Intentar atrapar en breves palabras las múltiples dimensiones de una figura con la estatura de Próspero Jiménez – Santiago de los Caballeros 2 de agosto 1946 – desafía el poder de síntesis, la capacidad de resumir, de todo aquel que trate definirle. Sería lo mismo que pretender  introducir un roble centenario dentro de la semilla que le dio origen, encontrar una montaña en Holanda o un alférez de  Marina en Bolivia o Suiza.

Es que para el autor en él se dan cita el compueblano heredero de las mejores tradiciones cibaeñas; el alumno sobresaliente en las aulas de Engombe; el prestigioso profesional del campo dominicano; el político que hizo de la conciliación un arte; el estimado profesor de Extensión Agrícola, Fitotecnia III y Olericultura de la FCAV de la  UASD y el exitoso empresario que aperturó un nicho desconocido en el mercado avícola nacional.

Ingeniero Agrónomo Próspero Jiménez

Junto a Ángel Payán Milán (+), Omar Despradel, Máximo Cabral (+), Carmen Nieves, Carlos Polanco (+), José Romero del Valle, Jacqueline Lora R., Adelino Franjul, Orlando Ramírez (+) y Luís Zoquier conforman  la élite, la selección genealógica de los mejores estudiantes a los cuales ofrecí docencia antes de mi jubilación en 1992, estando en su gran mayoría – salvo los fallecidos – activos en el ejercicio de la profesión.

Al igual que otros colegas oriundos de Santiago, a Próspero le conocí antes de su matriculación en la Escuela de ingenieros agrónomos de la UASD pues un  hermano suyo de mayor edad, llamado Ramón Arturo,  fue mi condiscípulo en la Intermedia y la Secundaria.  Este último era también un estudiante brillante hecho que me invita a pensar que esta disposición al aprendizaje es una vocación familiar  alentada sin lugar a dudas por una paternidad responsable.

Como alumno Jiménez Castillo se caracterizaba por sus destrezas en Matemáticas y Fitotecnia asignaturas de no fácil comprensión para la generalidad de sus condiscípulos,  y sus preguntas puntuales y atinadas observaciones ponían en apuros a jóvenes profesores que se iniciaban en el magisterio universitario, distinguiéndose siempre en las aulas, campos y laboratorios por una conducta donde el respeto y la consideración eran las normas.

Mientras era estudiante fue Monitor de Mineralogía y Geología y de Matemáticas superiores,  y como legatario de la campechanía y bonhomía típicas de los nacidos en la región del Cibao, tanto en las horas de clases, viajes de prácticas y en el campo experimental mostraba una efusividad y condescendencia con sus condiscípulos aun recordada por éstos y muchos miembros del profesorado de la Facultad, detalles conductuales que también han distinguido su desempeño profesional en diferentes instituciones.

Ha sido Director Regional Norte del Ministerio de Agricultura, Director del Instituto del Tabaco (INTABACO), Director Regional del Noroeste del referido Ministerio y Gerente Regional Norte del Instituto de Estabilización de Precios (INESPRE).  Estas posiciones, además de revelar sus condiciones de dirigente y organizador,  demostraban a su vez la confianza y alta estima que gozaba ante el ex presidente Hipólito Mejía y el ex ministro Eligio Jáquez.

En ningún curriculum de este destacado egresado se mencionaría una faceta de su carácter apreciada por todas sus amistades: se trata de su inagotable y celebrada vena humorística que le impulsa al relato jocoso de hechos de la más variada naturaleza.  En reuniones con antiguos compañeros de curso, de trabajo, con políticos o familiares, al final de las mismas hay sesiones destinadas a la puesta en evidencia de su histrionismo y comicidad.

Aunque por lo general repita algunos de sus afamados cuentos, el auditorio siempre los escucha con arrobo y atención puesto que el manejo que hace de la pantomima, del suspenso, de la gesticulación facial y oral y la aparente seriedad  que les imprime al final, hacen que cada nueva versión tenga algo novedoso, cierta originalidad que forzosamente desatan la hilaridad, la algazara en el público presente.

A diferencia de muchos que han ocupado posiciones de dirección en diferentes gestiones gubernamentales, Próspero no ha descuidado en lo absoluto su formación  profesional (la agropecuaria y su enseñanza)  y por consiguiente actualiza y refresca sus conocimientos, consulta con frecuencia las últimas novedades bibliográficas y aplica el método científico en todas las actividades que requieran una labor previa de investigación o experimentación.

En obediencia a este último criterio ha desarrollado en los dominios de los  gallos de lidia o pelea- un deporte ancestral en nuestros campos y ciudades – toda una industria orientada hacia la generación de medicamentos para la asistencia nutricional y sanitaria de esas fogosas aves, empresa denominada GalloLab rankeada a la hora actual en la posición número uno en el país entre las dedicadas al tratamiento y cuidado de los gallos de combate.

El humor y la ironía siempre aposentados en el genoma de Próspero – no olvidar que este nombre designa a un individuo abierto, simpático, de apariencia distendida – hicieron que su farmacología fuese bautizada con nominaciones un tanto risibles,  y así notamos que el medicamento utilizado contra la Queresa se llama Kereson; contra el parásito de las plumas se denomina Pluma sana y contra el Moquillo del ojo se designa Moquiojo, y así por el estilo.

La seriedad y la postura científica con las cuales ha abordado el estudio y etología de estas aves domésticas, lo ha conducido a ratificar que los gallos de pelea son zurdos – en sus combates la pata izquierda prepondera sobre la derecha -;  que responden a los reflejos condicionados y a las radiaciones electromagnéticas de la Tierra, y que sus niveles de Testosterona varían según las estaciones del año: (en invierno o días cortos disminuyen, aumentando en la primavera o días largos,  coincidiendo esto último con una mayor producción de huevos por parte de las gallinas garantizándose así su fertilización.)

Todos estos hallazgos y muchos más demandan no solamente la existencia de una mente dotada de las alertas y el dinamismo propios a un científico de fuste sino también  un intenso trabajo de campo y de gabinete como el llevado a cabo por Jiménez Castillo, de quien desafortunadamente debo, por razones de tiempo,  omitir otras excelencias y cualidades.  Próspero es en definitiva todo un Ecosistema y por consiguiente difícil de describir íntegramente.

El próximo sábado 11 de agosto durante el 4to. Encuentro de los egresados de Engombe a celebrarse en el hotel “Gran Almirante” de Santiago, Próspero Basilio pronunciará una conferencia titulada “Claves para el éxito como emprendedor agropecuario” de gran significación e importancia para los jóvenes técnicos interesados en la innovación y el  emprendedurismo en el campo dominicano