-aporte-de-los-trabajadores-inmigrantes-la-actividad-econ%C3%B3mica-en-la-rep%C3%BAblica).
Finalmente, dada la diversidad y opacidad en las cifras sobre la magnitud del gasto en salud y los servicios que se prestan a los inmigrantes haitianos y sus descendientes en RD, y el ruido mediático que producen los sectores y grupos xenófobos con respecto a las “parturientas” haitianas, promoviendo hostilidad y odio hacia esos ciudadanos inmigrantes que acusan un alto grado de exclusión social, el Gobierno dominicano, vía el Ministerio de Salud, debe transparentizar y actualizar las estadísticas oficiales al respecto.