Porque… “Una vida no desentrañada no merece ser vivida”
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Lo que nos crea problemas no es lo que no sabemos; es lo que sabemos que no es así. W. Roger.-
Lo mejor sería irnos al grano sin ningún tipo de introducción, porque con propiedad podemos decir que el poder agota tanto a quien lo tiene como agota aún más a quien no lo tiene. Nos agobian estos políticos mentirosos e indelicados hasta llegar al paroxismo. Y lo bonito del caso es que los culpables son los mismos pendejos de siempre, por encima de lo expresado por el Arzobispado de Santiago, de que a pesar de los males que nos afectan “no olvidemos que somos un pueblo noble y generoso: evitemos que los malos triunfen por causa de nuestra cobardía y falta de compromiso”.
Y todo esto es verdad, como verdad es que somos un país muy especial, siendo la mejor prueba de que aun existimos como tal, por encima de los políticos que nos gastamos. Si, esos que les gusta que los espalderos los alaben y les digan que son los mejores, que les gusta el chisme y le cuchicheen al oído. Son los mismos que se soslayan apoyando a los pobres padres de familia incentivando la violación de la propiedad privada, la cual los primeros invaden como plaga de langostas para luego ser legalizadas por estos políticos, aduciendo que hay que dejar esos infelices tranquilos porque después del palo “dao” no hay más que hacer, en tanto, a los verdaderos propietarios los mandan pal carajo.
Otro es el caso de los apandillados o “asociados” del transporte, convertidos en amos y señores de nuestras calles, que como “dueños” al fin, se han convertido en intocables. Se dedican “al concho” con placas privadas y nadie dice nada; los taxis por igual, con o sin placa, con o sin seguro no importa, porque nadie se mete con ellos total, que ya todo eso es natural y por demás legalizado.
Estos pobres padres de familia se apandillan como si quisiesen revivir a los gavilleros o algo peor, bandoleros urbanos con licencia para delinquir. Así se comportan los choferes como queriendo hacer un infierno; los invasores de propiedad privada aun peor, porque normalmente cuentan con el apoyo de algún representante. En fin, este país es un caos, gobernado por la ingobernabilidad y la irresponsabilidad de las autoridades llamadas a ejercer el monopolio de la violencia para asegurar el orden en todos los sentidos.
Vivimos ahogados por una cooptación oculta que día a día nos aprieta más la soga en el cuello mientras “ellos” se regodean de sus bellaquerías, sustentadas en un poder abusivo y por demás… legal, aunque no ético y mucho menos moral.
Estamos y avanzamos tanto en esta democracia de postalitas, que por demás y como parte de la evolución normal de la irresponsabilidad, hoy, en este país, se cuenta hasta con el sicariato ambiental, llevado a cabo por desaprensivos que son en su mayoría extranjeros. Es un secreto a voces que todos pueden escuchar y ver -siempre y cuando tengan el deseo-de que estos sicarios ambientales cuentan con el contubernio de los llamados a contrarrestar este crimen contra la naturaleza.
Los responsables por este desmadre podrán alegar falta de recursos y eso es mentira –le recordamos que los helicópteros del ejército, precisamente fueron adquiridos para estos fines- pero nunca han sido utilizados para eso; podrán alegar falta de personal y eso es mentira; podrán alegar lo basto del territorio fronterizo y eso es mentira, siendo la verdad, que el problema radica en que no han cambiado los métodos, la organización ni la misión que existe desde cuando la era, “era era”.
Por demás, pueden adquirir equipos de órdago, podrán levantar muros; podrán elaborar sofisticadas leyes pero todo continuara igual si los políticos continúan haciendo clientelismo fronterizo que conlleva al contrabando y la imposición de su voluntad por encima de la genuflexión de los militares que lo permiten, y que reciben por demás su debida remuneración por hacerse de la vista gorda y no ver siquiera el humo de los hornos de carbón que se levantan por las montañas, ni los caminos por los que transita la inmigración ilegal, que otrora le proporcionara muy buenos votos clandestinos a estos políticos. Así nomas. ¡Si señor!
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