Inspirados/as por el “Espíritu Santo”, y especialmente por las altas temperaturas, una iglesia en Sarthe (en una zona popularmente conocida como El Llano, ubicada al Oeste de Puerto Príncipe), decidió celebrar su misa de domingos tres horas más tempranas que lo habitual. La idea fue la de poder comenzar dicho ritual en la hora fresca de la mañana, a las 6:00 y terminar antes que el calor los/as desmotive en su local. De esa manera pueden todos los días realizar, a casa llena, los demás “servicios” de la semana.
Un poco más al Sur de Puerto Príncipe, en el mismo Departamento Oeste de Haití, una mujer acompañada de sus dos niños, en Gressier, con una caja de bebidas energizantes en la cabeza (muchas mujeres haitianas, mayormente madres solteras, se dedican al comercio por cuenta propia), decidió atravesar la “Route Nationale” número dos (Carretera Nacional número dos) convertida en un pequeño lago a causa de las incesantes lluvias.
Más adelante, entre la Undécima y la Primera Sección Comunal de Petit-Goave, se encuentra el Centro de Salud Integral (CENSI), luego de cruzar un pequeño puente y pasar una curva entre dos promontorios en la misma Carretera, algo común en esa vía, lo cual se puede suponer por la falta de un alcalde investido luego de las elecciones. El día 12 de mayo de 2016, en un intento de conmemorar el Día Internacional de la Enfermera, se realizó un operativo médico para las personas carentes de atenciones básicas. Como parte de los diagnósticos preliminares, varios pacientes presentaron síntomas de malaria, zica y otras dolencias.
La intención por haber comenzado este texto con esas imágenes es indicar que se viven situaciones complejas, a nivel socio-económico, ambiental y político en Haití, mientras las élites suelen centrar la atención en la crisis político-electoral, y los mismos candidatos vuelven y vuelven a pelear por ocupar un puesto en el Estado, en las posiciones nacionales y locales.
No obstante, por lo menos se cuenta con algunas voces de autoridades locales que elevan sus voces por la mejoría de las condiciones de vida de la población en sus respectivas comunidades. Tal es el caso de Guy Primé, miembro del Consejo de Administraciones de Colectividades Territoriales (CASEC), relatado por algunos medios de comunicación, quién recientemente denunció la muerte de nueve personas en Trouin.
Los/as habitantes de Trouin, una comunidad localizada en Léogane, Departamento Oeste, siguen siendo víctimas del cólera. El pasado día seis de mayo de 2016, Guy Primé cuenta al periódico Le Nouvelliste: “… esa remontada del cólera no está por detenerse con la temporada de lluvias si no se hace nada… el centro de salud de Trouin cuenta con un personal de 22 miembros, pero en papel. En realidad ese centro funciona muy mal, hasta decir sin funcionar”.
Y eso es debido a su vez por el paro general de los médicos residentes en los hospitales públicos de Haití, a nivel de todos los departamentos y todos los centros médicos públicos. Ese paro lleva más de un mes, y complica más la crisis político-electoral, ya que apela a un Estado débil a dar soluciones a problemas estructurales de los servicios de salud pública.
El gobierno provisional del presidente Jocelerme Privert, arribado al poder el pasado 14 de febrero pasado, ha reiterado en varias ocasiones que los recursos del Estado haitiano son extremadamente limitados. Ha aprovechado su paso por el poder para denunciar el supuesto despilfarro en el gobierno pasado de Martelly, y también investigar el manejo del Fondo PetroCaribe por ese mismo gobierno y el de Préval. Varias voces de la sociedad civil han reclamado auditorías en las cuentas financieras del Estado.
El Mouvement Socio-Culturel pour les Travailleurs Haitiens (MOSCTHA-Haiti, también ha reclamado que esas auditorías se apliquen en el Programa de Identificación y de Documentación de los Inmigrantes Haitianos (PIDIH), iniciado por el gobierno Martelly-Lamothe en julio de 2014 en República Dominicana.
Son muchas y complejas las situaciones en Haití, cuyos ciudadanos/as luchan día a día por la sobrevivencia en un país donde, según las estadísticas oficiales, cerca de ocho de sus once millones de habitantes viven en la pobreza y pobreza extrema.
Mientras que la clase política argumenta, a diario, que la solución de los problemas básicos del país reside en un cambio de poder, en contar con instituciones sólidas, comenzando por organizar o reorganizar elecciones creíbles para toda la sociedad, la población está necesitando de acciones, aunque sean pequeñas o mínimas, pero transformadoras, que puedan en realidad mejorar sus condiciones de vida, muchas veces indignantes.
La imagen de una bandera de FC Barcelona, uno de los equipos que aviva a muchos fanáticos del fútbol de la liga española, en un edificio cuasi en ruinas (recuerdo físico del goudou goudou) situado en el centro de Puerto Príncipe, nos indica que la nación aún apasiona también por vivir, que se trata de un pueblo cuya vida merece ser transformada y dignificada.
Fuentes consultadas:
http://lenouvelliste.com/lenouvelliste/article/158606/A-Trouin-le-cholera-tue-encore
http://www.banquemondiale.org/fr/country/haiti/overview