Un factor de indiscutible importancia de los sistemas de salud corresponde a su financiamiento. Las actuales autoridades nacionales han estado poniendo detenida atención al dinero que se necesita, incrementando el presupuesto en 15 mil millones de pesos, así como la decisión de ampliar la cobertura del Seguro Familiar de Salud-SFS- por la vía del Régimen Subsidiado, incrementando en 2 millones sus afiliados, de forma tal que el SFS tenga carácter universal, es decir que junto a los otros regímenes abarque a toda la población.
El financiamiento es un problema de primera importancia. Para sólo comparar con respecto al Producto Bruto Interno-PIB- la República Dominicana de acuerdo a los Indicadores Básicos OMS-OPS 2019 invierte en salud en lo público 2.8% del PIB y en lo privado 3.3%, mientras que en Costa Rica público es 5.6% del PIB y privado el 1.9%.
Los datos aparte de presentar una significativa diferencia en cuanto a la inversión pública entre ambos países, destaca al mismo tiempo qué tanto afecta los bolsillos de las familias al referir la notoria diferencia en cuanto a la inversión privada, la cual en la República Dominicana es inclusive superior a la pública.
Al comparar los indicadores de salud para ambos países en el mismo informe las diferencias son también considerables desde la esperanza de vida al nacer (80.3-74.4, enorme) y así también al recorrer otros importantes indicadores de salud. Las estadísticas actuales del coronavirus-lunes próximo pasado- en relación al número de fallecidos por cada 100 mil al comparar ambos países es de 17 RD y 9 CR, hablan por sí mismas.
Pero si bien el financiamiento puede explicar en gran medida las diferencias entre los indicadores de salud, no es sólo un problema de inversión pues para poner un ejemplo de alcance mundial, los Estados Unidos invierten más del 13% del PIB siendo además vanguardia en el mundo en investigación en salud, y aun así sus indicadores de salud están entre los peores de los países desarrollados; y con respecto al coronavirus los efectos para los EEUU han sido más que desastrosos: el mayor número de fallecidos en el mundo a la fecha 188 mil fallecidos y con 58 por cada 100 mil habitantes, de las tasas más altas.
En la República Dominicana hay que proponerse serias transformaciones del sistema de salud que no se limitan al financiamiento sino que han de abarcar temas no menos importantes como los modelos de gestión y atención y cosas tan simples como entender que en relación al Régimen Subsidiado la diferencia no está en la entrega de un carnet.