FODA

El FODA o DAFO (originalmente SWOT, en inglés), es un análisis mediante una matriz que se ha estado utilizando desde hace unos 50 años. Fue creado por el ingeniero químico estadounidense Albert S. Humphrey, quien se dedicó a la consultoría de empresas. Esta matriz fue diseñada para crear estrategias empresariales competitivas. También se ha estado utilizando a nivel profesional o simplemente personal.

Las siglas señalan F-fortalezas, O-oportunidades, D-debilidades y A-amenazas. Mediante este análisis identificamos las Fortalezas, que son las herramientas que permitirán lograr nuestros objetivos. Las Debilidades, que son los elementos a mejorar. Las Oportunidades, que son las situaciones externas favorables. Finalmente las Amenazas, que son los eventos adversos que  pudieran surgir. Entonces tenemos dos factores internos: fortalezas y debilidades, y dos factores externos: oportunidades y amenazas.

Como decíamos, también se ha estado empleando para la orientación profesional, evaluando las posibilidades y retos del mercado. Ha sido de mucha utilidad para orientaciones en referencia a las diferentes carreras u ocupaciones. En realidad, de por sí tenemos una tendencia natural a evaluar las situaciones en esa forma.

A nivel personal también podemos utilizarlo porque nuestras vidas también funcionan como una empresa o camino que debemos recorrer, siempre procurando superarnos.

Como nos dice la psicología humanista tenemos las condiciones y la  capacidad, para superarnos cada día más. Nuestra vida al igual que un manantial, cuando se estanca se corrompe. Nuestros órganos que no se utilicen podrían atrofiarse. El mantenernos con metas, objetivos, proyectos, sueños, planes, nos permite fluir conservándonos en las mejores condiciones físicas y mentales, favoreciendo nuestra adaptación e integración social. No necesariamente tienen que ser metas muy ambiciosas, pero sí que sean las que verdaderamente deseas.

Puedes analizarte empezando por tus fortalezas en el orden del FODA o comenzando por tus debilidades en el orden del DAFO. La primera forma podría ser preferible para las personas pasivas y tímidas, la segunda para los muy dinámicos y seguros de sí mismos.

No es agradable analizar las debilidades, pero es precisamente lo que podrías mejorar. La mejor forma de superarte es conocer lo que necesitas mejorar e identificar las fortalezas con las que cuentas para ello. Es interesante saber, que en ocasiones algún elemento que has entendido que es una fortaleza, talvez no lo sea e incluso sea una debilidad. Lo inverso también puede suceder, el confundir una debilidad con una fortaleza.

Una debilidad que tengas, no debes verla como una limitación absoluta, en todo caso como una dificultad relativa. Siempre debes abrirte a la posibilidad de avanzar, superarte, mejorar.

Conocer y usar las fortalezas, las desarrolla. Rendirte, tiende a hacerte perder fortalezas y aumentar debilidades.

Las Oportunidades evidentemente son tus aliadas externas y simplemente debes aprovecharlas. Un posible peligro es que no las identifiques o lo hagas cuando sea tarde. Es importante analizar bien lo que entiendas como oportunidad, ya que en ocasiones son amenazas disfrazadas.

Las amenazas no debes olvidarlas, debes tenerlas presente para que no te sorprendan. Debilitas las amenazas al prepararte para ellas. De manera ideal, conviene que transformes las amenazas en oportunidades.

Si consideras sólo las debilidades y amenazas, te paralizas y no avanzarás. Si por el contrario solamente tomas en cuenta las fortalezas y oportunidades, emprenderás muchas acciones, pero talvez con tendencias al fracaso.

Debes saber escuchar a otros, que te miran desde otra perspectiva. La ayuda profesional es conveniente, pero si prefieres escuchar a tus contactos personales, no te limites a buscar a los que te dicen lo que te agrade oír. Los que no piensen como tú, podrían ser los puntos de vista que más necesitas conocer. Los sabios consideran más perspectivas cuando enfocan una situación, los necios han perdido la capacidad de escuchar. Y necios puedes encontrar incluso entre gobernantes y científicos, el coeficiente de inteligencia  no siempre se acompaña de la inteligencia emocional.

Tienes fortalezas que todavía no conoces, el saberlo te puede ayudar a reconocerlas y utilizarlas, si no lo crees, aunque las tengas, no las tienes. Siempre podrás descubrir en ti elementos que puedes utilizar a tu favor.