Hipócrates, considerado padre de la medicina, entendía que la clave de la salud estaba en la proporción de cuatro humores del cuerpo. El primero era la sangre, provenía del corazón y representaba el aire y a la simpatía. El segundo citaba la flema, se originaba en el cerebro, se relacionaba con el agua y la calma. El tercero, la bilis amarilla, se producía en el hígado, aludía al fuego, y el cuarto humor le correspondía a la bilis negra o atrabilis, que venía del bazo y se asociaba a la tierra, la melancolía. El balance de los cuatro producía buen humor y el exceso o carencia producía el mal humor.
¿Qué es el humor? Hay definiciones curiosas. Joseph Klatzman, en su libro El Humor Judío lo define así ¨ Humor es reír para no llorar ¨. Nietzsche, el pensador alemán, desde una filosofía cínica dice que ¨ El hombre sufre tan profundamente que ha debido inventar la risa ¨. Paul Reboux, escritor francés, opina que ¨ El humor consiste simplemente en tratar a la ligera las cosas graves y gravemente las cosas ligeras ¨.
Para el siempre genial Oscar Wilde el humor ¨ Es la gentileza de la desesperación ¨ Jardiel Poncela, el más inteligente de los humoristas españoles, creía que ¨ Definir el humor es tan difícil como atravesar a manera de alfiler el ala de una mariposa con un poste de telégrafos ¨.
Joaquín Salvador Lavado, el famoso Quino creador de Mafalda, dice sobre el tema ¨ no creo que el humor pueda modificar nada, pero es el pequeño granito de arena que uno puede aportar para cambiar las cosas ¨. La Real Academia de la Lengua Española, tan seria ella, define que humor es la manera graciosa o irónica de enjuiciar las cosas.
Hay muchas anécdotas sobre el humor en la vida de personajes célebres. Tomás Moro en su libro Agonía de Cristo, antes de ser ejecutado por Enrique VIII, decía…¨ Señor, dame una buena digestión y, naturalmente, algo que digerir ¨ El escritor Francisco de Quevedo apostó con sus amigos que le diría a la mismísima reina de España que era coja, pues nadie en la corte se atrevería a señalarle este defecto. Y así lo hizo, se presentó con un ramo de claveles y otro de rosas ante la reina y le dijo ¨ entre claveles y rosas, su majestad escoja ¨ después, la reina se dio cuenta de la treta y al escritor las cosas ya no le fueron tan bien como antes.
Víctor Hugo en su lecho de muerte estrechó su mano derecha con la izquierda y les dijo ¨ despídanse la una de la otra ¨. El actor cómico Groucho Marx dejó escrito muy educadamente en su lápida ¨ perdonen que no me levante…¨
Al Papa Juan XXIII le preguntaron cuantas personas trabajaban en el Vaticano, a lo cual respondió con santa ironía ¨ la mitad ¨. Un oficial nazi interrogaba a Pablo Picasso y le mostró una fotografía de su famosísimo cuadro Guernica sobre el bombardeo franquista llevado a cabo por aviadores alemanes en esta pacífica ciudad vasca y le preguntó refiriéndose a la pintura ¿ha sido usted quién hizo eso? Picasso respondió: no, fueron ustedes.
El humor en la publicidad podríamos definirlo diciendo que la risa es la distancia más corta entre el anuncio y el espectador. Pero no siempre el humor fue entendido en este campo. Claude Hopkins, uno de los mejores redactores de todos los tiempos, en su obra Publicidad Científica, en año1923, decía ¨ el público no compra a los payasos ¨ Otro de los más influyentes creativos, David Ogilvy, en su libro Confesiones de in Publicitario,1964, dejaba su opinión al respecto: ¨ sean serios, no empleen el humor o fantasía ¨
Han llovido muchas risas y carcajadas desde entonces. Ahora, el humor es una de las principales materias con que se amasan los anuncios. Pero ¿qué hace usted leyendo tan serio este escrito? ¡Ríase, por favor¡