Carta al director: Fanny Sánchez viuda Bonilla 

Debo hacer algunas puntualizaciones, a propósito de un artículo publicado en Acento, bajo la firma de José Lois Malkún, en torno al programa d viviendas ofrecido por el Dr. Salvador Jorge Blanco en su campaña de 1982. 

“El Dr. Jorge Blanco, durante sus propósitos como candidato del Partido Revolucionario Dominicano, promete la construcción de 25,000 viviendas anual”, reseñaban los medios de la época.

Partiendo de la promesa, un grupo de calificados profesionales, como el Arq. Manuel Salvador Gautier, el Ing. Francisco Méndez, el Dr. Diario Fernández, el Ing. Pedro Bonilla Mejía y otros, definieron la construcción de diferentes tipos de unidades y/o soluciones habitacionales que, dependiendo de la ubicación geográfica, respondían a las necesidades de los beneficiados y su capacidad de pago.

Analizando los recursos económicos de que disponía el Instituto Nacional de la Vivienda para su implementación, el Dr. Darío Fernández y el Ing. Pedro Bonilla elaboraron un proyecto de Ley para presentárselo al Lic. José Rafael Abinader, Secretario de Finanzas, a fin de que lo estudiara para su aprobación, el cual definía el denominado Certificado de Crédito Impositivo, fue sometido al Lic. Jacobo Majluta, entonces presidente del Senado, quien apoyó su aprobación.

Unos 60 mil millones de pesos en Certificados fueron aprobados y utilizados para el pago de impuestos, intercambio de productos de la construcción a los ferreteros y dación de pago a los ingenieros, quienes, a su vez los negociaban.

Es bueno destacar, que los constructores y las empresas, como Casa Hache, Hormigones Moya y Hoyo de Lima Industrial, recibían pagos en certificados, además de los ingenieros constructores.

EJECUCION DEL PROGRAMA

El primer proyecto fue Invivienda Santo Domingo, que comprendía 8,000 unidades habitacionales.

En la primera etapa de este proyecto se terminaron completamente y numerosas viviendas, y otras fueron concluida en obras gris.

Invivienda Santiago comprendió 4,000 viviendas, y fue ejecutado en su totalidad).

Invi-CEA San Luis, en San Pedro de Macorís, con 3,000 viv iendas concluidas.

El Proyecto Caracol, en Monseñor Noel, también fue ejecutada.

El Dr. Balaguer, durante los 10 años de su último periodo de gobierno, no programó la terminación de Invivienda Santo Domingo, y sería en el Gobierno del Ing. Hipólito Mejía, quien designa director del INVI al Ing. Juan Antonio Vargas Monción, quien termina el proyecto Invivienda Santo Domingo, dejando sin concluir 429 unidades, porque ya estaban ocupada.

Se construyó completamente el proyecto Salomé Ureña, el cual fue inaugurado por el Dr. Salvador Jorge Blanco, y el Banco interamericano de Desarrollo planificó, con la asesoría de un arquitecto apellido Arciniega, un programa muy económico e importante para las personas de escasos recursos, denominado Ayuda Mutua y Esfuerzo Propio y el proyecto Lotes y Servicios, ubicado en Santo Domingo Este.

En Los Alcarrizos se construyeron viviendas económicas, tanto en los costos de construcción como en los pagos que tendrían que hacer los beneficiarios.

El Dr.  Balaguer también dejó sin terminar el Proyecto Jobo-Bonito en San Miguel, Santo Domingo, alrededor de 30 unidades.

Aprovecho para dar gracias al Ing. José Israel Cuello, por los conceptos emitidos en el “programa Revista 110”, en favor del Ing. Pedro Bonilla, a quien calificó como un hombre que tenía muy buenos sentimientos y dedición. En base a esa afirmación, 31 años después recuerdo cuando llama doña Carmen Mazara, viuda de Maximiliano Gómez, y le solicita a Pedro otorgarle una vivienda a la Sra. Gladys Gutiérrez, viuda de Henry Segarra, quien obtuvo la misma y pagó su inicial.

Tres décadas es tiempo suficiente para agradecer y valorar el trabajo de hombres y mujeres que sin descanso hicieron cumplir la promesa del Dr. Salvador Jorge Blanco.