I-Marco Teórico Conceptual:

Las políticas tributarias parten del principio de que los impuestos deben ser aplicados según la capacidad de pago de cada ciudadano; la capacidad de pago asumía el paradigma de que, si los más ricos podían pagar mayores impuestos, estos serían el contrapeso de aquellos que NO lo podían pagar.

Este paradigma, de la capacidad de pago, constituye el postulado principal de toda la política fiscal racional que hoy conocemos.

Sin embargo, este paradigma colapsa ante las ingentes e inoportunas reformas tremendistas que afectan el entorno Fiscal y Monetario. Se entiende que, reformar estos entornos del sistema económico, de acuerdo con las exigencias de la justicia social, es el principal objetivo de la política tributaria, para armonizarla con los grandes agregados económicos de la nación.

Esta relación armónica debe de ser utilizada como un instrumento para intervenir mejor la vida del mercado y sus actores principales:

a)-Precios

b)-Abastos

c)-Alcance y/o blanco de publico

De ahí que, el nivel impositivo óptimo, es aquel que puede establecer las ¨cuotas de abastos, precios y alcance en un mercado donde el Consumidor tiene acceso a TODA la información del Mercado.

Sin embargo, el famoso ¨Séteris Páribus¨ de la economía NO existe y el Mercado es un enclave lleno de imperfecciones que originan distorsiones como el agio y la especulación.

Estas imperfecciones, se pueden ¨distribuir¨ más equitativamente a través de una Política Fiscal más incluyente, basada en la capacidad de pago, de manera que el consumidor (contribuyente) pueda maximizar sus ingresos cotidianos.

Pero…………….. NO todo es color de rosa: Cuando la Capacidad de Pago se lleva a extremos insostenibles, genera la necesidad de aplicar ¨normativas confiscatorias¨ aplicables a cualquier ingreso o riqueza superior al mínimo/máximo, que los ciudadanos pueden pagar. Esta condición, de inmediato se reviste de una regresividad asombrosa y el Estado empieza a ver a todos sus ¨contribuyentes¨ como delincuentes, ya que sus capacidades de pago inciden en sus hábitos de consumo, como un efecto directo de políticas fiscales altamente regresivas y confiscatorias. Por estas distorsiones, es que el Mercado se estanca y los precios se disparan astronómicamente.

II-Marco Teórico Puro:

Considero de suma importancia presentarles esta parte, debido a que todo análisis, por venal que fuera, debe de estar sustentado en los principios que lo enuncian.

Existen numerosas teorías impositivas (origen, aplicación y efectos). Sin embargo, solo me circunscribiré a lo más elemental del tema.

Toda teoría impositiva parte del marco conceptual descrito anteriormente, y se le denomina Economía Publica o Economía del sector Publico.

Nuestro inefable Adam Smith escribió:

¨Toda impronta dirigida hacia el manejo de la cosa pública, debe redundar en beneficios para la comunidad/Estado¨.

¨Además, la capacidad de pago de impuestos, tributos, aranceles, árbitros y tarifas(cuotas), debe de estar ceñida a: ¨

1-Los pagos deben de ser proporcionalmente equitativos a los ingresos.

2-Su origen NO debe ser arbitrario. Por el contrario, apegados al raciocinio y la justeza.

3-Los calendarios de pago DEBEN coincidir con las obligaciones de los contribuyentes para generar dichas capacidades de pago.

4-La administración Tributaria debe de manejarse bajo los modelos presupuestarios de optimización absoluta, cero dispendios.

[A dam Smith, The Wealth of Nations: A Translation into Modern English, ISR/Google Books, 2015. Book 5 (Government Finances: Public Expenditure, Taxation and Borrowing), paginas 423, 429.]

Además, a través de los años, y dentro de la literatura más contemporánea, nos encontramos con los trabajos de Arthur Cecil Pigou que estableció nuevos paradigmas sobre las capacidades de pago. Según postula su teoría del Intercambio Voluntario:

¨los niveles impositivos son determinados, automáticamente, debido a que los contribuyentes pagan, de manera proporcional, a los beneficios que reciben del estado/Gobierno¨. ( La Economía del Bienestar, 1920)

En otras palabras, los ciudadanos que reciben más beneficios estatales deben de pagar más. Sin embargo, este es un proceso de ¨Toma y Daca¨ donde el ciudadano espera recibir beneficios acordes con lo que está pagando.

Esta dicotomía la expreso Erik Robert Lindhal en sus trabajos sobre economía fiscal, donde indicaba que la ¨capacidad de pago de los contribuyentes, si se estimaba de una manera incorrecta, amenazaba la capacidad recaudatoria del Estado y por ende la inversión social¨.

De ahí que los impuestos a pagar se vean, por parte de los contribuyentes, como un sacrificio y no una obligación.

[Giersch, Thorsten (August 2007). "From Lindahl’s Garden to Global Warming: How Useful is the Lindahl Approach in the Context of Global Public Goods?")].

III-Objetivos Fiscales v/s los NO Fiscales (el Clientelismo Parasitario):

Jamás coincidirán estos dos objetivos:

La razón fundamental estriba en que la potestad de cobrar los impuestos también otorga la potestad de desarticular el Ordenamiento económico.

Esta desarticulación destroza la economía de mercado; utilizando esa potestad impositiva incentiva a los gobernantes y partidos políticos a utilizarla con fines clientelares y proselitistas, desplazando a la economía de mercado.

Este desplazamiento ocurre cuando la coexistencia entre los estamentos público y privado desaparece. La razón es obvia: La corrupción permea al mercado y lo desestabiliza.

De ahí que, el Estado impide cualquier actividad autónoma individual y se transforma en totalitario.

Con ese poder omnímodo, el Estado anula la separación de la riqueza pública de la riqueza privada.

III-Consecuencias y resultados de una política impositiva altamente regresiva:

¨Cuando proliferan desmesuradamente los impuestos, se desnaturalizan, convirtiéndose en arma que puede destruir la economía de mercado. Tal conversión del mecanismo impositivo en instrumento destructivo; caracteriza las finanzas públicas¨.

(Why Tax Reform Is Impossible: Milton Friedman https://www.youtube.com/watch?v=TruCIPy79w8)

En el caso de nuestro país, donde la Presión Tributaria es difusa y se mide antojadizamente, sus efectos en alza pueden desarticular esta incipiente economía de mercado. Además, de continuar la retinue de ¨inversiones¨ del Banco de Reservas, que en realidad son inversiones del sector Publico, también pueden desarticular nuestra economía.

Otra de las ironías fiscales lo constituyen las tarifas o aranceles dirigidos para restringir las importaciones solapadamente.

Estas restricciones arbitrarias, dirigidas a proteger intereses empresariales, aliados al estamento político, ocasionan distorsiones en la economía dominicana. NO son objetivos fiscales, si no compromisos clientelares.

Como podrá apreciar el amigo lector, los entramados fiscales dominicanos solo tienen como norte el aspecto recaudatorio y pseudo proteccionista, con muy poca contribución al desarrollo económico y son más bien políticas dirigidas a mantener una masa de votantes ¨cautivos¨ al modelo clientelar de este Estado Dominicano.