Antes del nacimiento del concepto de homosexualidad como objeto de investigación de las ciencias existía el castigo de sodomía condenado por la iglesia católica cristiana y visto como un pecado contra natura.

Fue en 1533 que el rey Henry VIII de Inglaterra en un esfuerzo por romper con la Iglesia Católica estableció un nuevo código penal secular que castigaba la sodomía con la pena de muerte, estableciendo así al sodomita como un criminal, es importante resaltar que el rey utilizo dicha ley para perseguir al clero de la iglesia católica y despojarlos de sus propiedades[i].

Es importante tomar en cuenta que el código penal Británico fue impuesto en todas sus colonias, es por esto que la criminalización actual se mantiene en la mayoría de los países que antes fueron parte de la corona inglesa (ejemplos: India, Jamaica, Nigeria, Malasia, Uganda y otras excolonias). No es hasta que en 1810 en Francia Napoleón Bonaparte suprime del código penal el crimen de sodomía y en los países bajo su influencia como algunos estados alemanes y sus colonias se siguió el ejemplo.  Inglaterra derogo la pena en 1945 al finalizar la segunda guerra mundial[ii].

Con la reunificación de Alemania se redacta un nuevo código penal y se incluye nuevamente la criminalización de la sodomía. Para evitar que dicha propuesta de criminalización se aprobase, el medico K.M. Benkert dirige una misiva al Ministro de Justicia de Hannover en 1869 solicitando la no aprobación del artículo que castiga la sodomía, ya que violentaba la vida privada de los ciudadanos y que estos sujetos a los que el llamo de Homosexuales habían nacido con dicha condición (indicando que la homosexualidad es innata). Benkert es el padre del término homosexual, sus palabras provenían de las investigaciones de otro médico alemán llamado Karl Heinrich Ulrichs. [iii]

Karl Heinrich Ulrichs era alemán y estudio derecho, teología e historia. Ulrichs sugirió que podría haber una razón científica para la homosexualidad y esperaba que esto produjese empatía social. Para Ulrichs las personas que sentían atracción por el mismo sexo constituían un tercer sexo aparte del binarismo hombre/mujer. Él les llamo Urning y los definía como un hombre con alma femenina en el caso de los homosexuales y una mujer con alma masculina en el caso de las lesbianas, también llamo Urano-dionings a los bisexuales y Dioning a los heterosexuales.

Ulrichs también clasifico a los urning por su grado de feminidad o masculinidad. A la vez fue quien planteo que dicha condición es heredada, innata y era un desvió de la naturaleza y no una libre decisión de las personas, por lo que no debería verse como algo contra la naturaleza y condenado moralmente y el gobierno no debería de perseguir y encarcelar a dichas personas.[iv] Ulrichs utilizo como fuente de investigación relatos de personas que se consideraban urning, y fue con estos que pudo desarrollar sus teorías en sus ensayos.

En 1867 Ulrichs dio un discurso ante el congreso de juristas de Múnich solicitando la derogación del crimen de sodomía en Alemania, es por esto y los esfuerzos supra citados que es considerado el primer científico y defensor de los derechos de las personas gays y lesbianas, al contribuir desde la ciencia en la lucha contra la opresión.

Ulrichs envió sus ensayos a varios científicos por toda Europa en busca de apoyo contra la penalización de la sodomía. Sin embargo en su afán entusiasmo a una corriente de científicos que veía la homosexualidad como una perversión y enfermedad, por lo que la comunidad científica inicio e intento de varias maneras alcanzar una cura, exponiendo a las personas homosexuales a los más indignantes tratamientos y procedimientos médicos.

Podemos ver como el homosexual como sujeto nació a través del discurso científico promovido por Ulrichs, discurso que tomo fuerza a partir de otras investigaciones a ser expuestas en los próximos escritos.

[i] BARTEE, Wayne C., BARTEE, Alice Fleetwood. Litigating Morality: American Legal Thought and Its English Roots, Greenwood Publishing Group, 1992. P. 34.

[ii] ALDRICH, Robert. Gays y lesbianas. Vida y cultura. Un legado universal, Donostia-San Sebastián, Nerea, 2006. P.13.

[iii] STEAKLEY, James. The Homosexual Emancipation Movement in Germany. New Hampshire. The Ayer Company, 1982. p. 12.

[iv] SHIFTER SIKORA, Jacobo. Ojos que no ven… psiquiatría y homofobia. San Jose, Costa Rica. ILPES, 1998. P. 18.