Estudios realizados por el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), por medio de su dirección técnica, recogen que la generación de las problemáticas  que padecemos en torno al abastecimiento de agua que garantice nuestras vidas y que sustente la producción nacional, todos los dominicanos y dominicanas, tenemos nuestra cuota de responsabilidad, al resultar las mismas, de comportamientos incorrectos en torno a su uso, administración y preservación.

Resultados que reafirma,  soportándose a su vez, en las estadísticas  de la Organización de Naciones Unidas (ONU),  con relación al cumplimiento del país de las metas del Desarrollo del Milenio hasta el 2015, además, de sus tareas  pendientes con relación a éstas de cara al 2030, las cuales establecen que en el tema del agua potable y el saneamiento ambiental,  seguimos rezagados.

Respecto a lo cual, entiende requerible, mayores grados de conciencia, sobretodo, al contener sus levantamientos, como causa contribuidora del deterioro de nuestro hábitat y de las fuentes hídricas, la ausencia de una correcta planificación del progreso de las comunidades urbanas y rurales, al procurarse resolver asuntos inmediatos de las mismas, olvidándonos del futuro de nuestros ríos, de los bosques  y  del medioambiente.

Añadiendo a dicha  realidad, que pese al ser hoy en día el agua, un sueño para casi mil millones de personas en todo el mundo, nos hace falta mayores niveles educativos,  que permitan dimensionar su  valor y significado  para nuestras vidas y las de futuras generaciones, dando paso a  conductas colectivas bien articuladas, que permitan  preservar sus fuentes y además  usarlas con  racionalidad.

Soportado en el referido criterio, es del pensar que debemos concentrarnos en implementar lo planteado, dada la muy grave situación por la que atraviesan miles de dominicanos, que sufren limitación en beneficiarse del vital líquido, junto a las diversas formas de vida animal y vegetal, que conforman el territorio nacional.

Hacia un nuevo enfoque:

Para el CRD, si bien es cierto que el asunto del agua es una realidad mundial, su problemática concreta siempre será  local,  al ser fundamental para la alimentación y calidad de vida,  lo que nos obliga, proveernos  de un nuevo enfoque, que lo oriente a ser el principal centro de nuestro accionar socioeconómico y sociopolítico.

Exigiendo lo trazado, conforme a su parecer, una firme colaboración entre los sectores públicos y privados, sustentada en una buena orquestación de iniciativas y esfuerzos, debiendo a su vez el Estado Dominicano, concentrar y unificar voluntades, así como, dedicar los recursos que fuesen necesarios, para lograr que más hogares tengan acceso al agua potable y al saneamiento de sus viviendas.

Como complemento esencial a los cometidos propuestos, el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), visualiza,  que corresponde a los componentes de la sociedad dominicana, sin excepción alguna, asumir en sus manos: Preservar los recursos naturales, defender y reforestar las cuencas de los ríos y evitar la contaminación ambiental, como también, hacer un uso racional del agua, elevando los niveles de concientización sobre su conservación y  su vital rol.