"He dicho y sostengo que las instituciones militares y policiales tienen que estar al margen de la política y de las elecciones…" estas son  algunas de las expresiones del ex Presidente Hipólito Mejía con respecto a las Fuerzas Armadas, vertidas en un artículo suyo publicado en El Nacional en la edición del 3 de mayo pasado.

Las palabras del ex Presidente y candidato por el Partido Revolucionario Dominicano, se motivaron en su conocimiento sobre una preocupante situación que se vive actualmente en las Fuerzas Armadas dominicanas. Él tiene informaciones de acoso contra algunos oficiales porque se les ubica como "pro PRD", porque no se pliegan a la politiquería que le exigen algunos jefes militares politizados con el PLD y sobre todo,porque en alguna forma expresan su disgusto por los privilegios irritantes que tienen grupitos de militares que pertenecen a las camarillas del Jefe del Cuerpo de Ayudantes Militares y otros generales influyentes, cercanos al Presidente de la República.

El Ex Presidente cita en su artículo, el conocimiento de planes elaborados por algunos "altos oficiales que se la estarían jugando" para mantener los grupos de poder que actualmente  dominan las Fuerzas Armadas y tendrían como objetivo, una reacción "al margen del dictamen del voto popular en las urnas" si la mayoría favorece a Hipólito Mejía.

Algunos militares en retiro que apoyan a Hipólito Mejía, han reportado que son vigilados por los "organismos de seguridad del Estado", que sus teléfonos son intervenidos, que sus choferes son desarmados, se les impide entrar a los cuarteles y se dice que existe la intención de maltratarles con allanamientos, requisas y posibles apresamientos por supuestas conspiraciones (están de moda). Sería parte de un plan destinado a amedrentar a todo quien tenga algún vínculo con las FFAA y simpatice con la oposición.

Sin embargo, se conoce que Danilo Medina, se reúne con frecuencia con oficiales activos, de quienes recibe "su apoyo irrestricto", en una actitud, además de política, oportunista e innecesaria, porque de ganar las elecciones, estarían en el deber de brindarle ese apoyo que no procede afirmarle a un candidato. De no ganar Danilo Medina, estarían en la obligación de apoyar a cualquier otro ganador.

Aunque algunos altos funcionarios lo desmientan, la situación denunciada por el ex Presidente Mejía es real y muy preocupante. Ningún militar declarará públicamente que existen privilegios que le afectan, ni los abusos a que son sometidos. Tampoco dirán que los rangos y las posiciones relevantes se otorgan a oficiales por sus compromisos políticos y relaciones con los altos jefes militares y no por sus calidades profesionales. Ninguno dirá públicamente que es acosado porque expresa el descontento entre sus más íntimos y compañeros. Tampoco se pueden  "aportar las pruebas" de lo que se trata en una reunión privada de jefes militares de donde emana una confidencia que informa lo tratado. Aunque por esta razón no se aporten las pruebas que exige el Doctor Pina Toribio cuando trata desmentir a Hipólito Mejía, estas sí existen y son contundentes. Sin embargo, aportar esas pruebas sería exponer fuentes que proceden del mismo seno de los cuerpos castrenses.

Las denuncias que se hacen en cualquier sentido, revisten gravedad. Y exigen la atención de todos por tratarse de instituciones tan sensibles como las militares. A tiempo, se deben parar estas actitudes ya que se trata de diabluras al margen del orden constitucional. Las Fuerzas Armadas, en un momento como este, no pueden constituirse en elemento de preocupación, sino de sosiego y tranquilidad, garantizando derechos y  libertades públicas.

Los activos y en retiro, estamos comprometidos con el orden democrático y con el respeto a la Constitución y la institucionalidad, vale el llamado para que unos y otros asumamos con sensatez ese gran reto que tenemos con la patria en esta nueva oportunidad de una elección presidencial. Si hay políticos que irrespetan las normas que rigen el Estado y nuestras instituciones, no debemos secundar sus violaciones y menos asumir actitudes en defensa de un despropósito tan grande como desconocer un resultado electoral, máxima expresión del juego democrático.

HipólitoMejía, tiene moral y calidad para hablar de las FFAA, fue Presidente de la República y respetó sus instituciones. Mejoró las condiciones de vida de sus hombres y restauró sus instalaciones y equipos. Por eso es bien apreciado por tantos militares retirados y por miembros activos, que sin participar en el activismo político, reconocen los aportes que hizo en bien de sus instituciones.

Vale en este caso, recordar que cuando estuvimos en los mandos militares del gobierno de Hipólito Mejía, algunos fuimos acusados de hacer pronunciamientos políticos, los cuales, en mi caso, tuvieron razones especiales que no fueron el interés político, sin embargo, pudieron ser imprudentes expresiones, vulnerables de la manipulación política que el PLD no desaprovechó para acusar al gobierno de utilizar a los cuerpos castrenses en su campaña por la relección. En todo caso, se tratara o no de una indeseable injerenciapolítica que, inadvertida o equivocadamente cometiéramos, nunca fueron ordenadas por el Presidente de la República. Por cualquier razón que lo hiciéramos, el mandatario no aplaudió esas intervenciones y sus declaraciones públicas al respecto, fueron de rechazo total a ese tipo de participación. Lo mismo hacía nuestro superior inmediato, el Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, Teniente General Soto Jiménez.

El "vinchismo"fabulador  y la red de comunicadores manipuladores al servicio del PLD, haciendo una oposición a base de infamias y perversidades, difundió la versión de un supuesto "Plan B" que estaríamos fraguando algunos jefes militares con la intención de desconocer un resultado que perjudicara al Presidente Hipólito Mejía. Esta especie se derrumbó, cuando el mandatario reconoció su derrota antes de la JCE emitir el primer boletín. Demostraba su vocación democrática y despejaba toda sospecha sobre supuestos planes conspirativos y antidemocráticos que solo estuvieron en las mentes enfermizas de sus creadores, pero nunca en la de nadie en el gobierno ni en los estamentos militares.

Los mandos castrenses actuales, en un reciente Comunicado, expresaron "su ineludible y sagrado compromiso de garantizar el ejercicio de los derechos y deberes constitucionales…"y recordaron a las tropas el precepto constitucional que establece su no beligerancia y apoliticidad. El contenido de este Comunicado, corresponde a un cliché que habitualmente emiten los mandos militares en estas circunstancias. Constituye un recordatorio a la nación y una advertencia oportuna a los miembros de esas instituciones. Hay que esperar que no se trate de una pantalla para ocultar la realidad detrás de las informaciones preocupantes que están saliendo de algunas instancias militares, a las cuales se ha referido el ex Presidente Hipólito Mejía y otras que se conocen y no fueron aludidas por él.

Tanto los militares activos como los retirados, en este momento crucial de la nación, debemos demostrar nuestra disposición democrática y no prestarnos al juego avieso y antidemocrático al cual nos impulsan a veces, tanto nuestras propias apetencias como el canto de sirena de algunos políticos perversos e inmorales. Ante un proceso electoral, nuestro único Norte ha de ser, el respeto a la libre decisión del pueblo dominicanoexpresada en las urnas y estar atentos para enfrentar a todo quien intente interferir en el derecho que tienen todos los dominicanos para ejercer el sufragio o desconocer el resultado de ese ejercicio democrático.