La educación financiera podríamos definirla como la capacidad de los individuos para hacer juicios y tomar decisiones eficaces sobre el uso y manejo de su dinero. Para tener finanza familiar sana, debes fomentar la cultura del ahorro en su familia, lo que le permitirá obtener un mejor provecho de sus ingresos en el futuro, es por esta razón que a nuestros hijos debemos de enseñarles los primeros pasos, porque la educación financiera empieza por casa.

Teniendo los conocimientos básicos de finanza y predicando con el ejemplo en nuestro hogar, podemos concientizar a nuestros hijos sobre el uso correcto del dinero, enseñarlos a tener mejor conocimiento del valor de las cosas, la importancia del ahorro, sentido de responsabilidad y disciplina.

La educación financiera nos permite desarrollar habilidades útiles en el día a día: presupuestar los gastos de la casa, identificar la tarjeta de crédito que más nos conviene, proteger nuestro patrimonio con un seguro, tener un fondo de ahorro para enfrentar imprevistos, preparar el retiro, etc. y aun así son muchos los que creen que hablar de educación financiera es involucrarse en un mundo técnico y complejo, es todo lo contrario, tendrá una vida más organizada.

Algunas veces muchas personas piensan que hablarles a nuestros hijos de finanzas o de dinero puede ser una pérdida de tiempo, sobre todo si se hace desde temprana edad, porque a lo mejor es algo que no les interesa, porque se corre el riesgo de convertirlos en personas materialistas o se piensa que lo aprenderán en la escuela o en la universidad. Estas serían apreciaciones completamente equivocadas, ya que el hablar de finanzas se asocia directamente con ética y valores, los cuales son inculcados en el corazón de la familia.

Cuando tenemos conocimientos de finanzas, podemos darnos cuenta de algunos aspectos positivos que resalta la importancia de la previsión, la prudencia y el respeto por el dinero, el establecimiento de metas graduales, la diferencia entre necesidad y moda, la importancia del ahorro, el conocer de dónde sale el dinero para comprar las cosas que se requieren, el valor de las cosas que se tienen, el esfuerzo que se debe realizar para alcanzar los objetivos, la planificación, la toma de decisiones y el compromiso familiar entre otros.

Como podemos ver, son muchos los aspectos positivos que se pueden obtener de una enseñanza temprana y gradual sobre las finanzas. ¡El que ahorra siempre tiene! y el ahorro es una etapa de transición para llegar a la inversión. No genere excusas ante sus hijos y recuerde que enseñar con el ejemplo vale más que mil palabras, esfuérzate por llevar unas finanzas sanas y observaras que sus hijos cuando crezcan también lo harán.

Y nunca olvide decirle a su familia, que los problemas de dinero no se resuelven con más dinero, se resuelven con inteligencia financiera.