En estos días existe un debate férreo acerca de la modificación a la constitución. El leonelismo ha asumido una supuesta defensa de la Carta Magna que no fue capaz de hacer en los años que les correspondió gobernar pues también la modificó con esos mismos fines pues el famoso pacto de las corbatas azules fue precisamente para eliminar el nunca jamás que no solo habilitaba a Hipólito Mejía sino que le dejaba las puertas abiertas al mismo Leonel Fernández.
He manifestado que esa lucha no es real, es simplemente el pataleo de una facción que sabe lleva las de perder en caso de que se produzca la habilitación del Presidente. Pero de lo que quiero hablar en específico no es de ese tema, que por cierto ya me tiene harto.
Lamento que el debate se centre en el tema de la reelección cuando existen elementos que en realidad deben ser considerados o tomados en cuenta para una modificación de la constitución y haré mención de uno solo porque atañe al contexto actual pues unas cuarenta personas con expedientes abiertos con la justicia han inscrito precandidaturas, algo que no comparto.
En este orden creo que hay que modificar la constitución pues, por más que me han explicado eso de que personas con expedientes abiertos en la justicia aspiren o inscriban candidaturas yo no logro entenderlo, eso me parece insólito.
Entonces lo que me han dicho es que la constitución no lo prohíbe y que ningún partido puede limitar derechos que estén consignados en la Constitución y ahí es donde digo que si es así entonces hay que modificarla. Es cierto que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario, pero por la razón que sea si usted está enfrentando una acción judicial lo sano sería que deje pasar el tiempo, resuelva su problema con la justicia y luego aspire, pero nuestro sistema no puede ser tan benigno.
Otro punto es que tenemos diputados que han sido deportados de Estados Unidos después de cumplir condenas por narcotráfico ¿debe ser esto un obstáculo para que alguien aspire a un puesto legislativo?, pienso que no pues sería discriminación, ahora bien también debe dejarse que el individuo agote un tiempo prudente, por lo menos díez años, hasta que se observe que existe una real reivindicación del individuo y que no seguirá con esas andanzas porque la experiencia ha sido que tarde o temprano regresan al mismo negocio, solo que ahora desde aquí.
Entonces me parece que este fenómeno debe ser contemplado en la Constitución, o sea un artículo que se refiera específicamente a las personas que han tenido pasado con la justicia en otros países, que han sido deportados después de cumplir condena y que aspiran a ocupar un puesto público, y si para eso hay que modificarla que la modifiquen, pero no ahora para que no nos metan gato por liebre.
Más adelante mencionaré otros elementos de nuestra Constitución que deben ser tomados en cuento y que deben ser punto de discusión después que pase el temporal, cuando baje la marea como dice una salsa famosa.
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