Supongamos, amigo lector, que a usted le gustan los dulces, pero ¿qué sucedería si en lugar de comida en su casa le diera solamente dulces como alimento? Estoy seguro que se cansaría, porque como dice el refrán "hasta la belleza cansa".
Conozco personas que en la pantalla de su computador tienen la foto de una hermosa chica en bikini, hasta que llega el momento en que se cansa de verla y la sustituye por un paisaje.
Eso ocurre con la brutal propaganda que mantiene en todos los medios de comunicación el oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD), para promover sus candidatos a la presidencia y vicepresidencia de la República. Es tan repetitiva, que hasta los más tolerantes se aburren.
Uno puede estar viendo un programa de televisión que le parece interesante, cuando de repente ¡zas! aparece la propaganda oficialista, que se suma así a la que a favor de los candidatos del PLD hacen por la radio, a través de comentaristas espontáneos y pagados, adicionándoseles la que aparece en la prensa escrita y digital, en vallas, afiches, letreros y hasta grafitis.
Esto es sin contar la que hace el señor Presidente, como si fuera el candidato del PLD, regalando, en actos oficiales, libros sobre las obras construidas por su gobierno, pero además llevando a su claque para que hagan bulto, en franco uso ilegal de los recursos del Estado, en perjuicio de sus adversarios políticos.
Conocemos peledeistas que no se cansan de la propaganda televisiva, sino que la critican porque consideran que, al hartar a los televidentes, eso perjudica en lugar de beneficiar. Sin embargo, son pocos los lúcidos que hacen ese tipo de razonamientos.
El pueblo está cansado de ver las mismas figuras acusadas públicamente de haber cometido hechos contra el erario público, sin que hayan sido siquiera cuestionadas por la Justicia. Sencillamente, la impunidad los protege.
El pueblo también está cansado de ver cómo se dilapidan los recursos públicos en una campaña electoral donde parecería que el candidato no es licenciado Medina, sino el Presidente de la República.
El gobierno se jacta de decir que ha contribuido a bajar el índice de pobreza, cuando son los propios organismos internacionales los que dan cuenta de que el número de pobres ha crecido. ¿No es lógico, entonces, que el pueblo esté cansado de la mentira?
La sociedad dominicana en general está no solamente preocupada, sino cansada de ver cómo el gobierno compromete cada día más la soberanía nacional, gestionando préstamos internacionales, como parte de un escandaloso aumento de la deuda externa.
La manipulación de cifras, las intimidaciones de todo tipo, las provocaciones sutiles contra opositores y las mentiras repetidas, mantienen a este pueblo cansado hasta la saciedad. Es por eso que los dominicanos conscientes abogamos por un cambio, que solo será posible cuando en las urnas surjan contundentes votos transparentes y conscientes, a favor del candidato que dice va a enmendar los daños y los errores cometidos por la actual administración.