A pesar del excepticismo de algunos, sigo insistiendo que nuestro país necesita que las Empresas Distribuidoras Estatales (EDE) se conviertan en empresas eficientes, que en lugar de requerir subsidos aporten ingresos fiscales al gobierno y sean objeto de crédito para el desarrrollo de sus planes de expnasión. Esto se logra más fácilmente y en menos tiempo privatizándolas.

El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) durante el período 2004-2018 de América Latina y el Caribe fue de 2.7 % y a nivel mundial 2.9%.  El de República Dominicana, en el mismo período, fue de 5.6 %.  Este crecimiento contrasta con el pobre desempeño de las EDE, que operaron durante el  mismo período con pérdidas totales superiores al 30 %. A veces me pregunto: ¿Cuál hubiera sido la tasa de crecimiento del PIB si las EDE hubieran sido eficientes?

Para cubrir el déficit de caja de las EDE el gobierno tiene que asignarles un presupuesto superior al de algunos ministerios importantes, y para financiar la expansión de sus instalaciones, tiene que acudir al endeudamiento externo. Hasta ahora, el impacto de esas inversiones no ha sido el esperado en los estudios y planes de reducción de pérdidas.

La situación económica y social creada por el COVID 19 requiere de un cambio de enfoque, y pensar en lo más conveniente para el país. El gobierno debería ponderar los potenciales beneficios de tomar la decisión de completar la reforma del sector eléctrico privatizando las EDE, teniendo en cuenta que si las EDE fueran eficientes no requerirían ayuda del gobierno para financiar sus operaciones y planes de expansión.

 

Si hubo interés en el sector privado de invertir en la distribución de electricidad en 1998, con mucha más razón en estos momentos que las EDE tienen niveles de pérdidas menores y la normativa del sector es más completa.

 

Aunque el proceso  de privatización resultó exitoso en el segmento de generación no lo fue en el de distribución. Antes de que AES y UNION FENOSA pudieran reducir las pérdidas el petróleo empezó a subir de precio, y el gobierno, para no traspasar el alza de los combustibles a la tarifa eléctrica y afectar a los usuarios, que todavía no recibían un servicio de calidad aceptable, en el 2003 prefirió  iniciar el proceso de readquirir  la propiedad total de las EDE y asumir el control de sus operaciones.

 

Después de 18 años, aunque el servicio ha mejorado y las pérdidas han disminuido, las EDE siguen requiriendo elevados subsidios para operar y el gobierno tiene que endeudarse para financiar la expansión del servicio.

 

Los beneficios de privatizar las EDE pueden ser tan altos que vale la pena intentar completar la reforma, pero separando las actividades de distribución de las de comercialización, en busca de maximar la eficiencia.

 

¿Cuánto mejoraría la competitividad del país y en cuánto aumentarían las exportaciones si las EDE fueran eficientes y la industria nacional pudiera aprovechar su ventaja geográfica con relación a Centro América, en las exportaciones a los Estados Unidos y Europa?

 

¿Cuál sería el impacto en la canasta familiar si las EDE fueran eficientes y los hogares no tuvieran que hacer inversiones  en sistemas de emergencia  e incurrir en gastos en su operación y mantenimiento?

 

¿Cuál sería el impacto en el comercio si las EDE fueran eficientes y las empresas comerciales solo tuvieran que usar sus sistemas de emergencia en situaciones reales de emergencia? La inversión en los sistema de emergencia serían menores y los gastos de operación y mantenimiento se reducirían notablemente. Esta reducción de costos se reflejaría también en la canasta familiar.

 

¿Cuál sería el impacto en la seguridad ciudadana cuando desaparezcan los apagones y  el sistema de alumbrado público pueda cubrir todas las vias y áreas públicas?

 

¿Cuál sería el impacto en el presupuesto cuando el gobierno no tuviera que destinar recursos para cubrir los déficits de las EDE ni endeudarese para financiar sus planes de expansión y en cambio pudiera contar, al estimar el presupuesto, con los ingresos fiscales proveniente de los impuestos sobre las utilidades de estas empresas y los que le correspondan por su participación accionaria?

 

Si las EDE fueran eficientes el subsidio a la tarifa de los usuarios de menores ingresos tampoco sería un problema,  pues podría cubrirse con los impuestos y beneficios que generen las EDE y todas las empresas eléctricas privadas. Y el excedente que resulte, podría utilizarse en la salud y educación. de los dominicanos..

 

Si el gobierno quiere realizar cambios, en las EDE tiene un reto.  Hacerlas eficientes sería un logro extraordinario, pues ningún gobierno, en los útimos 48 años, ha podido resolver el problema del sector eléctrico, que en el presente se limita a las EDE. El reto que planteamos requiere que el gobierno decida dejar de ser Estado Empresario para convertirse en Estado Regulador. El país se lo agradecería.