No importa el tamaño de una empresa, la institucionalización es fundamental. Por institucionalización debemos entender la definición de una estrategia, no solo dada por el presupuesto del año sino, para el mediano y largo plazo, por difícil que esto pueda ser en momentos de incertidumbre económica. Muchas veces poner en blanco y negro una estrategia nos ayuda a darnos cuenta que el modelo de negocios implementado tiene grietas o que existen oportunidades que se deben aprovechar. También es altamente probable que nos demos cuenta de que hay infraestructura tecnológica por mejorar o adoptar.
La institucionalización también pasa por definir una serie de órganos que ayudan a revisar y evaluar lo acordado en las estrategias y en los planes, a partir de los resultados. Tener gente pensando en lo mejor para la empresa siempre será un valor relevante. En la estructura de gobernanza de una empresa debe haber, además de una asamblea de asociados y de una junta directiva, un comité ejecutivo, un comité de auditoría y otro de riesgos, por ejemplo. No todas las personas deben ser internas o vinculadas directamente al negocio, siempre será positivo contar con personas invitadas por su conocimiento y experiencia.
No todas las personas deben ser internas o vinculadas directamente al negocio
Institucionalizar una empresa también significa que cada órgano debe tener sus objetivos y muy bien definido el alcance de su trabajo. Todo esto ocurre no importa si la empresa es familiar o no, es más, es fundamental desarrollarlos si la empresa es familiar porque así se podría llegar a evitar conflictos personales que afloran por la propia relación cercana y que pueden afectar la marcha del negocio.
Si bien la existencia de políticas y manuales a veces nos hace pensar en certificaciones de calidad, en el fondo estos documentos son vitales para la operación regular de la empresa. Qué se debe hacer, por qué, cómo, cuándo, quiénes son los responsables, cómo se satisface la calidad y al cliente, entre otros asuntos, son parte de los contenidos de estos documentos.
La institucionalización se puede desarrollo en un proceso top-down, en el cual los dueños de la empresa definen las directrices principales y se conforma el consejo de administración y los comités de apoyo. En el modelo bottom-up para la institucionalización no se integran estos órganos hasta que no haya definidos por parte de la administración los componentes de la estrategia del negocio.
2021 es un buen momento para pensar y repensar en estos temas, y sobre todo para actuar. La sostenibilidad de muchos negocios puede depender de esto.