La verdad es que en la República Dominicana, existen personas cuyo propósito creo sin temor a equivocarme desde que estaban en el vientre de sus progenitoras, que vinieron al mundo, solo para criticar todo, incitar a la violencia y vivir del cuento como se dice en base al chantaje, la extorsión y otros mecanismos instituidos por sectores rancios y minimizados, cuyas secuelas aún persisten en el país.
Desde el inicio del primer período de gestión de gobierno del Presidente Danilo Medina, el 16 de agosto del 2012, en la reforma fiscal aprobada, uno de los temas fundamentales era el incremento al derecho a circulación a través de las Placas de los vehículos de motor o los denominados marbetes, porque ya las chapas no se cambian anualmente como ocurría en otros tiempos, de un 1% del valor establecido en la tabla de la Dirección General de Impuestos Internos, dependiendo el tipo y el año de cada vehículo.
Esto generó un gran revuelo en el país y la sociedad civil en sentido general manifestó su rechazo, por lo que el Presidente Danilo Medina, poniendo el oído en el sentimiento de la gran mayoría del pueblo dominicano, dejó sin efecto ese tema, manteniendo el mismo impuesto de RD$1,200.00 pesos a los vehículos hasta el año 2011 y RD$2,200.00 pesos a los vehículos desde el 2011, hasta la fecha.
Las críticas que le han hecho a la medida adoptada por el gobierno de incrementar tan solo 300 pesos al año, a los vehículos hasta el año 2011 y de 800 pesos al año a los vehículos del 2011 al 2016, solo demuestra la mediocridad y la falta de sinceridad, para aportar tan solo un granito de arena, para que la República Dominicana en algún momento deje de ser un país de los denominados tercermundistas.
Igual ocurre, con el incremento que recientemente se le hizo al pago de los peajes, y lo más sorprendente es que muchos de los que alzan su voz de protesta en contra de estas medidas que dicho sea de paso son necesarias e inaplazables, han tenido la oportunidad de viajar al exterior y tienen familias en diferentes países y saben más que yo, que aquí en la República Dominicana, esos impuestos, tanto de las placas como del pago de los peajes en las autopistas de nuestros país, son irrisorios y risibles.
Ahora bien como digo una cosa, tengo que decir la otra; los recursos que sean recaudados por el incremento de los peajes, deben ser utilizados única y exclusivamente para el mantenimiento, señalización, iluminación y otros gastos, de las autopistas recaudadoras y que los mismos no sean desviados a otros fines, porque eso sí que irrita a los ciudadanos, que mientras le incrementan los impuestos, los mismos no les sean devueltos en la mejoría de los bienes y servicios.
No obstante todo el que ha tenido la oportunidad de conocer personas alrededor del mundo y de manera más específica en Latinoamérica, debe de comprender que los países sub-desarrollados como el nuestro solo pueden avanzar, adecuándonos a los tiempos, creando la cultura de pagar los impuestos que es un deber de todo ciudadano, salvo de los que están exentos, que son todos los que perciben mensualmente un salario inferior a los RD$34,150.00 pesos.
En lo que no estoy de acuerdo es que un ciudadano que haya adquirido un vehículo de millones de dólares o decenas de millones de pesos, paguen lo mismo que los que tenemos vehículos utilitarios, creo que hay que legislar para declararlos vehículos suntuarios y que paguen mayores impuestos cuando vayan a renovar sus marbetes, como ocurre con las viviendas suntuarias, que están exentas del tributo, cuando su valor es menor de 6.5 millones de pesos.