El proyecto de Presupuesto Nacional para el 2015, sigue la misma filosofía, composición y consecuencias, que los Presupuestos de los últimos siete años. No hay un cambio de orientación en los gastos públicos y sigue dependiendo peligrosamente del endeudamiento público, externo e interno. El gran déficit fiscal de más de 7 % del PIB, como RD$ 190,000 millones, que dejó el Gobierno de Leonel Fernández, financiado con préstamos y bonos soberanos, ha hipotecado y distorsionado la política presupuestaria y creó una dependencia adictiva al endeudamiento público y a los enormes gastos del Gobierno. Dejó una gran crisis, que muchos no comprenden.
Como se conoce, el Presupuesto presentado al Senado asciende a un total de RD$ 630,934 millones, incluyendo las aplicaciones financieras de pago del servicio de la deuda e ingresos por nuevos préstamos y bonos soberanos. El Presupuesto debió ser menor para reducir el déficit proyectado de RD$ 73,882 millones, o el 2.4 % del PIB. Pero parece que el Gobierno no lo puede bajar más por los altos gastos corrientes comprometidos. El total de ingresos es estimado en RD$ 455,433 millones, frente a un total de gastos de RD$ 529,316 millones. De este exceso de gastos sobre ingresos, resulta el déficit fiscal señalado de RD$ 73,882 millones. Por qué no se redujo más el gasto con cirugía fiscal, para disminuir el déficit a 1 %del PIB.
Para financiar el déficit fiscal y el pago de amortizaciones de la deuda, el Gobierno tendrá que endeudarse en RD$ 175,500 millones o US$ 3,900 millones en nuevos préstamos y colocación de bonos soberanos. Cifras altamente preocupante cara a la sostenibilidad futura de las finanzas públicas. De hecho el país pagará en intereses sobre la deuda pública la suma de RD$ 88,017 millones o US$ 2,000 millones, o el 2.9 % del PIB. En un año, del 2014 al 2015, aumentará el pago por intereses en RD$ 16,956 millones, un incremento violento del 24 %. Ahora, en esencia, el Gobierno paga la deuda, con más deuda. Un círculo vicioso en crecimiento.
Ahora por amortizaciones de capital se pagará la suma de RD$ 101,617 millones o US$ 2.3 millones, desglosado en RD$ 30,577 en pago de deuda interna y RD$ 51,894 millones a amortizaciones de la deuda externa y RD$ 15,902 millones en pagos de disminución de cuentas por pagar. Un dato que preocupa es el más rápido aumento de la deuda interna a más altas tasas de interés. En efecto, el servicio de la deuda, capital e intereses, representa el 42 % de los ingresos ordinarios del Presupuesto. Para mi es un error y algo impráctico y vago, medir el saldo de la deuda pública y su servicio de pagos en función del PIB. Se paga el servicio de la deuda con el flujo de caja nacional, es decir, con los ingresos del Presupuesto. Con un 42 % de los ingresos destinados al servicio de la deuda pública, vamos por muy mal camino.
Por el lado del gasto, hay cifras incomprensibles. Por ejemplo, el gasto en remuneraciones subirá a RD$ 138,800 millones en 2015, un aumento de 19 % y representa el 4.6 % del PIB. En el 1914 se destinó RS$ 116,927 a remuneraciones y en el 2013 RD$ 104,027 millones y en el 2012 RD$ 86,181 millones o el 3.7 del PIB. En cuatro años el aumento neto absoluto será de RD$ 52,619 millones en empleomanía. Igual los gastos de bienes y servicios, aumentaron en un 25 % a RD$ 52,864 millones. No hay, pues, ninguna austeridad, es falso. Subió la contratación de personal y aumentaron los salarios, pero no al salario mínimo. Una inequidad.
Existe un Estado hipertrofiado, demasiado grande, con numerosas Ministerios, Institutos, Consejos, Centros y Asesorías que duplican las funciones de los Ministerios. Será vital achicar al Estado y disminuir los gastos superfluos, porque el Gobierno se ha convertido en un elefante blanco, saturado de sobre empleomanía, botellas y nominillas. Esta debe ser la gran tarea de una reforma integral del Estado, antes de pedir más impuestos y quejarse que los ingresos tributarios son bajos. Con este vertiginoso aumento del gasto en empleomanía en cuatro años, es muy difícil que la sociedad acepte el criterio de aumentar más impuestos, que se diluyen en un Estado sobre dimensionado, deficitario y que se financia con nueva deuda pública.
Por otro lado, están los altísimos gastos correspondientes a subsidios generales. Por ejemplo, las transferencias del Presupuesto a la CDEEE está proyectada para el 2015 en RD$ 40,905 millones o US$ 900 millones, cuando en el 2014 el subsidio será de US$ 1,600 millones. Está partida está, pues, muy subvaluada. En realidad, debe reducirse paulatinamente en dos o tres años, para no tener que aumentar la tarifa eléctrica abruptamente, para no afectar tanto al consumidor a corto plazo. Deberían fusionarse las tres Distribuidoras en una sola, para disminuir los gastos operacionales, tener economías de escala y mayor eficiencia. Por eso, el déficit fiscal será superior.
En el ilegal regalo para politiquear a Senadores y Diputados, llamados cofrecitos y barrilitos, se destinan RD$ 679 millones. Otra fuente de irritación es la suma asignada de RD$ 1,569 millones para Fundaciones de figuras políticas y ONG´s de políticos, periodistas, religiosos y supuestos empresarios con cargos en el Gobierno. El despilfarro en estas partidas es asombroso, que lo paga el contribuyente. Se dijo que la Cancillería la van a reformar y reducir sus gastos clientelistas y botellas. Sin embargo, su partida asignada aumentó a RD$ 6,781 millones, un aumento de 6.1 %. Todo indica que no habrán grandes cambios, solo de nombres y clientes de partidos.
Nuevas creaciones como el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo y el Tribunal Superior Electoral cuestan RD$ 800 millones al año, el Ministerio de Energía y Minas con funciones indefinidas RD$ 693 millones, el Despacho de la Primera Dama RD$ 675 millones, el inepto INESPRE con RD$ 882 millones, Superintendencia de Seguros RD$ 483 millones, el Ministerio de la Juventud RD$ 400 millones, el Ministerio de la Mujer RD$ 518 millones, Interior y Policía y el Ministerio de Defensa suman RD$ 52,414 millones, mientras que el Poder Judicial solo recibirá RD$ 5,222 millones, la Procuraduría RD$ 3,821 millones y la importante Cámara de Cuentas RD$ 516 millones. Esto es un Estado con exceso de gastos y sobre dimensionado. Algún día, no lejano, se requerirán, reformas, fusiones de instituciones, reingeniería y reducción y eliminación de gastos.
Sin embargo, lo más sorprendente es el notable aumento del gasto asignado al Gabinete Social, superior, a seis Ministerios. Para el 2015 tiene asignado la suma de RD$ 20,474 millones, de fuentes internas y créditos externos, manejados desde el Despacho de la Vice Presidencia de la República, no por una institución autónoma de las existentes, más separado de la política y el clientelismo. El desglose por programas, es el siguiente: Centros Tecnológicos Comunitarios RD$ 65 millones, Progresando con Solidaridad RD$ 826 millones, Incentivo a la Asistencia Escolar RD$ 680 millones, Comer es Primero RD$ 7,252 millones, Ayuda a Envejecientes RD$ 400 millones, Subsidio GLP Transporte RD$ 681 millones, Subsidio GLP Hogares RD$ 2,347 millones, Incentivo a la Educación Superior RD$ 145 millones, Incentivo a la Policía Preventiva RD$ 172 millones, Incentivo Alistados de Marina de Guerra RD$ 45 millones y Subsidio Bono Luz RD$ 1,606 millones. La Vice Presidencia se ha convertido en el Ministerio de la Seguridad Social. Esto debe cambiarse y reformarse.
Todo estos recursos de asistencia y subsidios es un gran gasto de una sociedad desarrollada de bienestar social, pero en nuestro caso no tenemos el dinero para financiarlos, y además muchos gastos se duplican con otras instituciones. La asignación al Gabinete Social de RD$ 20,474 millones, supera las de 16 Ministerios y triplica la del Poder Judicial. Esto es insostenible y peligroso para la democracia, pues crea un clientelismo político del votante pobre. Este organismo debe revisarse e insertarse dentro de uno de los Ministerios actuales y separarlo del Palacio Nacional.
Sería mejor apoyar de verdad al sector privado y que el Gobierno aumente sus inversiones de capital, para que creen empleos productivos. Pero es muy difícil seguir con este modelo de asistencialismo, con un déficit fiscal, financiado con más endeudamiento y con el 42 % de los ingresos presupuestarios destinados al servicio del pago de la deuda pública. Si se desea tener estos programas sociales, habrá que hacer similares recortes de gastos innecesarios y duplicados y una reforma institucional y achicamiento burocrático. Pero todo no se puede hacer a la vez y sin dinero.
En resumen, para reducir un mínimo el déficit fiscal al 2.4 % del PIB, se ha sacrificado la inversión pública en proyectos. De hecho en el Presupuesto se tiene asignado la suma de RD$ 49,723 millones, que representa una disminución del 20 % con el año anterior. Es decir, aumentaron los gastos corrientes, sobre la base de reducir la inversión pública, más creadora de empleos, demanda y crecimiento. El modelo presupuestario del PLD está muy gastado, entró en lo delicado y lleva al país a un tranque con el servicio de la deuda pública y a mantener un 85 % del Presupuesto para gastos corrientes y un 15 % para gastos de capital.
Con esta filosofía económica y fiscal no se resolverá el problema de la pobreza, la desigualdad y el crecimiento económico equilibrado con inclusión social verdadera y permanente. Creo que pronto habrá que realizar una reforma fiscal integral amplia de todo el tema presupuestario, más por los gastos, que por los ingresos. Se requiere también una política más efectiva de apoyo y expansión del sector privado, pues es la verdadera locomotora de la economía nacional. Una filosofía desarrollista basada más en los agentes privados y que el Gobierno equilibre sus finanzas y mantenga la estabilidad macroeconómica.