El pasado martes 24 de mayo el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) publicó su informe sobre los resultados preliminares de la economía dominicana en el período enero – marzo 2011.

Debido a que una gran parte de las informaciones contenidas en el informe todavía son de carácter preliminar, voy a limitarme a comentar únicamente algunos aspectos generales sobre lo que considero más importantes del informe y sus implicaciones para el resto del año.

Desaceleración

Según las cifras preliminares, el crecimiento de la economía dominicana, medido a través del Producto Interno Bruto (PIB) a precios constantes, se desaceleró desde un nivel de 7.5% en el primer trimestre de 2010 hasta 4.3% en igual período de 2011.

Esta desaceleración del crecimiento refleja los efectos de las medidas monetarias y fiscales restrictivas que, desde finales del 2010, ha estado adoptando el Gobierno con la finalidad de evitar presiones que pudieran amenazar la estabilidad del mercado cambiario y del nivel de precios.

En cuanto al desempeño a nivel sectorial, los sectores que registraron la mayor desaceleración en su ritmo de crecimiento fueron el sector agropecuario, la elaboración de bebidas y productos de tabaco, el comercio y las telecomunicaciones.

Sin embargo, me llamó la atención que algunos sectores registraron una importante aceleración en su crecimiento. Por ejemplo, el sector de zonas francas registró un crecimiento de 10.3%. La última vez que este sector había logrado una tasa de crecimiento positivo en el primer trimestre del año fue en el 2005.

De igual manera, el sector de minería se recuperó significativamente, registrando un crecimiento de 42.3% con respecto al año anterior. En este caso, la dinamización se debe a que la empresa Falconbridge reinició sus actividades de extracción de ferroníquel en los primeros meses del 2011.

Presión

A pesar de la desaceleración del crecimiento económico, el déficit de la cuenta corriente en el primer trimestre del 2011 ascendió a US$853 millones, unos US$452 millones (112%) por encima de igual período en el 2010.

Este significativo aumento del déficit en nuestro intercambio de bienes y servicios se explica por el incremento de unos US$248 millones en la factura petrolera conjuntamente con el aumento experimentado en el resto de las importaciones debido a los incrementos en los precios internacionales de las materias primas.

Ahora bien, lo que más me sorprendió de las informaciones referentes a la balanza de pagos fue que la cuenta de capital y financiera, que usualmente permite financiar gran parte del déficit en la cuenta corriente, registró un saldo negativo de US$68 millones en el primer trimestre de 2011. La última vez que la balanza de pagos generó un saldo negativo en el primer trimestre fue en el año 2004.

Todo lo anterior implicó que la balanza de pagos cerró el primer trimestre del presente año con un saldo negativo de US$736 millones, provocando una caída de similar magnitud en las reservas internacionales del BCRD para evitar una depreciación fuerte del tipo de cambio.

Ajuste

En lo que tiene que ver con el comportamiento de las finanzas públicas, las cifras preliminares indican que el Gobierno generó un déficit fiscal de unos RD$16,000 millones en el primer trimestre del 2011.

Esta cifra debe analizarse desde dos perspectivas.

En primer lugar, este nivel de déficit es muy similar a los RD$15,000 millones registrados en el primer trimestre del 2010, lo que evidencia cierto tipo de control sobre las finanzas públicas por parte del Gobierno.

Sin embargo, hay que tomar en cuenta que el Presupuesto para 2011 contempla un déficit de unos RD$33,500 millones. Esto quiere decir que solamente en el primer trimestre se consumió un 48% del déficit aprobado para todo el 2011. Por tanto, para cumplir con la meta actual de déficit, será necesario un ajuste aún mayor del sector público.

Algo de esperanza

Las cifras preliminares permiten apreciar que las autoridades están enfrentando un gran reto para preservar la estabilidad macroeconómica.

Por tanto, entendemos que todos los esfuerzos de las autoridades deben enfocarse en lograr que sean aprobadas la quinta y sexta revisiones al Acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) lo antes posible. Esta aprobación implicaría que el país recibiría recursos frescos del FMI, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre otros. Además, se abrirían las puertas para la colocación de los bonos soberanos que están contemplados en el Presupuesto.

La entrada de estos recursos permitiría aliviar las presiones sobre la balanza de pagos y sobre las finanzas públicas, garantizando la estabilidad en el resto del 2011.