Como indefensos y pasivos consumidores, debemos prestar atención a la anunciada fusión de la alemana Bayer con la estadounidense Monsanto, por sus repercusiones directas en la economía y la alimentación de gran parte de la población mundial.

Ya lo han advertido los ecologistas y otros sectores, como por ejemplo los mejores chefs de Francia, que no se trata de una simplefusión corporativa sino de una acción que puede traernos consecuencias nada buenas. Cuando los malos se unen hay que correr o pararse o pelear. Pero, ¿no dizque “Si es Bayer es bueno”? derivado de “si es alemán tiene que ser bueno”, el lema que nació en la época de nuestros bisabuelos para indicar que todo lo proveniente de Alemania era bueno.  A los cocineros de Francia, famosa por su gastronomía, no les parece así.

“Un centenar de chefs de Francia lanzaron este martes un grito de alarma contra la alianza de Bayer y Monsanto, por considerar que amenaza la diversidad y calidad de la alimentación en todo el planeta.En una carta abierta, los mejores cocineros de Francia proclaman que los profesionales de la restauración no pueden permanecer indiferentes a la compra del grupo estadounidense agroalimentario Monsanto por la farmacéutica alemana Bayer, anunciada la semana pasada. “Este nuevo mastodonte de las semillas y los pesticidas tiene una ambición: controlar toda la cadena alimentaria, desde la tierra donde crece la semilla hasta el plato del consumidor”. Carta de 100 de los mejores chefs de Francia, cable de AFP, MSN Noticias, 20 de septiembre de 2016

 

Mega-fusión Bayer-Monsanto

Una nota de El Pais fechada en Nueva York daba cuenta la semana pasada de que Monsanto había aceptado la oferta de adquisición por parte de Bayer. La multinacional agroquímica Monsanto aceptó la última oferta de compra de Bayer, dando así vía libre a la creación de la empresa líder en la industria y a la mayor operación que se realiza en efectivo. El anuncio oficial de la fusión, que se produce tras una nueva subida de la oferta de compra del grupo alemán, se formalizó antes de la apertura de Wall Street. La integración se espera que esté completada para final de 2017 aunque antes deberá someterse al examen de los reguladores porque abre una nueva era en el mundo de la agricultura.Se estima que la se concrete, tras la aprobación de los organismos reguladores de Estados Unidos, Canadá, Brasil y la Unión Europea, según dijo el director ejecutivo de Monsanto, HughGrant, tras confirmar el compromiso de compra-venta.

 

Genera temores

La operación anunciada ha despertado temores en muchos sectores. La agencia de prensa rusa Sputnik reportó este 23 desde Montevideo: “La anunciada compra de la corporación alemana Bayer a la estadounidense Monsanto traerá consigo una reducción en la inversión para el desarrollo científico, dijo a SputnikNóvosti el director ejecutivo de la empresa agroindustrial Los Grobo, Horacio Busanello."Creo que van a reducir los presupuestos, segundo, van a ser presupuestos más enfocados a determinados proyectos y en vez de focalizarse solo en semillas o en fitosanitarios van a tratar de tener un enfoque conjunto hacia cuál es la mejor solución tecnológica", dijo Busanello.

Según el ejecutivo de una de las empresas más importantes del Cono Sur americano en producción de soja, a pesar de que los presupuestos de investigación y desarrollo son millonarios, sus resultados no han sido revolucionarios desde hace 20 años cuando se lanzó "la soja resistente al glifosato". "Estas empresas están gastando mucha plata, muchísimos millones de dólares, diría que gastan cerca de 1.000 millones de dólares por año entre las dos en investigación y desarrollo y no están sacando muchos productos, por lo cual creo que van a reducir los presupuestos", insistió Busanello.[i]


Tras explicar la tendencia hacia la concentración en el sector agroquímico[ii] (fusión Dow Chemical-Dupont, adquisición de Syngenta por la estatal china Chemchina), el grupo “Ecologistas en acción”, manifiesta que “Esta deriva oligopólica, aunque prevista, supone una mala noticia para la población: la toma de decisiones sobre qué tipo de alimentos y en qué condiciones se producen se encuentra cada vez en menos manos y cada vez más lejos de la ciudadanía. Aunque Monsanto se ha convertido en un símbolo de todos los demonios de la agroindustria, no existen grandes diferencias en la apuesta que todas estas multinacionales han hecho por el futuro de nuestra agricultura: un modelo fuertemente petrodependiente, concentrador de la propiedad y basado en el cultivo de grandes extensiones dedicadas a la especulación en mercados internacionales”.[iii]Para Ecologistas en Acción la apuesta global por este tipo de agricultura, y el modelo alimentario en el que se integra, está siendo uno de los elementos más dañinos para el cambio climático. La necesidad del cambio hacia un modelo agrícola-alimentario en términos de justicia ambiental y social resulta cada vez más acuciante, y noticias como la de la unión de Bayer y Monsanto no hacen sino llevarnos un paso más lejos.[iv]

El único gigante agroquímico que queda solo ahora es BASF.
La variada historia de Monsanto

Monsanto es una multinacional estadounidense productora de agroquímicos y biotecnologíaagrícola, con sede en Creve Coeur, San Luis, Missouri. Es líder mundial en ingeniería genética de semillas y en herbicidas, el más famoso de ellos es el glifosato, comercializado bajo la marca Roundup. Fundada en 1901 por John Francis Queeny, Monsanto producía en un principio aditivos alimentarios como la sacarina y la vainillina; en la década de 1920 ya producía numerosos productos químicos industriales como ácido sulfúrico y PCB y en la década de 1940 se había convertido en un importante productor de plásticos, incluyendo poliestireno y fibras sintéticas. Monsanto consiguió logros notables en la industria química y sus científicos estaban a la vanguardia de la investigación en hidrogenación asimétrica catalítica; la compañía fue la primera en producir en masa diodos emisores de luz (LED). La compañía también fabricó productos polémicos como el insecticida DDT, los PCB, la somatotropina bovina recombinada y el Agente Naranja, utilizado en la guerra de Vietnam por Estados Unidos y responsable de la muerte de cientos de miles de personas y de la destrucción o daño de millones de hectáreas de selva y cultivos.

Monsanto fue pionero en la modificación genética de células vegetales, y uno de los cuatro grupos que anunciaron la introducción de genes en plantas en 1983; también fue uno de los primeros en realizar ensayos de campos de cultivo modificados genéticamente en 1987. Continuó siendo una de las diez mayores químicas estadounidenses hasta que se deshizo de la mayor parte de estas compañías entre 1997 y 2002 a través de un proceso de fusiones y escisiones que enfocaron a la empresa hacia la biotecnología.[v]

El lado oscuro de Bayer

Si nos quedamos con la historia de la aspirina, la humanidad debe agradecerle a Bayer su contribución al mejoramiento de la salud. Pero su actuación durante la Segunda Guerra Mundial borró con los pies lo que hizo con las manos.

El disidente estadounidense residente en Alemania desde 1952 Víctor Grossman[vi] (Nueva York, 1928) cuenta aspectos de Bayer un poco diferentes a los que nos enseñan en la escuela y en los libros de historia. Dice en un reciente BerlinBulletin[vii] titulado ¿Puede Monsanto mejorar a Bayer?: “Bayer, quizá más conocido por sus aspirinas, tan eficaces desde 1897, u otros medicamentos útiles, tiene un historial marcado por unas cifras de muerte mucho, mucho mayores. Bayer, junto con otras dos empresas químicas gigantes, BASF y Hoechst, fue quien desarrolló en terrible gas cloro que se utilizó en la Primera Guerra Mundial. En 1925 las tres empresas formaron un cártel gigante, IG Farben (JointInterestAssociationDyes), que se convirtió en el líder mundial de las farmacéuticas, los tintes y los productos químicos, a menudo después de tratos con DuPont y Standard Oil.

Durante los primeros años de la década de 1930 IG Farben se convirtió en el mayor donante de la campaña electoral de Adolph Hitler. Aunque al principio era ligeramente reticente debido a que algunos de sus científicos clave eran judíos, en los años decisivos antes de que Hitler lograra el poder IG Farben donó 400,000 a este y a su partido nazi, lo que fue ampliamente recompensado: IG Farben, con Bayer, se convirtió en el mayor especulador de las conquistas alemanas en la Segunda Guerra Mundial.

En una carta dirigida al director de IG Farben, Fritz ter Meer, a principios de 1941 el Dr. Otto Ambros elogió la amistad de IG Farben con las SS que aceleró la construcción de su fábrica de Auschwitz-Buna y escribió acerca de un banquete ofrecido por la administración del campo en el que “ se elaboraron todas las medidas para utilizar la verdaderamente excepcional gestión del campo de concentración de la manera más ventajosa para la fábrica de Buna ”.

Aunque Auschwitz fue el mayor y más espantoso emplazamiento de la historia destinado a aniquilar seres humanos, su objetivo básico había sido un gigantesco complejo de IG Farben para producir gasolina y caucho como parte de sus planes de conquistar Europa y el mundo.

A IG Farben no le interesaban únicamente el carburante y el caucho. La correspondencia entre los directores de Bayer y el comandante de Auschwitz incluía intercambios del siguiente tipo: “Con vistas a los experimentos que tenemos planificados con un nuevo fármaco para provocar el sueño, agradeceríamos si pudiera poner a nuestra disposición unos cuantos presos […]” – “Confirmamos su respuesta, pero consideramos que el precio de 200 RM [Reichmark] por mujer es demasiado elevado. Proponemos pagar no más de 170 RM por mujer. Si les parece aceptable, las mujeres pasarán a ser posesión nuestra. Necesitamos unas 150 mujeres […]” – “Confirmamos su aprobación del acuerdo. Les ruego que nos preparen 150 mujeres que tengan la mejor salud posible […]” – “Recibida la orden para 150 mujeres. A pesar de sus malas condiciones, fueron consideradas satisfactorias. Le mantendremos informado de los acontecimientos referentes a los experimentos […]” – “Los experimentos se llevaron a cabo. Todas las personas con las que se experimentaron murieron. En breve contactaremos con usted para un nuevo envío”.

IG Farben también tenía otro interés en Auschwitz. Para aquellas personas que eran demasiado ancianas, demasiado pequeñas o demasiado débiles para trabajar, tenía Zyklon B, diseñado y producido por la empresa subsidiaria de IG Farben, Degesch.

Cuando se vinieron abajo sus planes de conquista y acabó su genocidio, el mundo esperaba que semejantes hombres fueran castigados y en agosto de 1947 comenzó el Tribunal de Crímenes de Guerra de Nuremberg contra IG Farben organizado por Estados Unidos y en el que el fiscal estadounidense Telford Taylor afirmó: “Son estos criminales de IG Farben y no los locos nazis fanáticos los principales criminales de guerra. Si no se saca a la luz la culpa por estos criminales y si no son castigados, representarán una amenaza mucho mayor para la paz mundial que Hitler si todavía estuviera vivo”.Cualquier esperanza de que Bayer mejore de alguna manera en sus formas bajo la influencia de Monsanto parece cuando menos poco realista, agrega Víctor.

 

Como dijo un analista que comentó esta noticia económica: ¿Podremos dormir tranquilos ahora que sabemos esto?

[i]https://mundo.sputniknews.com/entrevistas/20160924/1063666487/compra-bayer-reducira-inversiones-cientificos.html

[ii]Las seis mayores agroquimicas han comprado más de 200 pequeñas empresas semillas en los 20 años desde la introducción de los primeros cultivos transgénicos.

[iii]http://www.ecologistasenaccion.es/article32820.html

[iv] Ídem

[v]https://es.wikipedia.org/wiki/Monsanto

[vi]En 1952, mientras servía como soldado de EE.UU. en Austria, Víctor Grossman atravesó a nado el río Danubio y se convirtió en uno de un puñado de soldados de los países de la OTAN que desertó a los soviéticos. Grossman indicó más adelante que desertó porque temía procesamiento por las autoridades de Estados Unidos por no declarar su pertenencia a organizaciones políticas de izquierda antes de su entrada en el ejército.   En 1994, el Ejército de Estados Unidos retiró los cargos de deserción contra él. Grossman reclamó su pasaporte estadounidense, viajó a Estados Unidos varias veces, incluyendo una gira para promover su libro de memorias Cruzando el río: Una memoria de la izquierda americana, la Guerra Fría, y la vida en el este de Alemania, publicado en 2003.

[vii]https://cooptv.wordpress.com/2016/09/16/can-monsanto-improve-bayer-victor-grossman-berlin-bulletin-no-117-september-16-2016/