Presento la segunda parte de las conclusiones del estudio de los mensajes escritos de los carteles publicitarios de los candidatos/as a cargos electivos en las elecciones congresuales y municipales para el 2016. El estudio estuvo centrado de la percepción de los jóvenes pobres de Santo Domingo en el mes de julio, 2015.

La comunicación lingüística forma parte del cartel publicitario, el cual transmite un mensaje a los electores. Su impacto positivo dependerá de los siguientes factores: el uso estratégico de la palabra para enganchar con los electores, los aspectos sicológicos implícitos en el contenido de las palabras, la apelación a la simbología cultural de los votantes; y sobre todo, el más importante, el conocimiento previo que tenga los ciudadanos/as del candidato/a. Por ejemplo: si es rechazado por su comportamiento criminal en las comunidades, ese historial influirá negativamente en la valoración del mensaje. Si por el contrario, es recordado como un buen candidato, su valoración aumentará favorablemente.

Nos centramos en los tres tipos de candidaturas: los aspirantes a alcaldes, senadores y diputados.

  1. Los aspirantes a alcaldes. Las mujeres expresaron – sentido general- que no se identifican con los mensajes escritos expresados en los carteles. Solamente algunas indicaron, el 12%, que se identifican con el alcalde de Santo Domingo Oriental, pero aclaran que puede hacer más por los munícipes. Algunas también se identificaron con el candidato del DN, el 8%. En cambio, los varones se identifican menos que las féminas (4% para el primero y 3% para el segundo). En sus comentarios expresaron que están cansados de mentiras, que ninguno hace nada y que solo piensan en ellos y que para el pueblo, nada.

2.Los aspirantes a senadores. Las mujeres no se identifican con el mensaje de los dos senadores. No le transmiten ningún tipo de sentimiento. Comentan que no le llega lo que dicen. A dos de ellas le gusta lo que dice el aspirante del PRSC. Sobre el aspirante del PRM dijeron que están inseguras, que quisieran conocerlo más. Las percepciones de los varones coinciden con las féminas, excepto en lo ven más distantes de los jóvenes.

3.Los aspirantes a diputados/as. Son las candidatura más jóvenes del estudio. Sin embargo, sus mensajes de texto no logran impactar a los jóvenes, tanto femenino como masculino. Las opiniones de las féminas muestran mayor desconfianza hacia el mensaje de las candidatas que de los candidatos. Los varones no creen lo que dicen ninguno de ellos y lo consideran más de lo mismo.

Algunas conclusiones.

– La comunicación lingüística de los carteles publicitarios de los candidatos/as congresuales y municipales apuntan más a persuadir en base a criterios racionales y pocos emocionales.

– Los candidatos/as dirigen sus mensajes en un modelo comunicativo unidireccional -lo que ellos y ellas quieren- para los electores, pero no recogen nada de los que quiere la ciudadanía. En este sentido, no crean un vínculo discursivo y afectivo con los electores.

– La credibilidad y la confianza son condiciones necesarias para que los votantes, sobre todo, los indecisos voten. Los estudios sobre comunicación política persuasiva (García, D. Adamo y Slavinsky, 2007 y Cepeda y Franco, 2011) muestran que estas aumentan cuando la audiencia percibe a los candidatos desinteresados del provecho personal. Y, desde mi punto de vista, también cuando lo ven en los medios y en la vida diaria realizando acciones buenas para la gente.

– En esta campaña electoral predomina un contexto que desvaloriza aún más a los políticos. El desafío para los candidatos/as, sobre todo, emergentes, es forjar un liderazgo más honesto, focalizado en las necesidades de la gente y no en el juego sucio que permitan aumentar la credibilidad. Es muy difícil limpiar una candidatura cuando está anclada de forma negativa en el imaginario afectivo de los electores. Por eso es importante construir un historial de acciones que lo avalen para el cargo al que aspira.

En suma: el ejemplo es el mayor argumento de autoridad para un candidato/a que desea persuadir y posicionarse en la ciudadanía.