La Hepatitis C crónica es una enfermedad infecciosa considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), una  "bomba de tiempo viral".

Se estima que alrededor de 130-170 millones de personas están infectadas por el virus de la Hepatitis C, correspondiendo al 2-2.5% de la población total mundial. Sólo en la República Dominicana, se estima que el 2.4% de la población sufre de Hepatitis C.

La mayoría de las personas infectadas adquieren la infección a través de transfusiones sanguíneas y por el uso de drogas intravenosa, principalmente. Otras formas de contagio son a través de dispositivos para inhalación de cocaína, tatuajes y piercing; al igual que cuando se comparten artículos personales como cepillos de dientes o afeitadoras.

Las manifestaciones clínicas de la infección por el virus de la Hepatitis C varían según sea en la enfermedad aguda o crónica. La infección aguda es más a menudo asintomática y conduce a una infección crónica en aproximadamente, el 80% de los casos.   Se estima que de las personas infectadas con hepatitis C crónica (HCV), hasta dos tercios desarrollarán enfermedades crónicas del hígado y una de cada cinco desarrollará cirrosis.  Lo anterior puede tener consecuencias severas tanto para los pacientes como para los sistemas de salud pública.

Alrededor de un 30 a 40% de los pacientes con Hepatitis C crónica puede presentar alguna manifestación extra hepática asociada al virus de la Hepatitis C.  Éstas pueden ser: manifestaciones hematológicas, autoinmunes, trastornos dermatológicos, diabetes, etc.

Ante la preocupante diseminación del virus, es preciso extremar las medidas de prevención y aumentar su detección, la cual se realiza mediante un sencillo análisis de sangre.

Para el diagnóstico de la infección crónica por virus de  la Hepatitis C, se utiliza la prueba de  PCR para el virus de la Hepatitis C, en tiempo real  que tiene una sensibilidad de un 99%. Después de diagnosticar la Hepatitis C se debe determinar el genotipo del virus para poder programar el tratamiento adecuado.

Al ser la Hepatitis C una enfermedad curable, la meta principal del tratamiento es lograr una respuesta virológica sostenida (RVS), esto significa que el virus permanece indetectable en la sangre del paciente 6 meses después de haber terminado el tratamiento.

Por tanto se han creado nuevos algoritmos de tratamiento, introducidos recientemente para lograr la curación de los pacientes con Hepatitis C. Dentro de estos nuevos tratamientos se encuentra Telaprevir, un inhibidor de proteasa de acción directa y que aumenta la respuesta virológica en más de un 75% logrando así la cura del paciente. Dicho fármaco ya se encuentra disponible en la República Dominicana a través de la casa farmacéutica Janssen.