La Ley 147-02 Sobre Gestión de Riesgos, es un marco legal para dejar atrás la improvisación en la gestión de riesgos ante desastres naturales o producidos por el hombre.  Esta a su vez, establece los pasos a seguir para prevenir, responder y mitigar los efectos negativos de estos eventos, que potencialmente afecten al país en lo socio-económico, socio-cultural y ambiental.

No debemos escatimar ningún esfuerzo individual, colectivo y gubernamental o a nivel nacional e internacional, para lograr la implementación de los mecanismos preventivos y de mitigación ante la eventualidad de los desastres.

Dicha ley, obliga a ver y manejar la gestión de riesgos ante desastres de forma multi-sectorial, multi-institucional y multi-disciplinaria, bajo el liderazgo de la más alta jerarquía política del gobierno.

De ahí la creación de la Comisión Nacional de Emergencias (CEN), el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) y La Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (ONESVIE).  Siendo ésta última la entidad responsable de evaluar las construcciones que edifique el Ministerio de Obras Públicas y las viejas que ya existen.  Pero contrario a toda lógica, a ONESVIE, la controla el Ministerio de Obras Públicas –juez y parte-.

Recientemente (18-20 de Nov. 2013), el país sirvió de anfitrión, en Bávaro, Punta Cana, para la celebración de la III Iniciativa HOPEFOR, la cual está conformada por Qatar, Turquía y la República Dominicana.  Sería más razonable entender que con dichos países, se realicen iniciativas de tipo energéticas dada la ubicación geográfica de esas naciones y sus riquezas en esta área –Qatar ubicado en la Península Arábica y Turquía entre Asia y Europa-, pero es entendible dado que los desastres naturales o antropogénicos, son amenazas comunes y frecuentes en cualquier latitud del planeta.

Lo extraño y sorprendente, es que las autoridades del país, responsable de las tareas propias de la Ley 147-02 Sobre Gestión de Riesgos, no formen parte de tales iniciativas para enseñar sobre el tema en el contexto nacional y aprender de esas experiencias internacionales.

Da mucha pena que en dicho evento, las autoridades nacionales no figuran ni como punto focal.  Cualquier iniciativa sobre el tema, que no contribuya al fortalecimiento institucional, la generación de conocimientos así como al aumento de la capacidad nacional, será un fracaso en el mediano y largo plazo.

Parece que, hemos vuelto a los tiempos en que la Presidencia de la República, administra los recursos y la CNE y el COE recogen los muertos!!!