Para entender qué es el Derecho, debemos tener en cuenta la realidad cultural, existencial, cómo vive la gente. ¿Por qué, cuando se cita una ley no se le da carne y hueso a la realidad del Derecho? Tomemos en cuenta que la subjetivación del mundo que patrocina a la individualidad es la que hace caer la balanza.

La dicotomía Derecho Natural versus Derecho Divino no significa que quien es positivista por describir científicamente las leyes entienda mejor de derecho o que aquel que por creer en una realidad sobrenatural es incapaz de entender el derecho.

El derecho romano de Justiniano en el siglo 6, poseía más valor que las leyes sagradas de la iglesia católica. En cuanto Dante entendía que el Derecho era fruto de la evolución histórica. ¿Significa que entendía que se debe procurar las leyes que son vibrantes, existenciales, aquello que la gente sigue? En ese sentido, observa que jamás tuvo éxito una ley que no comulgaba con el pueblo, con sus intereses, su identidad, sus necesidades y aspiraciones, en fin que no sintonizara con el pueblo.

Hoy por hoy vemos cómo vienen con fecha de vencimiento las leyes y constituciones que no sintonicen con minorías, con la protección de los exiliados o de los marginados, por ejemplo –y siendo como es un mundo de migrantes por diversos motivos donde en pleno siglo XX1 hay 82 millones de migrantes en condiciones ilegales, sin ley que les salvaguarde en su integridad humana–. Se sabe que Dante era tomista, era fiel a los principios.

Pero tiempo después viene Maquiavelo afirmando que la política moderna no es hecha por los destinos, es hecha por el ímpetu del príncipe, quien necesita de capacidad para doblegar el destino.

Es sobre esos procesos que surgen el romanticismo y el iluminismo. Y son los grandes influenciadores del periodo conocido como de las revoluciones burguesas. Es decir, de dos emblemáticas corrientes negadoras de lo racional y crítico.

Recordemos que Platón llama de mimesis a lo que conocemos como arte, principalmente después de Dante. El arte no es una copia fiel de la realidad, no es una duplicación de las experiencias sensibles. El arte es una conciencia histórica. Sin conciencia histórica nosotros no tenemos derecho.

Pues bien, es en el siglo XVII y siguiente que surgen nuevas posiciones para desbancar el Derecho Divino valiéndose de una construcción del Derecho Natural. Los líderes teóricos fueron Hobbes, Locke y Rousseau (incluso Kant). Es así cómo se elaboran nuevas teorías políticas que puedan servir al ciudadano burgués y la vida urbana, y no a los reyes absolutistas pasando a una nueva Era monárquicas constitucionales y/o ideales de repúblicas.

Hobbes es partidario de la necesidad de un Estado natural y engancha una antigua frase: “el hombre es el lobo del hombre” y sentencia que el mundo natural es el mundo del miedo, de la angustia. Eso genera un clima de todos contra todos, de guerras hasta la muerte.  Pero también da pie a la paz concertada, pactada y dirigida por una entidad como regente y jueza, el leviatán.  Hobbes considera al hombre como un ser negativo que necesita de control. Todos ceden su pequeño poder para que un soberano administre guerra y paz como policía. Renacen las ideologías imperiales con ideas más acomodadas a las burguesías.

Locke difiere de Hobbes. No es cuestión de que el hombre sea bueno o malo. Su Derecho Natural no se desfigura porque entre en un contrato social, ya que debe preservar su libertad natural. Y que los derechos y su protección sean reglados mediante la “representación” (democracia representativa con elecciones que resguarde una constitución). Esas son las ideas que le dan base al liberalismo en el aspecto político y toma una forma diferente aunque hermana del cristianismo: conciencia, libertad, libertad individual, libre albedrío, igualdad ante la ley y principalmente en el derecho a la propiedad privada. Es lo que da base al estado burgués liberal diferente al absolutista promovido por Hobbes.

Rousseau, romántico, difiere de ellos. Ve al hombre como un ser en estado embrionario.  Es infantil, cándido. El hombre natural es bueno. Sin maldad. No es el lobo del hombre. Un estado constitucional o liberal, debe promover la cultura, afirma. Y advierte que pese a esa cultura y la ciencia, el hombre en sociedad está alienado por ella y no está en condición de encontrar la verdad.  Se vive con máscaras impuestas por la sociedad que doblega su voluntad. Y no le es posible alejarse de la cultura. Considera que un estado es legítimo cuando la población ejerce su voluntad sin mediaciones, sin líderes, sin representantes. Se niega a un liberalismo puro y simple.

¿Hubo alguna voz disonante a estos tres teóricos? En el 1783 se publicó “Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la ilustración? (o lo que es el iluminismo) Firmando por Immanuel Kant.

Donde su principal aporte es la demanda de que el individuo pueda ser feliz. En su primer párrafo dice: La ilustración es la salida del hombre de su auto culpable, minoría de edad. La minoría de edad significa la incapacidad de servirse de su propio entendimiento, sin la guía de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no reside en la carencia de entendimiento, sino en la falta de decisión y valor para servirse por sí mismo de él sin la guía de otro.

¡Sapere aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí el lema de la ilustración.” 12 años antes, Jefferson discurso: “Consideramos autoevidentes las siguientes verdades: todos los hombres fueron creados iguales, y dotados por su creador de determinados derechos inalienables, entre los cuales se incluyen la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, y es para asegurar estos derechos que los gobiernos fueron instituidos.” (1776).