A veces es tan importante soñar. Los sueños te mantienen vivo. ¡Enhorabuena que existen tantas buenas experiencias de vida, del pasado y del presente, que te permiten albergar esperanzas! Hay que estarlas buscando permanentemente. De esa manera se convence una que es posible hacer las cosas bien y que podrán operar transformaciones sociales trascendentes. La historia de la humanidad es un ejemplo fehaciente de esto.
Pues sin más teorías aterricemos en un lugar del presente que nos va a llenar de esperanzas. Ese lugar es Finlandia. Un poco lejano de República Dominicana y con una temperatura tangencialmente diferente a la nuestra, pero un referente importante. Es un país de la Unión Europea, del norte de Europa, que hace frontera con Suecia, Rusia y Noruega. Imagínense el frío que hace allí. Tiene 5.3 millones de habitantes, una muy baja densidad poblacional comparándola con el tamaño de su territorio (303.889 Kms2), esto es 15.5 habitantes por km.2. No tiene muchos recursos naturales, pero a pesar de ello tiene una economía altamente industrializada, con producción per cápita mayor que la del Reino Unido, Francia, Alemania e Italia.
Ese país está gobernado por una mujer, desde el año 2000. Ella es Tarja Halonen (de 68 años de edad). La séptima mujer presidenta republicana de Europa, después de Vigdis Finnbogadiittur (Islandia 1980-1996); Agatha Bárbara (Malta 1982-1987); Mary Robinson (Irlanda 1990-1997); Mary Mc Aleese (Irlanda-desde 1997); Ruth Dreifus (Suiza-1999) y Vaira Vike-Freiberga (Letonia 1999).
Finlandia es un país que tan solo tiene ocho partidos políticos. Actualmente gobierna la socialdemocracia. En el mismo es reconocido internacionalmente, que existe un estado de bienestar, así como una política muy democrática e irrisorios niveles de corrupción. Me lo han dicho muchas veces y lógicamente he tenido la tendencia a creer que no puede ser verdad, pero, créanme: es real que es un país con esos tres elementos fundamentales: estado de bienestar, política altamente democrática y escasísimos niveles de corrupción. Con esto solamente República Dominicana sería el Shangri-La de "Horizontes Perdidos".
La clave de todo esto es la importancia que por años se le ha dado desde el Estado, a la inversión en la educación. Se asigna y ejecuta de manera transparente, un 6% del producto interno bruto, sin contar investigación..
Me voy a permitir compartir con Uds. algunas frases que los finladeses tienen acuñadas y que aplican en su diario vivir en la política, en el Estado y en la sociedad y que sigo soñando para la República Dominicana, esperanzada de que algún día las haremos realidad tangible en nuestra nación:
Un pueblo ignorante desperdicia sus recursos y se empobrece
Un pueblo ignorante vive de ilusiones
Un pueblo educado sabe muy bien diferenciar un discurso serio de una prédica demagógica.
Un pueblo educado prospera también en condiciones adversas.
Un pueblo ignorante es terreno abonado para la demagogia.
No es suficiente que una sociedad posea algunas personas muy capacitadas.
Toda la sociedad tiene que tener la posibilidad de formación durante toda la vida.
No basta con que un niño pobre reciba alguna formación cuando es pequeño. Tiene que poder estudiar cuando quiera.
Un pueblo educado sabrá elegir a dirigentes honestos y competentes. Estos elegirán los mejores asesores.
Un pueblo inteligente y educado no permite corruptos ni incompetentes.
Imitar lo bueno no es malo. En estos casos la imitación vale la pena, no es deshonesta, ni nos resta soberanía, ni creatividad. Imitemos lo que se hace en Finlandia y como se gobierna. No es tan difícil. Nada más tenemos que disponernos. Los buenos dominicanos y los que apuestan por el país son los más.