Durante la ocupación haitiana (1822) un grupo de hombres y mujeres se refugiaron en la margen occidental del rio Macoríx (hoy conocido como rio Higüamo) estableciendo la aldea de Mosquito y Sol, asentamiento humano originario de lo que hoy conocemos como el municipio de San Pedro de Macorís; aunque posteriormente (1846) la mayoría de los habitantes de la aldea originaria se trasladaron a la ribera oriental del río, fundando la aldea de Macorís o Macoríx, el elemento común que acompañó la fundación y la consolidación del territorio en cuestión se encuentra en las importantes aguas del Rio Higüamo. Esta importante fuente acuífera nace en la provincia de Hato Mayor y se inserta en el municipio de San Pedro de Macorís, limitando su territorio al nor-oeste y recorriendo 11.09 Km del municipio.
La historia de su conformación y el análisis prospectivo de la configuración territorial del municipio de San Pedro de Macorís, sitúa al Higüamo como eje del desarrollo ambiental, social y económico de la “Sultana del Este”.
El Higüamo como eje del desarrollo ambiental, parte de la declaración consagrada en el artículo 30 del Decreto 571 del año 2009, en donde se crea el Refugio de Vida Silvestre Rio Higüamo, con la finalidad de conservar la integridad de la gran alfombra de manglar que se forma a todo lo largo de la ría y en la búsqueda de continuar reforzando el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Ley 202-04); como un aporte importante a la biodiversidad de la zona, la conservación de la fauna existente y un pulmón natural que circunda todo el recorrido del rio por el territorio municipal.
El Higüamo como eje del desarrollo social, se encuentra presente en la vida de los macorisanos desde principios del Siglo XX; la margen oriental del rio “era escenario de febril movimiento en las horas del día, espejo que, en los atardeceres del estío ofrecía bellísimos contrastes de color en las puestas del sol, y espejo también sobre el cual rielaba la luna en las noches” Armenteros, Ernesto (1990). Este emplazamiento era el punto de reunión de la sociedad de esa época, una zona residencial de familias importantes, área comercial, paseo de los niños, lugar de conversación de jóvenes y recorrido de los mayores, útil como mirador para visualizar las hermosas puestas de sol. La arrabalizacio̒n actual de este territorio ha situado la ciudad y su gente de espaldas a su rio, de manera que el ordenamiento de su entorno contribuirá a cohesionar socialmente la ciudadanía, brindando nuevas centralidades que impulsen nuevas dinámicas sociales a nivel territorial.
Finalmente, el Higüamo como eje del desarrollo económico rescataría un emplazamiento que durante muchos años era el lugar de importantes edificaciones bancarias y financieras, a lo largo del eje vial denominado Avenida del Muro, Avenida España, Avenida Generalísimo Trujillo o Avenida Francisco Domínguez Charrovía. Próximo a este eje vial se encontraba el muelle de madera, desde donde se movía el tren de carga arrastrados por la pequeña locomotora de vapor “La Chiquitina”. El Higüamo utilizado como puerto aéreo del país, se consolido̒ como un importante hidro-puerto generando una alternativa para la llegada de este tipo de aeronaves tanto a nivel local como desde otras localidades fuera del país.
De igual manera el Higüamo cumple con las características para consolidar un desarrollo portuario que convierta a San Pedro de Macorís en un destino importante para embarcaciones turísticas y de carga, en atención a su localización y conexión con el resto del país; la materialización de este tipo de infraestructuras tiene la capacidad de generar nuevas oportunidades y al mismo tiempo seria el punto de partida para impulsar un turismo ecológico con acceso a todo el sistema natural de la región Este y la entrada a la ciudad histórica situada a orillas del Rio.
Las variables anteriormente descritas evidencian que el Higüamo es uno de los elementos claves en el camino al desarrollo de la Sultana del Este, por lo tanto, la planificación del municipio debe considerar esta importante fuente acuífera con el objetivo de ordenar el uso y la ocupación de su territorio y así mejorar la calidad de vida de sus munícipes.