La necesidad de una unidad amplia opositora que pueda ser opción de poder en el 2016 ha sido planteada, y de hecho está en curso la Convergencia, que es una expresión de ese propósito.

El Frente Amplio y su candidato el compañero Fidel Santana suscriben ese esfuerzo y proponen en el mismo unas ideas que vale la pena considerar.

Han dicho que prefieren que toda la oposición actúe desde un solo espacio, con un solo programa   y discurso;  y en la práctica están convalidando esa idea con su pertenencia activa a la Convergencia.

Pero al mismo tiempo, señalan que si hay quienes desean esperar un tiempo más para integrarse,  entonces les proponen  concertar ahora con   otras formas de unidad;  de discurso y programa comunes; de buen trato, de análisis  y consultas permanentes;  para así ir generando la confianza y empatías que necesitan todo acuerdo relevante.

Las maneras de acuerdo pueden ser infinitas si hay coincidencias en el objetivo y voluntad política para transitar el camino de la unidad, para hacer oposición útil al gobierno y derrotar su partido y candidato en  el  2016.

Para todo eso es  necesario entusiasmar al  pueblo, y a los partidos y organizaciones que se desea de aliados,  y fortalecerles  la confianza en  que las cosas pueden cambiar para mejor en el país.  No se debe permitir que la desesperanza siga creciendo.

Y en ese sentido no debe de  haber vacilaciones al asumir la idea de que en este momento, ese entusiasmo y confianza se logran  con un mensaje y una práctica de unidad amplia;  la única señal  que puede comenzar ya a derrotar al PLD.

No hay que ser muy inteligente para entender que la división conviene al grupo en el poder.  La división de los sectores de la oposición hace parte esencial de su estrategia electoral y pierden el pueblo y el país si el  PLD logra que se mantenga esa división.

La Convergencia es un proyecto abierto, en construcción;  y eso hace posible la integración a su seno de otros sectores;  y si no de esta manera, entonces, a través de entendimientos bilaterales con otros que no quieran dar  ese   paso.

Para uno u otro caso, Fidel Santana y el Frente Amplio sugieren un discurso  en el sentido de que  se entusiasma y se gana la confianza del pueblo y de otras organizaciones,  si  es    que la Convergencia habla claro en el sentido de que el gobierno que hagamos a partir del 2016, se va a preocupar de resolver primero que todo los problemas de la gente; y de que va a impulsar un programa para la renovación social, económica y política del país, incluyendo el liderazgo.

Si es que,  se asume que la nación, país y pueblo, necesitan de un régimen político renovado, realmente democrático; que abra las compuertas a  todos  los  líderes, ideas y voluntades nuevos que hasta el momento se han mantenido represados.

Si es que se,  es consciente y se actúa en el sentido de que la nación, país y pueblo, necesitan de políticas públicas nuevas; que mejoren las condiciones de vida de la gente; desarrollen las reservas naturales, productivas y culturales del país, y expresen una modificación sustancial al modelo económico, social y político actual.

Si es que,  se expresa de una manera meridiana que la nación, país y pueblo, necesitan de nuevas maneras de inserción en el concierto de naciones y países, y entre estas con  las más idénticas y cercanas, las de América Latina y el Caribe.

Fidel Santana y el Frente Amplio confían en que se puede y debe concertar una unidad lo más amplia posible, sobre la base de estas y otras ideas, condensadas en una plataforma programática que exprese el sentido de la renovación reclamada por varias generaciones desde la caída de la dictadura en 1961.