Hasta las encuestas que están sesgadas a favor de candidatos opositores, muestran a un Leonel fuerte y competitivo.

No es que gane unas elecciones en primera vuelta, como en sus mejores tiempos, ya que es un sujeto cuestionado hasta la tambora, responsable de graves delitos en la administración de las finanzas públicas y rodeado de los personajes más corruptos de la historia de este país.

Si se midiera lo que le costó a la sociedad dominicana la gestión de Leonel Fernández, en términos políticos, económicos, sociales, institucionales y éticos, estuviera enfrentando la justicia y no dando conferencias a  mil dólares la entrada ante un grupo de empresarios lambones, oportunistas y uno que otro ingenuo.

Menos aun, lanzando una horda de paleros para reprimir a la prensa y a los que protestaban en su contra fuera del recinto donde pronunciaba sus palabras.

Pero está libre, protegido por la estructura judicial que el mismo creo, controlando medios de comunicación y usando los miles de millones que defalcó para recomponer su imagen. Y eso se refleja en las encuestas.

Volviendo a las encuestas, ahora salen dos casi simultáneamente. Resulta que en ambas Leonel todavía hace lanzamientos fuertes aunque jamás como en su época dorada cuando era el líder de su partido. Es un pícher cansado, que usa algunos trucos y todo el dinero a su alcance para financiar un tigeraje pagado y bullicioso que proclama por su vuelta al poder.

El problema es que si Leonel no gana en la primera vuelta ¿de dónde sacará los votos para ganar en la segunda? Y son muchos votos los que necesita. Digamos como un 10%.

Mientras tanto, sus oponentes Hipólito y Abinader, lo tienen cercado.

En una de las encuestas, tradicionalmente anti PRD, Leonel tiene cierta  ventaja sobre sus dos oponentes, especialmente Hipólito (5%), que es el que más se le acerca. Pero en otra cibaeña, visiblemente pro una facción del PRM, la ventaja la tiene Abinader sobre Leonel (3%).

Todo es muy raro y confuso y muestra esas contradicciones inexplicables que siempre caracterizan las encuestas de este país, desvirtuadas e influenciadas por el millón y medio de dominicanos que reciben dadivas del gobierno o están cobrando en alguna institución pública. Esa gente no corre riesgos a la hora que le pregunten ¿Por quién usted votaría? Que bueno es así.

Esa colosal base clientelista del partido en el poder, atraída por una variada gama de subsidios y empleos ficticios, que no aporta ningún valor agregado a la economía y supera al número de empleados independientes o que trabajan en el sector privado, sesgan cualquier encuesta. Pero esa clientela es la que mantiene vivo a Leonel ya que el actual gobierno la sigue amamantando, porque también puede hacer uso de ella si Danilo se reelige.

Volviendo con el tema electoral, el problema sería el rol del PRD y su candidato, Miguel Vargas Maldonado. Sus votos, que rondarían un 10%,  harían la diferencia en esa segunda vuelta y es de suponer que no irán a Leonel aunque muchos piensen que Miguel es capaz de eso. Personalmente, no lo creo.

Por esa razón, una oposición fuertemente unida alrededor del PRM y siempre que logre el “milagro” de lanzar un candidato de consenso, tiene claras opciones de poder enfrentando a Leonel. Su problema será reunir el dinero para la campaña ya que de la JCE no recibirá nada y de sus adeptos y potenciales contribuyentes, muy poco. Y en unas elecciones presidenciales, el dinero  es sumamente importante para ganar, sino preguntárselo a Hipólito que sufrió una humillante derrota financiera en el 2012.

Leonel, por su parte, cuenta con su gran fortuna personal y las de sus allegados, también con el dinero que le asigna la JCE a su partido y con lo que logre sacarle a Danilo por la izquierda usando recursos del Estado. Lo tiene todo a su favor aunque su rechazo en el electorado es sumamente alto.

Y ese rechazo puede subir antes de las elecciones de mayo del 2016, dependiendo del desenlace de los juicios contra Félix Bautista, Díaz Rúa y otros testaferros de Leonel. La sociedad dominicana y países extranjeros están apoyando sin tapujos a la Procuraduría General de la Republica para que actúe con severidad contra esa mafia político-financiera que quiere retornar al poder para seguir enriqueciéndose.

Si esos procesos judiciales causan estragos en las filas peledeistas y una desbandada en las leonelistas, entonces vendrá el chapulín colorao a resolverlo todo. A eso apuestan los reeleccionistas.

Y aquí todas las encuestas coinciden: si Danilo Medina se reelige, gana de calle en la primera vuelta aunque el daño posterior al país y su democracia será inmenso y le pesará de por vida. Los políticos dominicanos no aprenden lecciones ni leen historia ya que el poder los ciega.

Alternar el poder entre partidos es la única garantía para que la democracia prospere y se consolide. De lo contrario, el continuismo peledeista la irá liquidando sin darnos cuenta. La gente tiene que despertar y ver las graves consecuencias que esta desencadenando una dictadura de partido, que pretende, con toda su fortuna mal habida y con un clientelismo atroz a costa de las arcas públicas, mantenerse el poder por otros 35 años.