El más reciente informe de la Iniciativa Dominicana para una Educación de Calidad-IDEC- evalúa el objetivo: “Ampliar el acceso de la Educación Primaria y Secundaria a través de la Política de Jornada Escolar Extendida”. Ese representa uno de los principales problemas de la educación dominicana identificado desde la versión original del Plan Decenal de Educación-1992, debido a que en las comparaciones internacionales la República Dominicana se ha encontrado entre los países que menor cantidad de horas efectivas ha dedicado a la jornada escolar.
En el 8vo Informe del IDEC se da la muy buena noticia de los grandes avances logrados hacia la jornada escolar completa mediante tres líneas principales de trabajo: la ampliación del número de aulas, integrar a las escuelas a las niñas, niños y adolescentes aún no incorporados y reducir la deserción escolar.
Se consideran dos tipos de exclusiones, la llamada exclusión efectiva situación en la cual las niñas, niños y adolescentes se encuentran realmente fuera de las aulas y la exclusión potencial correspondiente a los factores que los conducen a abandonar la escuela.
En cuanto al acceso al nivel primario se ha logrado la cobertura prácticamente completa con un incremento del 12% entre el 2005 y el 2015; sin embargo aún el 18% de las niñas y niños de 5 años se encuentran fuera de las aulas; aunque en menor proporción, para los de 6 a 11 años con sólo el 2%; entre 12 y 14 años sólo el 2.5% y los adolescentes de 15 a 16 años un 10% fuera de las aulas en una etapa de la vida muy desafiante en lo educativo y lo social.
Hay que destacar que para cada uno de esos renglones existen diferencias considerables para las niñas y niños con discapacidad a lo que hay que prestar especial atención, pues las cifras se disparan al 21% que no asisten y un 47% entre 6 y 11 años que no sabe leer ni escribir. Otro problema que persiste es el de niñas y niños que carecen de actas de nacimiento.
En cuanto al número de aulas se ha avanzado de forma notoria con más de 2,017 nuevas para el nivel primario y más de 1,393 para el nivel Secundario, alcanzando la jornada completa el 60% de la matrícula, con las ventajas colaterales como la alimentación y la seguridad.
El progreso de la Tanda Extendida es más que evidente y debe ser reconocido; pero concluimos en esta entrega con una pregunta central ¿si no se lograra el aprendizaje o siendo éste altamente deficiente, tendrían sentido tan loables avances?