Actualmente es un término muy de moda, sin embargo, a lo largo de la historia de la humanidad siempre ha habido influencers, evidentemente no se manifestaban a través de los medios digitales. Pero los grupos humanos suelen ser influenciados por personas con determinados liderazgo y habilidades.

La persona a la que sigues se supone que tiene ciertas cualidades que tú admiras, ya que es poco motivador seguir a alguien que no coincida con nuestros intereses. En el mundo actual tenemos una amplia gama de estímulos a nuestro alrededor y nosotros decidimos a qué prestaremos atención.

En un tiempo estuvo de moda la frase “dime con quien andas y te diré quién eres”, hoy en día ha perdido algo de vigencia porque la vida nos impulsa a relacionarnos y convivir con un sinnúmero de personas a veces muy diferentes a nosotros, pero con las que compartimos alguna de nuestras facetas. Por lo que actualmente podría ser más significativa la frase de: dime a quién sigues y te diré quién eres.

Mediante el aprendizaje vicario o por modelamiento (imitación), todos seguimos los pasos de alguien: nuestros padres, profesores, sacerdotes o pastores, nuestros amigos y vecinos. Pero por nuestro desarrollo a nivel de las comunicaciones, también podemos seguir modelos fuera de nuestro contacto personal, lo que nos permite una mayor capacidad de elección y un desarrollo más completo. En el marketing, los influencers han sido muy útiles para hacernos gastar dinero, por ejemplo, un campeón de fórmula 1 anunciando un auto deportivo. Quien dice no seguir a nadie, se conoce poco a sí mismo. Los que no escogen sus caminos son arrastrados a los caminos de otros.

Entre gente de poca madurez se detecta una cierta afición a seguir algunas celebridades que francamente representan antivalores y es preocupante el número de personas que parecen interesarse en lo que promueven. Para las mentes débiles el observar un grupo grande moviéndose en una dirección les puede convencer de que ese es el mejor camino. A menudo se generaliza un rechazo tanto a influencers como a políticos, lo que no es correcto. Es un grave error ponerlos a todos en el mismo costal, lo correcto es analizarlos individualmente con mente crítica.

La generación actual muestra tendencias a la vida “light”, a los compromisos de corta duración, a relativizar valores y a extender su estatus de dependientes más de lo razonable; además a veces son atraídos por algunos influencers que no aportan nada positivo. La esperanza de la humanidad es que logren cambiar de mentalidad antes de que la generación que tiene el control les pase el relevo, porque puedes ir dormido en un auto, pero no si llevas el volante.

En vista de que nuestras vidas se estructuran en base a nuestras ideas, que pueden ser correctas o no, es de suma importancia que tengamos referencias sólidas y precisas para que podamos acceder a las metas que individual y colectivamente nos convengan. Podríamos tener ciertas tendencias negativas, pero si nos orienta un líder que las tiene también, podría reforzárnosla. Puedes seguir a quien consideres o quieras, pero nunca renuncies a tu capacidad de pensar.

Aunque en nuestra existencia aprendemos constantemente los unos de los otros, tenemos que lograr no ser demasiado influenciables, pero los medios de comunicación nos impulsan a ser una masa acrítica, fácilmente manejable. Lamentablemente muchos que se están tomando el tiempo para estudiarte e influir en ti, no están interesados en tu bienestar sino en el de ellos, por lo que es importante que puedas conectarte con tu realidad y tener pensamientos propios.

Los cristianos supuestamente seguimos a Jesucristo, pero a menudo sólo cumplimos con ciertas normas de las iglesias. Si de verdad los miles de millones de cristianos que habitamos actualmente la Tierra creyéramos las palabras que predicamos, el mundo sería muy diferente a lo que conocemos, ya que un solo cristiano auténtico es capaz de hacer maravillas. Pero, aunque camines mal, no te apartes del camino. Es mejor hacerlo mal que no hacerlo.

Si notas que tienes cierto liderazgo o capacidad de influir en las personas, procura desarrollar tus aspectos positivos y que sea eso lo que realmente transmitas. Si te dedicas a proyectar tus miserias, no solamente afectarás al mundo en que vives, sino que te resultará muy difícil tener una vida grata. Asusta el abandonar la máscara social y mostrar la personalidad real, pero si al hacerlo perdieras amigos realmente no eran amigos. Mostrando la mejor versión de ti, es la única forma de vivir la existencia más gratificante posible.

Necesitamos mente abierta para poder avanzar, porque el mundo no es una realidad estática sino un proceso dinámico que construyes desde tus pensamientos y en ese proceso beneficiarnos de la experiencia de otros es esencial. Identifica tus metas en la vida y encontrarás quienes podrían darte una idea sobre el próximo peldaño que deberás subir, pero sabiendo que tu camino no es el de ellos, porque eres irrepetible.