El domingo 24 de septiembre de 2017, pasó por debajo de los ruidos de los terremotos y huracanes, el hecho más importante desde la ascensión de Trump a la Presidencia de Estados Unidos, como fueron las elecciones teutónicas que pronosticaban resultados nada dramático: Ángela Merkel seguirá siendo la líder de Alemania, la economía más sana de la vieja Europa. ¿Qué importancia tiene en la coyuntura actual la permanencia de la Dama de Hierro?

China tiene en su costilla a Corea del Norte, pugnándole con garras nucleares la paz en la península donde existe un Estado de Guerra “latente” porque se firmó el cese de fuego y no la paz allá en 1953. Técnicamente, es la guerra más vieja vigente en el mundo.

Al igual, Alemania tiene clavadas las garras del Oso exsoviético pegada a las costillas del costado de Ucrania. Igual que China, enfrenta la ralentización de la economía mundial. Tiene la tarea extra de recomponer la casa de la Unión Europea postBrexit,  y encima de esa, lidiando con Trump de Presidente de los Estados Unidos de América.

El País, de Madrid, España, recopiló un dossier sobre la coyuntura de Merkel en el siguiente enlace: https://elpais.com/agr/la_alemania_de_la_era_merkel/a/ Sin nada de desperdicios.

Ana Carbajosa, en su artículo, “En Alemania  (casi) todos los partidos son de centro” recalca el hecho de que la mayoría de partidos y votantes va por un modelo de país y de cultura. La moderación ante todo. Las encuestas señalan hacia un centro sociológico que cohesiona al país. ¿Qué más idílico para una coyuntura salpicada de extremismos?

Le cae como anillo al dedo a Macron, de la vecina Francia, para que ofrezcan el peso de una Europa calma frente a los extremismos que provoca la crisis en todo el vecindario comunitario.

Con una constancia como la reafirmación de la Merkel, el juego internacional remarca el rol de la Merkel para los espíritus aguerridos que tienen sus manos sobre botones nucleares. Es un rol de líder mundial de una superpotencia en ciernes como es la Unión Europea.

Sigue en ascenso el de potencia mundial. ¿Cómo revisará Putin sus fichas geoestratégicas?