El 23 de diciembre último se cumplieron 5 años de la muerte en 2009 del comandante constitucionalista Manuel Ramón Montes Arache, a los 81 años de edad, por cuanto había nacido el jueves 29 de noviembre de 1928 en San Pedro de Macorís.
Con motivo de cumplirse en abril de este año el 50 aniversario de la revolución constitucionalista, democrática y nacionalista trastocada varias veces en patriótica al simbolizar también la defensa de la soberanía nacional, pondremos en circulación la obra de nuestra autoría “Comandante Montes Arache” basada en sus testimonios sobre la Era de la Tiranía de Trujillo y sucesos posteriores hasta la batalla del Hotel Matum.
Asimismo nos testimonia su incorporación al complot militar constitucionalista al regresar de un “exilio médico” el 14 de abril de 1965, a sólo 10 días previos al estallido revolucionario
Para llevar a feliz término esta obra autorizada celebramos años atrás 15 sesiones de trabajo con él, su asistente y jefe de escolta, hoy general Pedro Germán Ureña Ovalle, y otros de sus más allegados del antiguo cuerpo de comandos de hombres ranas, lo que implicó la grabación de más de 20 casetes sin menoscabo de los intercambios orales no grabados sobre algunos episodios espinosos.
En los testimonios biográficos militares resaltan sucesos trascendentales que tuvieron en su eje central o cerca de éste a Montes Arache, quien fuera Ministro de las Fuerzas Armadas constitucionalistas y, quizás, el segundo hombre de importancia en la Revolución del 1965 y el gobierno de mayo a septiembre de aquel año.
También abarcan aspectos de la milicia dentro de los marcos de la Era de la Tiranía de Trujillo y del golpe de Estado al gobierno democrático del profesor Juan Bosch, en el curso del cual jugaría un papel moral de resistencia hasta ahora desconocido por el público y sus compañeros de gesta.
A partir de sus palabras, de las de su asistente y de otros conexos a él se explica e informa el origen y creación de la Escuela de Comandos de Hombres Ranas, sus rudos entrenamientos y los detalles de su sublevación y unión a la causa constitucionalista a las pocas horas de iniciarse la revolución, así como de cuáles modos él fundió su nombre con aquella escuela desde sus 28 años de edad.
Quizás dos testimonios relevantes sean (1) el que retrata el uso inadecuado de una escuadra de hombres ranas y su comandante para satisfacer un capricho personal de Ramfis Trujillo y su esposa Lita Milán y que para su consecución se invirtieron grandes recursos, esfuerzos y despliegues militares y la alerta de hecho de los mandos militares de la nación; y (2) el que nos dibuja un perfil de resistencia entre pasiva y activa de oficiales de la marina militar dignos en la madrugada del 25 de septiembre del 1963 en la base militar Las Calderas, en Baní, de la que Montes Arache era comandante, al enterarse del golpe de Estado contra el gobierno del profesor Bosch. En señal de protesta él abandonó la base y se presentó ante el jefe de la marina militar a expresarle su desacuerdo con el golpe militar y anunciarle su renuncia de la comandancia.
Asimismo nos testimonia su incorporación al complot militar constitucionalista al regresar de un “exilio médico” el 14 de abril de 1965, a sólo 10 días previos al estallido revolucionario.
En fin, desfilan por sus páginas testimonios suyos y de sus conexos acerca de las incidencias militares en el Estado Mayor de la Marina de Guerra en 1965, las veleidades de su jefe, su desacato a una orden de aquel y su incorporación inmediata a la “causa rebelde”, como gustaba llamarle, su presencia en la embajada de El Salvador en procura del asilado coronel Caamaño Deñó, las incidencias de la Batalla del Puente Duarte y la toma de la Fortaleza Ozama; y todos los pormenores de la Batalla del Hotel Matum y el episodio insólito en el que el comandante Montes Arache da de baja fría y pausadamente a los 13 soldados de la primera avanzada que intentó basarse cerca del Matum.