Las recurrentes denuncias expuestas con fuertes argumentos por Alicia y Nuria no encuentran eco en el sistema judicial.
Esto puede deberse a que el poder judicial es el primero y mayor de los sistemas corruptos si nos atenemos a la lógica de que si no fuera por esto los otros poderes corruptos ya estuvieran extirpados de raíz.
El primer elemento que cubre de inmunidad a las figuras denunciadas por reportajes es la cuestión procesal que pune la corrupción como crimen pero se valida en prueba substancial. Esas pruebas documentales nunca serán parte de un proceso en la agenda del Poder Judicial.
Esto ocurre porque el instrumento para mantener la justicia al margen de procesos sobre corrupción es la 'verdad procesal' de la cual se hace eco desde abogado hasta juez para mantener fuera de las rejas a la bestia corrupta.
Si la figura de Defensor del Pueblo cae en individuos vinculados al pandillerismo judicial, podemos afirmar que las acusaciones de crímenes financieros no tendrán una justa causa como inicio de la acción penal.
Pese a las denuncias está muy claro que no existe un sistema judicial dominicano que pueda dar cuenta justa de corruptos y corruptores. No se busca justicia para el pueblo, se busca justicia para el acusado o denunciado de corrupción.
Claro, si hubiese voluntad política habría un segundo "Najayo".
¿El Defensor del Pueblo? ¡Otro payaso!
¡Es solamente esperar para ver!